Capítulo #67

37 5 1
                                    

Estaba en casa, era sábado por lo cual tenía todo el tiempo del mundo para mí. En realidad todo el tiempo para pensar, solo pasaba mirando la carta de hace mucho tiempo. Pensando en Santiago, en mi idiota, cada vez que lo recuerdo sonrío naturalmente; mi corazón ahora latía más rápido de lo común. Pero se sentía bien. No dejaba de mirar la pared que comunicaba nuestras habitaciones, imaginar que al otro lado él esta allí, descansando, trabajando, divirtiéndose, bañandose, ok no; en eso no debo pensar, mis mejillas se ruborizaron un poco,  mejor dicho bastante.

Mientras estaba envuelta en mis pensamientos recibo una llamada de Laydi
-¡Hola Sofía!
-Hola, ¿Por qué tan emocionada?
-¡Te debo contar algo genial!
-Sí, dime
-¡Pero debemos vernos!
-¿Dónde?¿A qué hora?
-¡Ahora!, ya terminamos de trabajar, en la cafetería- después de arreglarme un poco, salí muy alegre.

Sentía que todo estaba bien, era feliz, mi mundo se volvía totalmente de colores, por el simple hecho de haber visto a mi idiota favorito. Aunque sé que no debería quererlo tanto, no sé si sea el esposo de Marlene, o tendrá ya formada una familia y me estoy haciendo ilusiones.

Pero por ahora sigo con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando llego a la cafetería, como siempre aún no estaban Karla y Laydi, y para esperarlas, me pedí un capuchino; cuando me lo sirvieron en la mesa, llegaron silenciosamente, sin darme cuenta
-¡Buh! Ya llegamos- dijeron asustándome
-¡Que bueno!- dije mezclando mi capuchino muy contenta
-¿Estas enferma?- dijo Karla
-No, estoy de maravilla
-¿Y por que tan feliz?
-Por que debo contarles algo genial que me pasó ayer
-¡Entonces todas estamos felices!- dijo Laydi
-¿Que querían contarme?
-¡Adivina!- puff soy muy mala para adivinar
-¿Les subieron el sueldo?
-No
-¿¡Conocieron a Maluma!?- dije muy alegre, parándome de la mesa
-¡No Sofía!, Tú y tu Maluma siempre
-Es qué eso sería muy genial- dije rascando mi cabeza y riéndome
-Mejor te decimos, por que si no, nos quedamos toda la tarde aquí- dijo seria Karla
-¡Es que nuestro jefe nos invitó a una fiesta!- mis ojos se abrieron como platos, sin ninguna expresión
-¿A ustedes dos?
-Sí, ¿No te emociona que vayamos?
-Sí, solo me sorprende- dije agachando mi mirada; será que él se esta enamorando de alguna de ellas
-Bueno precisamente a nosotras dos, no- dijo Laydi especificando
-¿Cómo?
-En realidad es una fiesta, por los grandes avances y crecimiento de la empresa- di un suspiro de calma- ¿Te pasaba algo?
-No, pensé otra cosa
-¿Como qué?
-No importa
-¡Ahora dinos que te hacia tan contenta!
-Es que... Yo... Él...- no sabía ahora si decirles, ellas están emocionadas por Santiago
-Ten confianza, te apoyaremos en lo que sea
-Es qué, Santiago esta en Francia
-¿¡Ese Santiago esta aquí!?
-Sí- pude ver sus caras de enojo
-Un día que lo vea, le romperé la cara, por romperte el corazón
-Tranquilas, es que... Ustedes ya lo conocen
-¡¿Que?!- abrieron sus ojos muy grande
-Sí y lo ven todos los días
-¿Quién es ese?- dijo Karla
-¿Donde está?- dijo Laydi
-Es Santiago Cooper
-Sabemos que se llama así, queremos que nos digas...- dijo Karla, pero Laydi le interrumpe
-Espera un momento- hizo una expresión de recordando algo- ¿se apellida Cooper?
-Sí, se los había dicho antes- ella se miran entre sí, sabiendo lo que pasaba
-¿¡Es nuestro jefe!?- asentí con la cabeza
-¿Es broma?- preguntó Karla
-No, nunca pensé que fueran la misma persona
-Esto es una completa locura- dijo Laydi agarrando su cabeza
-Pero, no parece que fuera malo, se ve serio y responsable
-Sí, se nota que ha cambiado- agache mi mirada
-Sabiendo esto, quiero que sepas que no te preocupes por nada- dijo sentándose a mi derecha Karla
-Sí, nosotros le daremos su merecido- dijo sentándose a mi lado izquierdo Laydi
-Chicas, no quiero que se metan en problema
-No, lo haremos lo menos notable- dijeron riéndose entre ellas.

Sí que me preocupo por Santiago, por que las caras de mis amigas no son nada iguales de agradables que antes.

Llegué al hotel y justo cuando subí al ascensor, a lo lejos viene Santiago corriendo hacia mí, ¡Que hago! Íbamos a estar solo los dos en el ascensor, entonces apreté rápido un botón y las puertas se cerraron justo cuando estaba a punto de llegar.

Lo siento, pero no me gustaría ilusionarme más de lo que estoy; no quiero decepcionarme como antes.

Se despide Jhoselyn 😢.

Me enamore de un popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora