Capítulo 3: Extrañándose mutuamente.

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Advertencia!! Este capítulo es relleno :v quedas advertido/a


-¡Emily! ¿Me pasas el barril?

-¿Cuál?

-Ese, el que contiene vino rosado.

-¿Ehh? ¡Pero de seguro es muy pesado! Quiero decir, mira el tamaño de ese barril!

-Mhpf, debilucha.

-¿Qué dijiste, mocoso? –le dije enfadada.-

-Dije ''debilucha'' –me contestó con una sonrisa burlona y haciendo énfasis en la palabra mientras se llevaba aquél barril.-

-Cielos...no sirvo para esto... no soporto a ese mocoso. –murmuré enfadada.-

Habían pasado dos semanas desde  mi encuentro con Allen. Luego de que él se fue estuve vagando como por dos días, hasta que una amable anciana me encontró. Su nombre es Rose, es muy buena conmigo. Le conté una historia inventada del porque estaba ahí. Realmente no me gusta mentirle a la gente, pero en este caso, no tenía opción. No puedo decirle: ''vengo de un mundo alternativo, del siglo veintiuno.'' No, definitivamente no.Lo que le dije fue que viajé con mis padres en un bote y que ellos murieron porque nos atrapó unas olas. Y que yo llegué sola a esta ciudad sin un lugar donde quedarme. Una historia bastante cliché,pero fue lo primero que se me ocurrió. De todas formas, Rose me creyó y me dejó quedarme en su casa a cambio de hacer las compras o colaborar con arreglos de la casa, acepté con gusto, sin embargo ella no mencionó que tenía un odioso nieto llamado Kevin que se la pasaba molestándome hasta en la hora de la cena. Hoy no fue la excepción.

-¡Emily! –escuché la voz del mocoso atrás mío. Cuando me di vuelta, recibí un huevo en la cara. Me levanté y agarré un pañuelo que guardaba en mi bolsillo, sacando inmediatamente eso de mi cara. Lo escuché matarse de la risa junto con sus amiguitos.- Emi, te ves mejor con la cara amarilla. –me dijo burlonamente.-

Lo miré con furia y le dije:

-Y tú solo te ves intimidantea compañado de tus amiguitos. Mocoso fracasado.

Dicho esto, me dirigí a la casa viendo como sus amigos y sobre todo él, se quedaban boquiabiertos por lo que dije. Subí corriendo a mi habitación y me encerréa balanzándome sobre la cama. Mirando hacia el techo triste. ¿Qué hice para merecer esto?. Salí de la pesadilla de ser intimidada por mis compañeras, y ahora eso se volvió el trabajo de un mocoso de 12 años. ¿Por qué la gente solo piensa en hacer miserable la vida de los demás?. Además, vine a este mundo para ver a Allen. ¿Qué hago viviendo como la hermana mayor de este pendejo?. Por mucho que me agrade Rose, no se compara a tener que soportar al idiota de Kevin,cuando ella no está casi nunca por estar trabajando. ¿Qué hace una anciana trabajando?. Le desee a ese libro estar en el mundo de Allen. Pude verlo, pude tocarlo, ¿Y ya está? ¿Eso fue todo?. No soy una exorcista ni tengo ninguna forma de visitar la orden para poder volver a estar a su lado. Quiero estar a su lado. Quiero estar con él. Esa es la razón por la que estoy aquí, maldita sea. Perdida en mis pensamientos, me sobresalté tras escuchar que golpeaban la puerta de mi habitación.

-¿Emily?

-Sí, ¿qué sucede, Rose? – dije acercándome y abriendo la puerta.-

-Necesito que vayas a comprar unas cosas, ¿puede ser?

-Sí, seguro.

-Emi... ¿qué te pasó en la cara? –me dijo viendo los restos de huevo que me quedaban. Había olvidado por completo eso.-

-Oh, ¿esto? Es solo...otra de las típicas bromas de Kevin.

-Ese chico...no cambia nunca.

-No se preocupe, es solo un niño.Además, he pasado por cosas peores.

El diario de una fan (Allen Walker y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora