30- no otra vez y este muggle...

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Paso uno; no llamar la atención, listo.

Paso dos; atraer a la muchacha; listo.

Paso tres; escapar sin llamar la atención, en proceso.

—¿Se puede saber a dónde me llevan? — para no hablar tanto y alargarlo, les resumo; oración, blah blah blah, ofrenda, blah blah blah, corre, blah blah blah, aquí estamos.

—A Hogwarts. —dijo Ximena sarcástica mientras caminábamos a toda prisa.

—¿En serio? —niña ingenua.

—No. Si yo no he ido menos tú. —te lo dije.

—No quiero interrumpir su interesante charla sobre lugares a los que probablemente alteremos la paz, pero necesitamos caminar más y menos hablar, no quiero tener que luchar con momias. —dije y justo en frente estaba la salida a nuestros problemas. —y que suerte la nuestra. —

—o no. — o sí.

—tarde. Todos a bordo. —dije entrando en un auto que encontré y tomaré prestado. Ximena se sentó detrás mientras que la chica de copiloto.

Ximena detrás se abrochaba con todos los cinturones que había disponible y se agarró de los cositos que hay adheridos al techo. La chica abrochándose el cinturón miró a Ximena con rareza. —¿Qué haces? —

—Ignorala. Pero te digo, en mi otra vida fui taxista. —dije sonriendo.

—¿Eh? — Eso fue lo último que escuche de mi querida copiloto... nah mentira, vengo escuchando sus voces desde que salimos.

—¡AHHH! —música para mis oídos.

En una di un tras pies o como se diga, un auto se quería pasar de listo, así que saqué la mitad del torso por la ventana gritando—¡OIGA INCONSCIENTE VEA POR DONDE CRUZA! ¡¿QUÉ NO VIÓ LAS LUCES DE CAMBIO O QUE?! ¡CONDUCE COMO ANIMAL! ¡COMPRECE CONDONES Y NO SE REPRODUZCA, ASÍ NOS HACE UN FAVOR! —metí nuevamente mi cuerpo al coche y seguí conduciendo. —¿Qué está pasando hoy en día? Le dan licencia a cualquiera. Ya ni respeto hay por las leyes de tránsito, ¿vieron? No conduzcan así niñas, por eso siempre digo que hay que dar el ejemplo. —

Entramos al bosque con todo y auto llevándonos maleza de por medio, no me voy a arriesgar a encontrarme al minominaj de la otra vez, esa flecha la tenía bien merecida.

—miren, ya casi llegamos. —dije acelerando más.

—¡frena frena! —grito la chica.

Pise el freno esperando que se detenga el auto. —Emm... ¿Watson? —

—¿Qué? —

—no hay frenos. —dije y por un momento hubo silencio.

—¡¿KHEEEEE?! —y volvemos a los gritos. —¡¿CÓMO QUE NO HAY FRENOS?! ¡PUES BUSCA LA MANERA DE FRENAR PENDEJUDA! ¡NO VOY A ESPERAR QUE ENCUENTREN MI CUERPO A LAS 72 HORAS DESPUES! —

—ay, pues ya va déjame y le digo a JARVIS; JARVIS activa el freno. —

—señor, señor, por favor, he sido buena oveja, no permitas que mi vida acabe en manos de estas chicas...—

—¡no uses sarcasmo conmigo! —uhh creo que tengo un plan.

—Tengo un plan. —

—¡¿QUIÉN TE CREES?! ¡¿TONY STARK?! ¡¿EL CAPITÁN AMÉRICA?! —

—no me grites que no puedo trabajar bajo presión. — entramos al campamento a toda velocidad conmigo gritando advertencias y las chicas cantando la última estrofa de cantando el ruiseñor .

Sexy Italiano | Nico Di AngeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora