Primer día.

2.3K 344 72
                                    


El frío empeoró conforme el sol iba desapareciendo. Esta vez también me puse unos guantes. Llegué al lugar acordado y desde afuera, através de las grandes ventanas de cristal lo avisté, sentado. Se miraba impaciente volteando por todas partes hasta que aparecí frente de él, al percatarse de mi presencia, se paró de golpe, torpemente. Reí por mis adentros, que a pesar de hace unos segundos estaba llorando desconsoladamente por él, ahora me daba una alegría tremenda tenerlo cerca. 

Mi invitó a acomodarme en la silla frente a él  y le hice caso. "Estoy feliz de que vinieras Chittaphon", me dijo y podría jurar que no me importaría que me rompiera el corazón mil veces con tal de que después, pronuncie mi nombre de la manera tan melódica que lo caracterizaba. Un joven se acercó para pedir la orden y YoungHo ordenó sin pensarlo dos veces: un chocolate caliente de tamaño grande, con crema batida. Ambos voltearon a verme y negué con la mano. 

Después de un tiempo regresó con una gran taza, se notaba apetitosa y el olor llegaba hasta mi lugar.  El chico frente de mí, le dio un sorbo y la crema le quedó en el labio superior simulando un bigote extraño y chistoso. Me tapé el rostro, porque estaba apunto de explotar de la risa. Aguanté unos instante y después ya no pude, las carcajadas resonaban y a decir verdad, no me interesó que fueran demasiado ruidosas, estaba demasiado exhausto para aguantar más emociones. Él se limpió la boca algo avergonzado pero con una gran sonrisa. Me tendió la taza y la evité por completo, aun no paraba de reír, pero YoungHo seguía insistiendo. Lo pensé mucho y después de recuperar el aliento agarré el recipiente, con miedo le di un sorbo, "solo es líquido" me decía a mí mismo para darme fuerza de voluntad. El calor de la bebida inundó mi interior y fue tal como tocar el cielo, me sentí conmovido por lo delicioso de su sabor y mi cada parte de mi cuerpo agradeció esa dosis de nutrientes de la cual tanto lo había privado.  "Este es el mejor regalo que pude haber pedido" me dijo mientras me miraba dulcemente, luciendo como un cachorro adorable. Logré ver mi reflejo en sus cristalinos ojos y estaba seguro que él mismo se veía reflejado en los míos. "¿Regalo?" le pregunté y recalcándole lo raro que era que alguien de su edad prefiriera un chocolate a un café. "Hoy es mi cumpleaños y es que prefiero las cosas dulces, como tu risa." . 

Hoy es su cumpleaños. La chica le dio un paquete, era su presente. Lo mal interpreté todo al parecer. Que tonto me siento, pero que alivio. "Lamento no haberme enterado antes, podría haberte comprado un obsequio" le dije mientras me pasaba la mano por el cuello, aparentando que el hecho de que me acaba de decir que mi risa es dulce no me importó mucho aunque internamente estoy pegando gritos de emoción.

"Ver que has mejorado mucho desde hace unos días es mi mayor obsequio".

Mi interior hervía de la vergüenza. Confirmé lo mucho que estoy enamorado de ti y tú me haces este tipo de comentarios. Vas a hacer que me deshaga en este mismo instante, harás que sea imposible para mí olvidarte. 

Traté de mantener la calma durante lo que faltaba de la cita y platicamos tanto, ahora no me limitaba a nada, hasta me pedí una propia taza de chocolate para mí.

Concluyendo la velada, salimos juntos y era hora de separarnos. No nos encontraríamos para otra sesión, así que podría decirse que este es el fin de nuestros días juntos. YoungHo se acercó tanto que esta vez tuve que alzar mi rostro para ver el de él. Tan alto y se me hacía cada vez más atractivo. Podía verlo algo desconsolado y posó su mano sobre mi hombro: "Chittaphon..."

Amo cuando dices mi nombre.

No pude, no me controlé puede que haya sido culpa del exceso de azúcar en mi interior o simplemente era lo que quería hacer. También me arriesgué sabiendo que no lo vería de nuevo. Me estiré lo más posible, para que así mis labios tocaran los suyos. Esperaba un total rechazo que al contrario sin imaginármelo, me vi envuelto entre sus brazos que pasaban por mi cintura y el calor desvanecía por completo la friolenta noche que nos rodeaba. Me correspondió por completo, quería que no me soltara en ningún momentos. Estaba a salvo entre sus brazos.

Fue tan profundo, suave, apasionado y tierno. Ese beso, me regresó a la vida. 

Y allí empezó, el primer día en la que quise seguir adelante. 

Salvación. //NCT~ JohnTenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora