En la semana siguiente, la relación de Youngjae y Daehyun había florecido a algo más que amistad. Ambos estaban enamorados el uno del otro pero no sabían que sus sentimientos eran mutuos. Hoy era el día en que Youngjae pasaría al otro mundo de acuerdo con la madre de Daehyun. Cierto, el fantasma había sentido que se desvanecía cada vez más a medida que pasaban los días y sabía que había llegado su momento, que hoy era el día. Pero lo que no sabía era que él no era el único que temía ese día. Tampoco sabía cómo decirle al mayor que hoy se iría. Pero tal vez sería mejor si él no lo supiera. Quizás de esta manera Youngjae no estaría tan deprimido.
Daehyun rezaba todas las noches a quien tuviera el poder sobre la vida y la muerte para que el fantasma se quedara. No quería ser despojado de otra persona que le importaba con todo su corazón. No sobreviviría a esa otra pérdida.
Los dos niños estaban pasando todo el día en la habitación de Youngjae con Daehyun tomando descansos de vez en cuando para ir al baño o comer. Pasarían su tiempo hablando principalmente porque Youngjae no tenía ningún juego considerando que nunca tuvo amigos. Pero ninguno de ellos se preocupó. Habían aprendido muchas cosas sobre el otro de esa manera y también habían encontrado algunos intereses comunes.
Se suponía que Daehyun iba a la escuela, pero ni a él ni a Youngjae les importaban unas cuantas faltas. Tenían cosas más importantes de las que preocuparse de todos modos.
Todo había sido normal, pero hoy sucedió algo inesperado. Era temprano en la tarde y ambos adolescentes estaban acostados en la cama mientras leían un libro al azar cuando Youngjae escuchó el motor de un automóvil detenerse abruptamente. El fantasma flotó hacia la ventana y sus ojos se abrieron con sorpresa y estupefacción por lo que vio. Un automóvil demasiado familiar estaba estacionado afuera del camino de entrada de la casa y una mujer caminaba hacia la puerta principal con bolsas de equipaje en la mano. ¿Mamá? Youngjae pensó. ¿Que esta haciendo ella...? Parpadeó un par de veces antes de darse cuenta de que tenían un gran problema y el pánico se empezó a alzar en su interior.
"Daehyun, ¡tienes que irte! ¡Vamos, levántate!" Gritó el fantasma y voló hacia el lado de Daehyun. El moreno miró a la criatura de pelo negro con confusión escrita en toda su cara. "¿Por qué? ¿Qué pasa?".
"Mi madre está aquí".
"¿Qué?".
"¡Deja de hablar y levántate! ¡Ella no puede encontrarte aquí! Definitivamente llamará a la policía una vez que te vea". Daehyun hizo lo que se le indico y salió disparado de la cama. Afortunadamente, una semana de solo quedarse en cama había hecho que el dolor se fuera un poco y él pudiera moverse sin muchos problemas. El moreno siguió al fantasma fuera de la habitación, bajó las escaleras y entró a la cocina. "Puedes salir por aquí pero ten cuidado para que ella no te vea. Finge que estás dando un paseo por el vecindario". Youngjae señaló la puerta de atrás y Daehyun no pudo evitar pensar que eran como amantes secretos que estaban a punto de ser atrapados por sus padres. Sacudió su cabeza y rápidamente salió de la casa justo cuando la Sra. Yoo abrió la puerta principal.
El moreno saco un suspiro de alivio y sigilosamente se dirigió al frente de la casa. Solo cuando vio la figura de Youngjae a través de la ventana de la sala se dio cuenta de que el fantasma no estaba con él. Incluso desde este punto Daehyun podía ver el dolor en los ojos desvaídos del otro. Se encontró a si mismo mirando con ojos tristes al pelinegro durante cinco minutos.
Por alguna razón, él no creía que a la Sra. Yoo no le importara su hijo. Por la breve descripción que había recibido de Youngjae ayer por la noche cuando hablaban de cosas al azar, simplemente no se ajustaba a la imagen de una mala madre. Tal vez una madre que trabajaba sin parar para poder cuidar a su familia. Sí, eso parecía más probable.
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Obsesionado [DAEJAE]
FanfictionYoo Youngjae no era nada especial. Todo el mundo lo sabía. No tenía ningún rasgo o talento especial, no participaba en actividades o clubes, no tenía amigos. Era un chico normal, con notas ordinarias y una vida normal. Si él se describiera a sí mism...