Recuerdos

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Parte 1

Serena

-Serena!, oí mi nombre como si me llamaran, abrí los ojos poco a poco, Noté que el anillo Otra vez Vibraba como nunca lo había hecho y ahora quemaba, ardía. Ardía como si fuera de fuego y apretaba mi dedo como si quisiera sujetarme. Intenté quitármela, sin embargo, fui incapaz de hacerlo, además, me quemaba los dedos. Lo dejé por imposible. Ya la cortaría o la arrancaría después. Empecé a divisar la habitación y me dirigí a la terraza. No sabía a dónde estaba, empezó a llover yo me acerque más a la baranda y empecé a observarme y vi que tenía moretones en mi cuerpo, pero como lo hice pensé, Ahora la lluvia la sentía caliente al contacto con mi helado cuerpo. Oí la puerta abrirse y entrar a Un hombre, se quedó a unos pasos detrás de mí. Entonces gire para poder verlo.

Darién

Entre a la habitación y vi la cama vacía, me asuste y empecé a buscarla, la halle en la terraza, parada bajo la lluvia, me pare detrás de ella, mojándome también, entonces giro para verme, Sin embargo, no podía engañarme, no era ni mucho menos como yo lo había soñado. Ella estaba aquí, inmóvil, ni siquiera se había acercado a mí, no había arrepentimiento. Aunque tenía que reconocer que si hubiera venido hacia mí para abrazarme como si nada, no sé qué hubiese hecho. Me habría chocado mucho, la verdad, puede que hasta la hubiese rechazado, y eso habría sido peor. En el fondo agradecí esa prudencia por su parte, sus preciosos ojos reflejaban otra cosa, confusión? Era tan hermosa, esa palabra se quedaba demasiado corta. Noté cómo mí cara de idiota reflejaba lo maravillado y deslumbrado que me había quedado ante tal visión. Por un momento me pareció que ella también sentía lo mismo que yo, pero estaba claro que era mi desesperación y dolor los que producían ese delirio. Tuve que parpadear varias veces como un tonto para volver en mí. Me obligué a hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad con el fin de no abalanzarme sobre ella para besarla. Apreté los puños con fuerza y Contuve todos esos estúpidos y débiles instintos y sentimientos. Porque no podía olvidar el daño que ella me había hecho. Por su culpa ahora estaba muerto en vida.

Serena

El hombre se quedó mirándome embobado no entendía el porqué, pero tengo que decir que es muy guapo, lo mire los ojos, tenía unos hermosos ojos azules, pero me miraban con cólera, ira?, seguía quieta sin moverme solo nos mirábamos, sin saber porque pero sentía que lo conocía, quería acercarme a su lado, tocarlo, abrazarlo pero me invadió el miedo, por la forma de cómo me miraba, respire hondo, sentí una calidez en mi cuerpo, esa boca, ese cuerpo me era muy familiar. Tome una gran cantidad de aire para hablar.

-Hola; calle unos segundos; Quién eres?;pregunte con nerviosismo y ansiedad.

Darién

-Hola, Quien Eres?; habló, se notaba que con un nudo en la garganta, Su hermosa y celestial voz hizo que la mirara a los ojos, llevándome la mano a la nuca, nervioso y agitado. Mi corazón no conseguía volver a su ritmo de siempre. ¿Que quien soy?, Tuve que inspirar bien hondo para relajarme un poco, y aun así, fui incapaz. No podía, no podía hacerlo. No podía llevarla a esa montaña y estar cerca de ella varios días, era demasiado doloroso para mí. Mis dientes rechinaron. Qué quien soy, que ahora no me recuerda, Traidora...Sin pedirme permiso, mis patéticas pupilas se clavaron por un instante en las suyas, Mierda, ni hablar! No, no estaba dispuesto a pasar por lo mismo otra vez. Todavía estaba pagando mi condena infernal. Que la llevase las scouts. Ni siquiera le hablé. Me di la vuelta, rabiado, y comencé a caminar dirección a la puerta.

Serena

Vi al chico pasar por la sorpresa al oírme hablar, de la cólera a la ira en un segundo, pero porque se molestaba tanto, no creo que le haya faltado el respeto preguntándole quien es, vi la furia en su mirada, se giró y se dirigió a la puerta, molesto pero cuando estuvo a punto de hacerlo, giro a verme y Su rostro se llenó de furia y empezó a caminar hacia mí. Cuando dio el segundo paso, empecé a girarme, buscando un lugar donde esconderme, Antes de que me diera tiempo a levantar el pie, me agarró de la muñeca y tiró hacia él, obligando a mi cuerpo a estamparse contra el suyo. Me sujetó la cintura con una mano y la espalda con la otra, encarcelándome con

Sus brazos para que no pudiera retroceder, y pegó sus labios a los míos sin que me diera tiempo a reaccionar.

Sus labios eran tan ardientes, que me abrasaban, pero los míos no hicieron nada para apartarse de ellos.

Nuestros labios se movían juntos con ferocidad e intensidad mientras jadeábamos con la misma fuerza. Los suyos actuaban con furia, empecé a ver la imagen borrosa, Algo estalló celoso dentro de mí de repente. Un pensamiento, una certeza. La certeza de que él Tenía que ser mío. No. Él era mío. ¡Mío, mío, mío!, se repetía de manera enfermiza una y otra vez en mi cabeza. Se produjo un cambio en mi cuerpo cuando algo caliente empezó a correr por mis venas. Me estremecí cuando lo sentí, Sin embargo, ese calor no quemaba, me aliviaba. Sus labios ya no se movían con furia, pero yo seguía viendo la imagen borrosa en mi cabeza, Anhelaba ese calor, lo quería, lo necesitaba, lo deseaba. Un gemido sordo salió de mi garganta al notar el placentero calor. La imagen comenzaba a aclararse un poco. Empecé a notar la calidez de su cuerpo al mío. Bajé las manos hasta su cintura y las metí por debajo de su camiseta, las arrastré para tocar la piel de su espalda. Todo él estaba mojado, pero estaba muy caliente. Me pegué más al chico, apresándole con mis manos no se movió ni un centímetro. Metió sus manos bajo mi blusa y me estremecí cuando las deslizó con suavidad, acariciando mi cintura y subiendo por mi espalda hasta que me apretó con fuerza contra él. El calor fue extendiéndose poco a poco, ganando la batalla al frío. Lo noté mezclándose con mi sangre, descongelándola, corriendo por mis venas,

Hasta que llegó al corazón, que era lo único que seguía helado. Mi corazón empezó a calentarse lentamente mientras nos seguíamos besando. Los labios del chico eran tan suaves y se movían sin furia ninguna. No había rastro de ella. Ahora era otra cosa, algo muy cálida y extremadamente placentera.

La imagen empezaba a aclararse más. El calor llevaba algo consigo, un mensaje. Llevaba un sentimiento. Un sentimiento que era lo único que podía curar. Eran los sentimientos del chico lo que sentía por mí. El calor se clavó en mi corazón, obligándole a sentir ese mensaje. La fina capa de mi prisión de Crystal que quedaba se quebró y estalló en miles pedazos gracias a sus besos, El sentimiento era amor. Amor verdadero. El Chico me amaba...no...Darién, Mi Darién me amaba. Además, estaba enamorado de . De ti, repitió y recalcó el calor. En ese mismo instante, Retiré mis manos de su espalda y las subí a su cuello para abrazarle y acariciarle con deseo. Ahora nos besábamos con amor y pasión. Esa energía mágica y hechizante que nos envolvía era intensísima. Ahora mi corazón latía con tanto furor, que mi pecho palpitaba con cada acelerado latido. E anillo ya no me quemaba, dejó de vibrar y se aflojó. La imagen de mi mente pude ver con suma claridad, con una vista cristalina, la visión que mostraba al otro lado. Las imágenes se Abrieron ante mí, retrocediendo en el tiempo. Hasta que se pararon en una escena. Era yo. El día que conocí a Darién, cuando vio mi examen y se burló de mi por mi mala calificación Al ver esta imagen, el destino me había regalado lo mejor que existía en el universo.

Sólo sentía amor Seguí mirando la visión. Estavez, me vi cuando supe que Darién era Tuxedo Mask, La visión volvió a cambiarde escena, cuando recordé y me convertí en la princesa Serenity y Darién Recordóque era Endymion, De repente, vi con los ojos de Darién, Vi el motivo porque seguía en este mundo; elamor por mí, el amor por Rini, el odio hacia sus enemigos, el cariño por laschicas, él mismo; Vi cómo un montón de fuerzas, lo enganchaban a mí, haciéndolegirar a mi alrededor como si yo fuera el centro de su universo. Y entonces, depronto, vi cómo sucedía algo increíble, mágico y maravilloso. Un clic seoyó en mi cabeza, como si este beso fuera la fuerza que girara la llave queabría todos mis recuerdos, y salieron todos esos sentimientos multiplicadosinfinitamente para mostrarse al fin ante mí. Miré sus ojos por vez primera.Sentía su reclamo, quería hacerme suya. Yo también me ponía a girar a sualrededor. En ese momento, lo hacíamos los dos. Yo giraba a su alrededor y él,a su vez, al mío. Él también era el centro de mi universo. Dos constelacionesmoviéndose unidas en un baile armónico, como si fueran una. A pesar de que mislabios no querían despegarse de los suyos, terminó el beso.     

El Despertar De Sailor CosmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora