Capítulo 1

15 0 0
                                    

Espero estés disfrutando la hisotria. Ya luego buscaré imágenes para que tengan referencias de los personajes, por ahora, sigan con la imaginación. 😐
...

Compasión

Estaba destrozada, habían matado a mi manada, lo único que me mantenía cuerda en este lugar se había ido, hombres del color del bosque habían venido y los eliminaron a todos, no pude ayudarlos. No lo intenté. Solo ataco a quienes me atacan directamente, los que son una amenaza para mi. Los elimine a todos y sentía una presión en mi pecho, sentía que debía hacer algo, pero no sabía que, solo me quede allí, caminando sin un curso fijo, intentando recordar, las cadenas que sostenían mi cuello, mis manos y piernas, me siguen, arrastrándose suavemente, tal vez sean el peso de todos mis pecados, diría que de las vidas que he quitado pero son demasiado livianas para compararlas, escuche otro soldado entrar, este olía a miedo, a diferencia de los otros, me detuve y lo observe unos segundos, luego seguí caminando, escuche su arma, pero no me detuve, hasta que disparó y rozo mi cabello, casi grito por el dolor del ruido, me mordí el labio y susurre:

-Amenaza.

Lo habría eliminado de un solo golpe pero era muy bueno esquivandolos, yo podía verlo pero él no a mí, se dejó caer y estaba lista para darle el golpe final, empezó a decir:

-Este podría ser el fin, ja, se suponía que esta sería la última misión.

Lo había susurrado, empecé a caminar a su alrededor, la mayoría grita en este momento, pero él se relajó, ya no había miedo en el, estaba intrigada por lo que él estaba haciendo y susurro:

-Tal vez ni siquiera entiendes lo que digo, no soy alemán después de todo.

Nunca había visto una sonrisa así, si las había visto antes, pero esta era diferente, no había maldad en esta. Ya estaba cansada de escucharlo así que decidí darle el golpe final, corrí hacia él, dejó caer su arma y dijo:

-Ich bitte Sie, mein Leben zu vergeben.

Me detuve en seco, me miró a los ojos y se sorprendió, retrocedí lentamente sin dejar de mirarlo, ya no era una amenaza para mí. Se levantó, salió de la habitación y otra vez estaba yo sola y con la muerte a mi alrededor.

El sol dio de lleno y mis ojos no podían soportar tanta luz, era una total tortura, escuche a Wölfin entrar al sótano, seguido del extraño de ayer. No era una amenaza pero debía estar alerta, se acercó a mí y me coloco algo en el rostro, empecé a abrir lentamente los ojos y la luz aún me provocaba dolor pero era soportable. Lo mire y vi algo en su mirada, era la mirada que me daba mi padre cuando me veía lastimada o herida. Noté que no era completamente una amenaza.

Se alejó un poco y me dio mi espacio, me levanté arrastrando mis cadenas y fui hacia el lado más alejado del sol. Era doloroso ver, pero soportable. Había vivido casi toda mi vida sufriendo, siendo torturada y matando, esto no era tan malo.

Me dejé caer en el frío piso, estaba hambrienta. El soldado dijo:

-¿Quién eres?

Había confianza en su voz, no me temía. No le respondí y levanté mi mano para cubrir mis ojos,sentía menos dolor al hacerlo, volvió a hablar y dijo:

-¿Qué eres?

Me levanté y fui hacia Wölfin, la acaricié, olía al soldado, al parecer él la habían acariciado también, no tenía heridas así que estaba bien, empecé a ver borroso por el hambre y el dolor, cerré mis ojos con fuerza para mitigar ambas. El soldado habló de nuevo y al notar que no le respondería, se detuvo y salió de allí.

Volví a sentir un nudo en la garganta al ver a mi manada, debía hacer algo pero no sabía qué. Después de unas horas, el soldado entró con algo parecido a unas tijeras enormes, me puse alerta y esperé para ver si era o no una amenaza. Se acercó con lentitud, me levanté y lo seguí con la mirada, dijo:

División De Almas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora