Capítulo 3

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Alguien se acercaba a nosotras, sus pasos eran livianos, apenas escuchaba sus pisadas, así que la ignoré. Gilligan levantó su puño, sonreí aún más a la espera de una pelea, de una matanza. Su puño fue detenido por la persona de pies livianos que había ignorado, su voz era más que suave, era dulce, dijo:

-Gilligan, recuerda, amor y paz, no es correcto hacerle daño a tus compañeras.

Gilligan lanzó un puño a su abdomen y ella cayó al piso sosteniendo su estómago. Su cabello castaño le cubría su rostro. Gilligan, sagaz dijo:

-Ya lárgate Raily. No te metas en mis asuntos.

Apenas pude ver sus ojos verdes y como reflejaban dolor, eran hermosos, lo suficiente como para llamar mi atención e ignorar como Gilligan levantaba su puño otra vez para golpearme. La sorpresa llenó sus ojos y el cambio que vi en ellos hizo que mi sonrisa desapareciera. Se levantó tan rápido que sostuvo el puño de Gilligan antes de que pudiese rozar mi rostro, sólo veía su corto cabello rodear parte de su rostro. Empecé a temblar apenas vi su mirada, susurré:
-Amenaza...

Ella apretó el agarre y con voz firme y autoritaria, pero sin elevarla ni un poco, dijo:

-Dije que esto no es correcto. Ahora vete.

No comprendía, ella era una amenaza para mí pero apenas lo percibo ahora. Empecé a temblar, no había encontrado una amenaza desde hacía años. Gilligan vio el peligro que yo podía sentir ya que me soltó, llena de furia mientras se alejaba con su grupo, ella gritó:

-Me las pagaran ambas, recordaré esto.

Se sacudió las rodillas y me miró directo a los ojos, era un poco más alta que yo y estaba en excelente forma física, olía a menta, sus ojos volvieron a ser dulces y su voz se suavizó, dijo:

-¿Estás bien?

Sostuvo su estómago en señal de dolor, sus ojos eran hermosos, me recordaban al bosque que alguna vez significó mi libertad en aquel lugar donde me fue arrebatado todo durante tantos años. Me sacó de mis pensamientos cuando se acercó para tocarme y di media vuelta para alejarme, dijo:

-Sólo intentaba arreglar tu camisa.

Seguí caminando y alejándome de la persona a la que Gilligan llamó Raily, no había comprendido mucho de lo que había pasado. Mis pensamientos fueron interrumpidos otra vez, la miré de reojo mientras me dirigía a mí litera, levantó sus mano de manera exasperada y dijo:

-Un gracias no estaría mal.

Dejó caer sus manos en señal de rendición, y deje de mirarla de soslayo. Algo sí había entendido, ella podría llegar a hacerme cara en una pelea y era a quien buscaba. Ahora solo debía convencerla de que me acompañara. Esto será muy fácil.

Dos semanas después, me dejé caer en la litera, sudada y exasperada, irritada por todo el trabajo excesivo que tenía que hacer para agotar mi cuerpo y entre todo eso intentar convencer a Raily... Lo que creaba un desgaste mental que me hacia querer gritar así que dije:

-Esto es demasiado difícil.

Leopold estaba recostado suavemente en una de las pequeñas columnas de la litera que sostenían la carpa, empezó a reír con bastante gozo debo admitir. Se notaba que le divertía la tenacidad y la terquedad de esa chica que no terminaba de aceptar mi compañía para unirse a mi equipo, mi situación era de lo mas entretenida para el debido a que me veía exasperada y apunto de perder la calma, algo que nunca había pasado. Se calmo un poco y se limpio una lagrima imaginaria con su pañuelo y dijo:

-No creí nunca verte derrotada. Este día sera recordado en los registros históricos de la humanidad.

Lo escuche reír de nuevo y aun mas irritada le lancé la almohada, haciéndolo caer de manera un poco dolorosa. Me levante en modo conciliador, tome la almohada y le ofrecí mi mano, la tomó con una sonrisa divertida y volvió a su misma posición. Me acerqué a la laptop que se encontraba abierta en una videoconferencia en linea con Stella, empezó a reír también, Leopold se dirigió a ella y dijo:

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2023 ⏰

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