Capítulo #68

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Era Lunes por la mañana, y como todo el fin de semana he estado comiendo fuera de mi cuarto, no había utilizado mi cocina y como era de mañana debía preparar mi desayuno, pero se me había olvidado pedirle mi sal a Santiago, como en dos horas debía ir a trabajar, necesitaba la sal. Aún seguía con mi pijama, y me daba un poco de vergüenza ir a pedirle que me la devolviera. Pero al final fui.

Llegue y toque la puerta, pero nadie abría, cuando toqué por ultima vez, la puerta se movió un poco hacia atrás, estaba abierta; miré un poco- ¿Santiago?, ¿Estas aquí?- pero nadie salía, me preocupé un poco, y me dispuse a entrar- Santiago, ¿Podrias devolverme mi sal?- ahora que me fijo, su habitación esta muy desordenada, de pronto escucho una puerta abrirse.

Giro y Santiago estaba allí, ¡Sí!, ¡Pero llevaba solamente en una toalla de la cintura hacia abajo!. ¡Mierda!, ¿¡Que hago!?, me quedé parada intacta mirándolo, y el notó mis nervios
-¿Que haces en mi cuarto?- dijo riéndose, me puse de espaldas para no mirarlo más
-So-solo quería m-mi sal
-Ok, ya te la traigo- aún escuchaba sus pequeñas risas desde lejos- Aquí está- dijo muy cerca de mi oído, sentía como mi alma se iba de mi cuerpo
-Gra-gracias- y caminé lentamente para salir
-¡Espera!- me detuve aún sin girar a verlo -En mi trabajo harán una pequeña reunión, para celebrar los avances de mi empresa...
-Sí, ya lo se
-¿Quién te lo dijo?- de nuevo pensé en voz alta
-Digo... que sé que tu empresa va muy bien
-Sí, y quería saber ¿Si quisieras ir a pasar un rato? Ya sabes eres mi amiga y me gustaría verte allí
-Debo ver si tengo espacio en mi agenda- me hize la importante, aunque por dentro me moría de la felicidad
-Ok, también puedes llevar a tu novio
-¿Mi novio?- giré, aún teniendo la cara muy roja, confundida
-Sí, Liam
-¡No!, Liam no es mi novio, solo es mi amigo, ¡No es nada para mi!, ¡Solo un amigo!- veo como sonríe, es tan lindo, ¡Sofía concentrate!- Además no debo darte explicaciones a ti- crucé mis brazos
-No te las estoy pidiendo- frunci el ceño, era cierto, yo sola empecé a hablar. De pronto hubo un gran silencio
-La pijama de conejo era mucho mejor que esa- ¿se acuerda de mi pijama?
-¿Te acuerdas?
-Sí, recuerdo aquella vez que te olvidastes de enseñarme matemáticas- el sonríe, ¡que hermoso que se haya acordado de mi!
-Sí, pero antes era mucho más pequeña y ahora soy mayor, deje de lado aquellas pijamas
-¿Mayor?- dijo acercándose a mi, mirándome fijamente con esos hermosos ojos. Recuerdo que él esta casi desnudo frente a mi y salgo rápidamente.

¡Dios! Por qué produce tantos nervios en mí, ingrese a mi habitación y me di cuenta que estuve mucho tiempo conversando con él.

Me arreglé super rápido y me dirigí a trabajar como siempre.

Santiago

Que sorpresa encontrarme a Sofía dentro de mi cuarto, noté que estaba muy apenada, ya que salí en toalla.

Me llené de alegría al saber que Liam no era su novio, eso significa que esta sola. Entonces podría intentar de ser mucho más cercano a ella.

La invité a la fiesta, ya que deseo verla y charlar con ella más seguido. Ya que cada vez que llego al hotel, ella esta en el ascensor, trato de llegar corriendo, pero las puertas se cierran, ¿o ella las cierra?, justo cuando estoy apunto de entrar.

Llegué al trabajo muy contento, con todas las ganas de dar lo mejor de mí, cuando recibo una llamada de mi padre
-Hola Santiago
-Hola Sr. Cooper- dije muy frío
-Me enteré que la empresa va muy bien
-Sí, he logrado superarme y llevar una empresa yo solo.
-Tienes razón, pero hasta cuando me tratarás con tal frialdad, soy tu padre
-Señor, es mi padre, pero según usted yo no servía para nada, y los padres no mal desprecian a sus hijos, ni los humillan
-Entiende que estaba molesto, ¿¡Como puedes dejar plantada a una chica!?
-¿¡Tu fuistes el que me obligó!? Desde un principio dije que no me casaría con alguien que no amaba
-¡Era por tu bien!
-¿En qué me ayudarías casándome con alguien que no querría?, ¿Que ganaría viendo todos los días una persona que se ilusiona, sabiendo que todo es una farsa?- él se quedó callado- Estoy ocupado, chao- y colge.

Tal vez suene exagerado, pero nunca permitiré que mi padre elija mi vida. Por algo es mia.

Estaba estrezado y pedí a una de mis secretarias que me trajera un poco de café. Cuando traía el café, tropezó y lo regó sobre mí. Me calme y no la culpe, fue un accidente y a cualquiera le puede pasar.

Luego llamo a otra secretaria para que me trajera algo para poder secarme
-Lo lamento, pero no hay nada
-¿Un papel?
-¡Que no hay!- de pronto veo como mis secretarías, se han vuelto un poco mas amargadas que antes.

Al parecer hoy no es mi día.

Se despide Jhoselyn.

Se despide Jhoselyn

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Me enamore de un popularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora