Obsesionado [DAEJAE]

Parte 6

Daehyun estaba mirando por la ventana, ignorando por completo a la maestra hablando. Vio como las ramas de los árboles se balanceaban suavemente con el viento y deseaba sentir el aire primaveral en su rostro. Habría abierto la ventana y dejado entrar el aire fresco, pero algunos de sus compañeros de clase eran alérgicos al polen que transportaba el viento. Normalmente a Daehyun le importaría una mierda y abriría la ventana de todos modos, pero la fría presencia de Youngjae no lo permitiría. 

Desde aquel día neblinoso de la escuela, hace nueve días, Youngjae obligaba al moreno a portarse bien y a «ser un ser humano decente», como diría el fantasma. Cumpliendo su promesa, el adolescente muerto se había establecido en la casa del mayor y no se había separado de él. Era demasiado molesto y Daehyun estaba tratando de no estallar por la ira. Cada vez que miraba esa cara etérea, su madre fallecida aparecía en su mente y lo perseguía por el resto del día. 

Por extraño que parezca, Daehyun en realidad se había acostumbrado a la presencia de Youngjae, aunque el más joven siempre encontraba la manera de ponerlo furioso. Nunca hablaba con el moreno y cuando abría la boca, solo hablaba sobre el trato y regañaba a Daehyun para que cumpliera con su parte. El mayor había descubierto que si se portaba bien, Youngjae lo dejaría en paz. Tenía que seguir fingiendo durante dos meses y después de que el fantasma ya no estuviera, volvería a su antiguo yo, el imbécil que todo el mundo odiaba y temía tanto. 

Ser amable no era nada fácil. Era difícil disculparse con alguien u ofrecerles tu ayuda cuando en realidad solo querías golpearlos en la cara y gritarles. Los estudiantes comenzarían a susurrar y cotillear cada vez que Daehyun pasaba de largo. Todo el mundo se preguntaba qué diablos le había pasado al matón de la escuela. Daehyun se había acostumbrado a los susurros y los chismes, pero a veces lo ponían nervioso. Pero no podia hacer nada al respecto. No podía comportarse mal, porque él siempre estaba observando. 

Incluso ahora podía sentir la fría mirada de Youngjae en la parte posterior de su cabeza, pero había decidido ignorarlo. Gracias a las quejas y amenazas del fantasma, las calificaciones del matón habían aumentado un poco, sorprendiendo a todos los maestros y dándoles un poco de esperanza para el alborotador. Pero Daehyun no estaba de humor para prestar atención a la clase de hoy. Nunca lo estaba en realidad, pero no tenía otra opción. "Tienes que prestar atención. Es tu trabajo", Daehyun escuchó esa maldita y melódica voz reclamar nuevamente. Realmente le molestaba a Daehyun que él era el único que podía ver al fantasma porque eso le daba a Youngjae la oportunidad de decir o hacer cualquier cosa y Daehyun no podía responderle sin parecer que se había vuelto loco. 

Daehyun rodó sus ojos y continuó mirando por la ventana. Se está acercando ... el aniversario de la muerte de mi madre. Realmente espero que papá no venga aquí. No quiero lidiar con él en la situación en la que estoy ahora. 

"¿Te olvidaste de nuestro trato?" El moreno oyó al fantasma hablar de nuevo. Soltó un gruñido que solo Youngjae podía oír y continuó ignorándolo. "Bien, sigue ignorándome. Ignora nuestro trato. De esa forma perderás y te haré sufrir", fue una respuesta molesta. 

Daehyun maldijo dentro de su cabeza. Su brazo todavía le dolía cada vez que lo pensaba, pero sabía que no tenía que tomar en serio las amenazas de Youngjae. Había aprendido que al fantasma no le gustaba o no tenía agallas para lastimar a alguien. Poniendo a un lado la escena con las tijeras, la criatura de pelo negro no había hecho nada para lastimar al moreno. Hubo una vez en la que hizo subir a Daehyun al techo de una casa para salvar a un gatito callejero, Dios sabe cómo se metió en ese lió en primer lugar, pero eso fue todo. Lo único que haría sería amenazarlo sin hacer nada. Él nunca cumplió sus amenazas. 

Tal vez no es tan malo después de todo, pensó Daehyun y apoyó la cabeza en su brazo apoyado. Pero el día que se vaya será el mejor día de mi vida.