"Definitivamente no pasaste esa prueba".
"No me importa".
"Debería", dijo Youngjae molesto.
"Pero no", Daehyun respondió, igualmente molesto.
El moreno caminó en silencio con Youngjae flotando tranquilamente junto a él mientras fruncía el ceño. Estaba mirando fijamente el cemento gris del pavimento, perdido en sus propios pensamientos. Simplemente no podía quitar el monólogo de Youngjae de su cabeza y su sueño con su madre todavía estaba atormentando su cerebro. Había demasiadas cosas sucediendo en este momento y Daehyun pensó que se volvería loco por todas estas cosas raras.
Algo estaba pasando dentro de él. Una batalla de sentimientos. Él ya no sabía qué pensar de sí mismo. Podía sentir que una parte de él estaba cambiando lentamente y temía eso. Temía convertirse en la persona que alguna vez fue. Alguien débil e indefenso. La pared protectora que había construido a lo largo de todos estos años se estaba desmoronando, liberando las emociones que había intentado mantener, las emociones que lo debilitarían. La primera emoción que escapó fue simpatía, simpatía por Youngjae, y fue seguida rápidamente por la compasión.
Daehyun estaba feliz de que la emoción más peligrosa que estaba manteniendo cautiva detrás de esas paredes protectoras todavía estaba donde debería estar. Esa emoción estaba luchando para liberarse de los lazos de miedo y odio que la estaban reprimiendo, pero no tenía suficiente poder. Perdió todo su poder cuando la madre de Daehyun murió y el niño moreno se dio cuenta de que el amor no podía traerla devuelta.
"¿Daehyun? Daehyun. ¡Yah, Daehyun! ¡Maldita idiota, escúchame!" Dicho chico levantó la cabeza. La voz de Youngjae -gritando - detuvo su línea de pensamiento. Miró al fantasma con una expresión desinteresada y alzó las cejas. "¿Qué?".
"¿Escuchaste algo de lo que dije?".
"¿De qué estabas hablando?".
Youngjae suspiró y le dio al otro una mirada suplicante. "Tienes que tomar tus responsabilidades más-".
"No, no escuché nada", Daehyun interrumpió al otro y volvió a ignorarlo. Necesitaba un poco de silencio para pensar y el fantasma estaba haciendo exactamente lo contrario. Él siempre estaba hablando de cómo Daehyun debería tomar su trato más en serio y que solo le quedaban dos meses. El moreno no podía soportarlo más, todo este regaño lo estaba volviendo loco. Estaba haciendo todo lo posible por ignorar la fría presencia, pero últimamente le resultaba difícil hacerlo. Pensó que Youngjae lo castigaría por no escuchar nada de lo que estaba diciendo, pero la criatura de pelo negro se enojaría, lo miraría con furia y le gritaría. Sus reacciones fueron un poco tiernas, Daehyun tuvo que admitir eso. Era divertido ver al joven frustrado y siempre hacía sonreír a Daehyun.
Eso fue otra cosa que molestó al moreno. A él realmente le gustaba tener al fantasma cerca, pero nunca lo mostraría. Estaba tratando de convencerse a sí mismo de que solo fue por costumbre y eso fue todo. Pero él sabía que era una mentira. Y como si eso no fuera suficiente, parecía que Youngjae había dejado de odiarlo. Sí, se enojaría muy seguido, pero el obvio odio que sentía por el moreno había desaparecido, sin dejar rastro alguno.
Todas estas cosas confusas estaban sucediendo y Daehyun no sabía qué hacer. Tenía que ordenar sus pensamientos, pero para hacer eso se requería el silencio y Youngjae no estaba dispuesto a dárselo al mayor. Si él no me va a dejar solo por su propia voluntad, voy a tener que hacer algo al respecto. "Creo que olvidé algo en la escuela". La mentira salió sin una pizca de titubeo.
"Si se trata de tu paquete de cigarrillos, no te molestes. Lo tire a la basura", dijo Youngjae.
Los ojos de Daehyun se ensancharon ante las palabras. "¡¿Que hiciste qué?!".
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Obsesionado [DAEJAE]
FanfictionYoo Youngjae no era nada especial. Todo el mundo lo sabía. No tenía ningún rasgo o talento especial, no participaba en actividades o clubes, no tenía amigos. Era un chico normal, con notas ordinarias y una vida normal. Si él se describiera a sí mism...