Pestañea un par de veces mientras baja la mirada hacia su muñeca derecha, intenta que su súeter de lana esconda gran parte de esta, pero aquello es imposible ya que la manga vuelve a su sitio, "maldita sea", dice en voz baja y decide esconder su mano dentro de uno de sus bolsillos, "así está mejor", se dice a sí misma. Su cabeza es un lío, pues todo el tiempo se pregunta por qué tuvo que hacerse ese corte justo en aquel lugar, se siente estúpida, más que eso, ella nunca se había lastimado antes, no físicamente, incluso solía burlarse de ello, ¿qué caso tenía autolesionarse? claramente ninguno, pero ante uno de tantos ataques de ansiedad no pudo evitarlo y cayó, más bajo de lo que creía posible.Se mantiene hundida en sus pensamientos, hasta que logra divisar como un chico ocupa la silla de plástico que tiene a un lado suyo, éste tan solo se sienta y cruza sus brazos. Ella no quiera alzar la mirada, pues cualquier tipo de contacto visual le coloca un tanto nerviosa, simplemente no puede evitarlo, así que solo observa su posición y vestimenta; trae una chaqueta de cuero, combinada con una playera de rayas negras y blancas, jeans negros desgastados y rotos de una sola rodilla, junto con unos botines del mismo color.
Suelta un gran suspiro "uno de tantos chicos rebeldes", piensa y niega un par de veces, mientras gasta su tiempo imaginando el por qué aquel chico se encuentra ahí; "quizás consume drogas, o tiene problemas de ira, ¿será que asesino a alguien? mhm... ¿y si solo es un perdedor depresivo como todos los de aquí?", sale nuevamente de sus pensamientos a causa de una voz.
— Pero qué milagro, Winchester, parece que una tormenta está por venir. ¿Al fin se te despegaron las sábanas? —. La chica mira al frente, al dueño de la voz, está unas sillas más lejos, le calcula unos 28 años, quizás menos, su cabello es castaño y luce bastante alborotado, una barba de apenas dos días y con el pie encima de su rodilla.
Una voz más gruesa responde.
— Bueno, Gaskarth, en ocasiones, los milagros solo pasan.
Ella gira su cabeza hacia la derecha y alza al fin la mirada, logrando tener una buena vista del tal "Winchester". Algunos mechones rubios, casi dorados, caen por su frente, mantiene un porte serio y puede apostar que se esfuerza porque sea así, un chico duro, quizás. Es atractivo, no puede negarlo, pero aunque quiera seguir examinando aquel rostro, no tiene mucho tiempo, ya que el chico hace contacto visual con ella, así que al instante desvía completamente la mirada. "Qué tedioso es mirar a la gente", se repite una y otra vez.
— Bien, creo que podemos comenzar, la sala está casi llena, así que... bueno, empezaremos por presentarnos, nombre, edad y el por qué están acá, de igual forma si quieren añadir algo, tengan toda la confianza para hacerlo — hace una pausa y vuelve a hablar—. Oh, por cierto, mi nombre es Seth, Seth Gaskarth, pueden decirme simplemente Seth, eso de las formalidades no es lo mío... y en fin, mucho por mí. ¿Podrías iniciar tú?
La chica se da cuenta que le habla a ella, así que guarda ambas manos en sus bolsillos ya que comienzan a temblar, realmente odia eso. Toma un poco de aire y con algo de nervios comienza a hablar.
-De... de acuerdo, mi nombre es Haze y...

ESTÁS LEYENDO
BROKEN MACHINE
Teen Fiction❝Don't try to fix me, it's in vain.❞ Nuestros impulsos nos controlan cual máquinas averiadas. © 2019 / PAUSADA.