Obsesionado [DAEJAE]

Parte 4

 Él no podía dormir. Nunca antes había tenido problemas con el insomnio, pero simplemente no podía conciliar el sueño. Cada vez que cerraba los ojos, su cara siempre aparecía detrás de sus párpados cerrados, mirándolo con esa mirada. Incluso ahora que estaba acostado en su cama, mirando al techo. Era pasada la medianoche y estaba cansado como el infierno pero no podía dormir. Él no quería. 

Él no quería ver su cara. Estaba enfermo y cansado de eso. Él lo odiaba. Odiaba esos ojos llenos de miedo y tristeza. Odiaba el sentimiento de culpa cada vez que pensaba en él. Pero, ¿por qué estaba pensando en él de todos modos? Realmente no lo sabía. Por alguna extraña razón, todo le recordaba a él, incluso las cosas que no tenían nada que ver con él. También tenía esa sensación de estar siendo observado. 

A la mañana siguiente, fue a la escuela con grandes bolsas negras debajo de los ojos. Tenía su mochila alrededor de un hombro con solo un par de libros. Estaba tan cansado que casi se durmió dos veces mientras caminaba. Había decidido que no sería una buena idea ir en automóvil a la escuela hoy, así que, por primera vez en como toda su vida, se fue a pie. Las miradas extrañas que los otros estudiantes le daban una vez que había llegado al edificio hicieron crecer su enojo. Lanzó una mirada asesina a quien tuviera la mala suerte de hacer contacto visual con él. El aura oscura que lo rodeaba lo hacía ver más temible que de costumbre. 

Caminó hacia el banco situado en el lado más alejado del patio de la escuela. Vio a Yongguk y Jongup sentados en el banco con las piernas abiertas y compartiendo un cigarrillo. Jongup levantó la mirada cuando escuchó pasos acercándose. "Hey Daehyun. ¿Qué pasa?", dijo y le ofreció el cigarrillo al mayor. Este último se encogió de hombros y tomó el cigarro casi terminado. Se lo llevó a los labios e inhaló profundamente, llenando sus pulmones con la mayor cantidad de humo posible. Exhaló el humo por su nariz y arrojó la colilla del cigarro al suelo. 

El moreno estaba mirando el suelo sucio, perdido en sus propios pensamientos. Estaba tan somnoliento que no podía pensar con claridad, así que los pensamientos aleatorios iban y venían. Tenía que hacer algo con respecto a toda la situación. Tenía que dormir, incluso si eso implicaba obligarse a sí mismo. 

Al principio pensó que si ignoraba la cara de Youngjae, eventualmente dejaría de pensar en él y podría volver a su rutina nuevamente. Pero la cabeza de cuervo se negó a dejarlo solo. A cualquier hora del día o de la noche, visitaba sus pensamientos y se apoderaba de ellos. Daehyun estaba desesperado. No tenía idea de cómo detener esto y no había dormido durante casi tres días. Todo comenzó después de que él había dejado el funeral hace tres días. Realmente no sabía por qué, pero el adolescente más joven lo estaba persiguiendo. ¿Es porque lo golpee? ¿Estoy pasando por toda esta mierda porque me siento culpable por lo que le pasó a ese marica? Pero, ¿porqué me sentiría así? Nunca me agradó para empezar, ¿por qué todos estos sentimientos estúpidos? ¿Porqué ahora? ¿Es porque él murió? No tuve nada que ver con eso. 

Sí, claro. Sigue diciéndote eso y tal vez algún día lo creas. Fue por tus gritos que el se asustó y resbaló. Tú lo mataste. 

"Daehyun. Hola, ¡Daehyun! ¿Estás escuchándome?", dijo Jongup, el muchacho rompió su argumento interno y miró a sus amigos. Lo miraban extrañados, como si acabara de hacer algo diferente a él. Él negó con la cabeza y se concentró en los dos adolescentes. "¿Qué sucede?" 

"¿Estás bien hombre? Has estado espaciando mucho últimamente". 

"Sí, y te ves como una mierda", continuo el otro. Daehyun frunció el ceño ante el comentario de Yongguk, pero decidió ignorarlo. "Estoy bien". 

"¿Es porque esa escoria murió?" Daehyun levantó la cabeza y miró a Jongup. Había algo en sus ojos que parecía preguntarle si le importaba el incidente de Youngjae. El moreno se burló y una sonrisa apareció en su rostro. "Como si me importara si ese marica viviera o no. Obtuvo lo que se merecía". Los otros dos chicos sonrieron y asintieron con la cabeza.