Obsesionado [DAEJAE]

Parte 3

¿Qué demonios es lo que me pasa? ¿Por qué estoy llorando? Daehyun caminaba a paso rápido por los pasillos vacíos de la escuela. No le importaba abandonar la escuela de nuevo. Solo quería ir a un lugar silencioso donde pudiera pensar. El baño de hombres fue el único lugar en el que pudo pensar, así que allí fue a donde se dirigió. Entró en la pequeña habitación y le agradeció a Dios que nadie más, aparte de él, estuviera allí. Tiró su mochila descuidadamente sobre el piso de baldosas y se paró frente a uno de los lavabos, mirando su reflejo en el espejo frente a él. Se secó las lágrimas con enojo y respiró temblorosamente. 

"¿Qué coño acaba de pasar? ¿Qué demonios estaba haciendo ese marica allí?" se preguntó e hizo una mueca ante la imagen del niño más joven. Nunca había esperado ver a Youngjae allí. Pensó que era el único en toda la escuela que le gustaba ir a ese lugar para pensar. Aparentemente, estaba equivocado. La forma en que el menor parecía tan relajado demostró que no era la primera vez que estaba sentado bajo ese árbol. 

Daehyun tampoco había esperado que Youngjae tuviera una voz tan hermosa. Ni siquiera sabía que la cabeza negra podía cantar. Diablos, ni siquiera había escuchado al chico hablarle como a una persona normal. Y me pregunto por qué es eso. 

El moreno apretó con más fuerza el fregadero de porcelana. La ira estaba hirviendo dentro de él mientras apretaba los dientes. ¿Por qué me recuerda tanto a ella? Es su voz. Esa maldita voz suya. Puf, ¿cómo puede hacerme enojar tanto? Daehyun gimió y comenzó a pasearse por la habitación. Agarró un puñado de su corto cabello y lo jaló con frustración. He estado tratando de olvidarla y ahora esta pequeña mierda comienza a mostrar su talento. 

Daehyun golpeó la pared junto a él con todas sus fuerzas. Siseó ante el intenso dolor que le atravesó el brazo y miró al suelo. Todo es su culpa. Es por culpa de él que estoy lastimado de nuevo. Lo juro, lo golpearé hasta que se desmaye y no es lo último que haré. Pagará por lo que hizo. 

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Youngjae se sentía un poco mejor de lo normal. Sorprendentemente, Daehyun no lo había molestado en absoluto hoy en la escuela. El más joven podía sentir su intensa mirada sobre él, pero eso es lo único que había sucedido; curioso. Podía decir que el mayor se comportaba con calma y tranquilidad, pero no podía decir lo mismo de sus otros compañeros de clase. Las risas, los susurros y las maldiciones estuvieron presentes hoy, como todos los días. 

La escuela había terminado hace tres horas y Youngjae aún no se había ido a casa. En su lugar, estaba sentado en una enorme roca con otras rocas que eran de varios tamaños. Al adolescente le gustaba venir aquí cada vez que quería estar solo con sus pensamientos. Nadie vendría aquí ya que era bastante peligroso, especialmente con todas esas rocas dispersas. Pero Youngjae no tenía miedo de lesionarse o perder la vida. Él vendría y se sentaría en esta roca; lo ha hecho durante años y sabía qué rocas pisar, y cuales lo llevarían a la muerte. 

El chico de cabello negro estaba mirando hacia el lejano océano, perdido en sus propios pensamientos y preocupaciones. Le encantaba mirar el agua tranquila o las grandes olas cuando hacía mucho viento. Había algo relajante en la enorme cantidad de agua salada, al igual que con las tormentas. Youngjae siempre se sentiría tranquilo siempre que hubiera agua involucrada. No sabía por qué, pero levantaría el peso que llevaba diariamente sobre sus hombros. Sintió que su espíritu en pedazos se unía por esos cortos periodos de tiempo, se sentía completo. 

Había llovido temprano hoy así que las rocas estaban resbaladizas pero a Youngjae no le importó. No tenia la suerte de morir en un accidente. 

Lo único que quería hacer ahora era morir. Su vida parecía más insignificante que nunca. No quería irse a casa porque tenía cada vez más miedo de quedarse solo en esa casa grande y vacía. Era tan sin vida y deprimente.