Hagamos un plan!

140 9 0
                                    

Darién

Amanecí de muy al humor tuve un montón de sueños con Serena y ese tipo, ya no sabía qué hacer, necesitaba golpear algo necesitaba hacerlo, necesitaba sacar toda esta rabia, toda esta furia, porque cada vez que cerraba los ojos, seguía viéndola a ella, mi estúpido cerebro no había podido desterrarla de mis pensamientos, de mi ser. No podía soportarlo. Ella se había ido. No podía quitármelo de la cabeza. Se había ido con otro..., . Con amigos de la universidad, querían conversarme, Todos se acercaron. Ni hablar, yo no tenía ganas de charlas. Lo único que quería era estar solo, estar a mi burbuja, iba a marcharme de allí cuando Andrew se puso delante.

-Espera, Darién; me paró. Entonces, dirigió una mirada a Cobayashi y a unos compañeros más que no me gustó ni un poco. Algo se traían entre manos, algo que no me iba a apetecer nada. Ya me temía lo que era.

-¿Qué pasa?, resoplé.

-Ya sabes que esta noche daremos una fiesta en mi casa...

-No, le respondí, con contundencia, antes de que me hiciera la pregunta.

-¿Por qué no?, siguió Cobayashi. Lo pasaremos genial

-No me apetece; respondí

-Venga, Darién, continuó Andrew, habrá música, comida, cervezas, chicas...

En cuanto enfatizó esta última palabra mis pupilas se fueron solas para clavarse en las suyas con una mirada asesina que hizo que agacharan un poco la mirada.

-No me interesan las chicas, gruñí.

-Vamos, Darién, déjanos ayudarte, dijo Andrew mientras me tocaba el hombro Hace casi 4 meses de lo aquello, deberías pasar página y salir con alguna chica. No pasa nada porque...

-He dicho que no, le corté; Para mí las mujeres ya no existen.

-¿Y vas a estar el resto de tu vida así?, rebatió, enfadado. ¿Vas a pasarte la vida pensando en Serena?

Escuchar su nombre hizo que mi corazón pegase un salto, mandando a mi mente mensajes para que empezase a llenarse de flashes que chisporroteaban y que traían esos recuerdos que ahora eran demasiado dolorosos y que se retorcían en mi cerebro con maldad.

-No vuelvas a mencionar ese nombre, escupí rabioso.

-Andrew, déjalo ya, le advirtió Cobayashi regañándole. Pero Andrew siguió.

-Deberías de fijarte en alguna chica y olvidarte de ella de una vez.

-Sabes que para mí ya no hay más chicas confesé con rabia; Ya no.

-¡Vamos, Darién!, protestó;¡¿es que vas a pasarte el resto de tu vida esperando a que vuelva?!

-¡Tú no tienes ni idea!, grité, sin poder evitar mostrarle mi ira

-¡Todos la echamos mucho de menos, estamos deseando que vuelva, pero no va a hacerlo, Darién tienes que asimilarlo de una maldita vez para seguir tu vida! ¡Serena no va a volver!

-¡ELLA VOLVERÁ!, chillé, con furia.

Los dos me miraron con ojos de sorpresa que lo decían todo. Les di la espalda, rechinando los dientes, y salí de allí a toda velocidad, Corrí todo lo que me dejaron mis piernas llegue a mi moto y Salí disparado de allí, para que dejasen a mi torturado cerebro en paz. Intenté no pensar en nada durante mi trayecto, concentrarme solamente en la simple acción de mirar al frente pero era imposible. Otra vez sentía esa rabia dentro de mí. No tardé mucho más en llegar a mi departamento, me dirigí a mi balcón y me senté para no pensar en nada. Pero era demasiado tarde. Andrew ya había hurgado en la herida y ésta

El Despertar De Sailor CosmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora