Capítulo #65

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Ya por la mañana estaba en la oficina esperando a Melissa que estaba empacando en su carro los utensilios que utilizaríamos como las luces, cámaras y el fondo.

Cuando terminó, nos dirigimos de inmediato a la sala de fotografías que quedaba a media hora de allí. Cuando subimos estaba el gerente y en cinco minutos llegaría el jefe. Preparamos todo, y yo estaba muy nerviosa
-Tranquila, se que lo harás bien- dijo mientras ponía sus manos en mís hombros
-Gracias por tu apoyo, pero tengo miedo a que no salga bien
-Entiendo, pero confía en ti, eres buena en esto, es tu sueño- sonreí
-Iré al baño un momento- dije mientras entraba al baño que se encontraba justo al frente de la escenografía.

Me miré al espejo y me dije a mi misma- ¡Tu puedes, eres grande, luchadora y sobre todo decidida!, ¡Tu puedes hacer lo que quieras! Solo hay que tener deseo y emoción en tu trabajo- luego escuchó que tocan la puerta- ¡Ya llegó, sal para empezar!- dijo Melissa al otro lado de la puerta.

Respire profundo y abrí la puerta, de pronto miro al frente y giro de inmediato y vuelvo a entrar al baño.
¡Estoy loca! Acabo de ver a Santiago allí afuera, ¡Sofia tranquila!, los nervios te hacen ver cosas raras, cuando estaba apunto de volver a abrir la puerta- ¡Ahhh no puedo!- volví a voltearme, abrí unos centímetros la puerta para observar bien.

¡Y sí! Era Santiago, ¡Qué hace aquí! ¿Era el jefe de PNB Paribas? ¡Debo tomarle foto!, ¡¿Como me voy de aquí?!, vuelvo a escuchar golpes en la puerta- ¡¿Sofía estas bien?! Necesito que salgas- dijo de nuevo Melissa
-¡Sí, ya salgo! Es que... Me duele el estómago
-Ok, pero apurate- tenia que inventar algo y no encontré otra respuesta.

Sofía ¡Respira! Sofía ¡Tu puedes!. Cuando intento salir, Sofía ¡Respira! Sofía ¡Me muerooo!.
¡No sabia que hacer! y como tenía una chamarra, me la puse y me coloque el gorro que venia en ella, vi unos lentes oscuros que estaban colgados en el baño, y me los puse. ¡Ok, así no se acordara de mi!- ¡Sofía apurate!- dijo de nuevo Melissa y abrí la puerta lentamente
-¿Por qué estas vestida así?
-Es que me dio un poco de frío
-¿Y por qué tienes unos lentes de sol, si estamos aquí adentro?
-Los reflectores me lastiman las vistas- ¡Dios que tonta respuesta!
-Bueno, te noto extraña, vamos allá está- señaló hacia Santiago y sí, era él, el chico que aún después de años no salía de mi cabeza; estaba conversando con unos señores, se veía tan bien y elegante
-Cierra la boca Sofía, se te corre la baba- dijo Melissa
-¡¿Que?!¿Yo?- ella ríe de mi expresión.
-¡Estamos listos!- gritó Melissa y él fijo esos hermosos ojos azules donde nos encontrabamos- ¡Vamos Sofía! Tu puedes- dijo jalandome hacia ella.

Él se colocó en la mitad y yo tenía la cámara en mis manos, pero me temblaban demasiado, tuve que poner un soporte para sostener la cámara
-¿Se encuentra bien?- dijo Santiago, casi muero al escuchar de nuevo su voz, asentí con mi cabeza y empecé.

Era tan perfecto, cada pose, cada gesto, cada mirada, ¡todo era hermoso! Luego de unas 200 fotos, se despidió de todos, agradecido por nuestros servicios, cuando de pronto se acerca a mi; yo me quede parada sin poder respirar
-Fue genial tu trabajo- y extendió su mano y yo aún no lo dejaba de mirar; me di cuenta que lo había dejado con la mano extendida, el sonríe, y toma mi mano y la junta con la de él- Mucho gusto, me llamo Santiago Cooper, ¿Y tu?- simplemente no podía hablar y a lo lejos escucho como lo llaman- Debo irme, tengo trabajo por hacer, gracias por tu servicio y por cierto, lindas gafas-  dijo apuntando a los lentes que llevaba puestos y se marchó.

¡Que acaba de suceder! No puedo creer que él este aquí, aquel chico que me volvía loca en la preparatoria ¡esta aquí!.

-Sofía, mandame por correo esta noche las fotos para editar cualquier fallo de luz- dijo Melissa
-Sí- me giré y me retiré los lentes y los deje en el baño, gracias, cualquier persona que haya dejado estos lentes aquí, me salvó la vida.

Ya en casa, mientras revisaba las fotos, quede embobada mirando cada una de ellas, era obvio que guarde una en mi computadora; seleccione 50 fotos de todas, ya que las distintas salían borrosas o la luz no dejaba ver su hermoso rostro; y se las envíe a Melissa.

Santiago

El día de la sesión de fotos, hubo algo extraño, el fotógrafo estaba totalmente cubierto, tal vez tenga alguna enfermedad o algo. Me gustó su forma de trabajar, ya que lo hizo rápido y sin problema, aunque en ocasiones sus manos temblaban.
-¿Se encuentra bien?- dije, ya que veía que estaba demasiado nervioso, él asintió que sí. Al comienzo pensé que era hombre, ya que no se podía observar su rostro, era extraño, llevaba lentes de sol, dentro del edificio.

Pero cuando fui a agradecerle pude observar la figura de su rostro, esos labios me recordaban a alguien, pero no sabía a quien
-Fue genial tu trabajo- dije en tono de agradecimiento, extendí mi mano, pero no me saludaba, tal vez estaba nerviosa- Mucho gusto, me llamo Santiago Cooper, ¿y tu?- cuando estaba dispuesto a escucharla el gerente me llama- Debo irme, tengo trabajo por hacer, gracias por tu sercicio y por cierto, lindas gafas- dije señalando sus grandes gafas, se veían muy grandes para ella, ya que cubrían hasta sus cejas.

Regresé al trabajo a seguir haciendo mis labores de jefe.

Regresé al trabajo a seguir haciendo mis labores de jefe

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Me enamore de un popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora