Capítulo 3

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Me quito un gran peso de encima (literalmente) al dejar la última caja en el camión de mudanza. La semana pasada vino el primer camión para desplazar la primera parte de los objetos a la nueva casa, este es el segundo y el último camión que tendremos que llenar de nuestros objetos y muebles que pronto veremos en nuestra nueva casa. La casa MUN.
-Lexa! Ayúdame con esto! - giro la cabeza y veo a Echo con unas bolsas del Mercadona que no recordaba haber visto o comprado.
-Que tiene? Es comida? - digo ilusionada y noto en su rostro que dentro de poco esas bolsas que contienen algo desconocido van a acabar en el suelo, y corro hacia ella.
-Gracias - dice con un tono de alivio acompañado con un suspiro mientras agarro una de las bolsas que llevaba.
Mientras caminamos miro en el interior y veo un poco de todo, como suponía era comida, debido a la bolsa del Mercadona y debido a que lo llevaba Echo como si dependiese su vida de esas bolsas. Estas las metemos en la furgoneta que ahora ya está acabada. Hace unas semanas compramos una furgoneta para mi, que la utilizaríamos para viajar, era completamente blanca y ahora está totalmente diferente, su color ahora es azul pastel y blanco, en el interior hemos cambiado el maletero y unos asientos de sobra, los hemos eliminado y hemos hecho de eso una habitación, ahora tenemos los asientos delanteros del conductor y co piloto y otros 3 asientos detrás de estos que hace que quepamos perfectamente. La parte trasera la estamos adorando poco a poco y haciéndola más cómoda para viajar en ella Los cuatro. Estoy orgullosa en lo que se ha convertido y tras todo el duro trabajo para conseguirla y este resultado.

-Nos ha quedado bien eh - dice Alec sacándome de mis pensamientos, y mira la furgoneta orgullosamente.
-Lo estaba pensando, lo hemos hecho bien.
-Este es el comienzo a una nueva vida - Nos miramos y nos abrazamos, ambos estamos nerviosos, vamos a dejar atrás a todo lo conocido y nos vamos a adentrar en una aventura en la que no habrá mucho más que cosas desconocidas pero por las que viviremos nuevas experiencias, nuevos recuerdos y mucho más.
Al separarnos se acercan Karry y Echo hablando animadamente y Karry como de costumbre dando ligeros saltitos al caminar.
- Oye, la instax no la habrás puesto en alguna maleta verdad?
- No, está en mi mochila, la pondré en algún asiento para poder cojerla
-Perfecto!
-Creo que es hora de una foto, que me decís?
-Creo que es una excelente idea, nuestra primera foto para el álbum.
Corro hacia el césped donde había dejado la mochila y saco mi instax, es la instax mini 9 azul pastel, que es mi color favorito y me vuelvo hacia ellos con una sonrisa de oreja a oreja. Al estar con ellos nos ponemos de espaldas a la furgoneta para que salga de fondo y nos hacemos un selfie.
-Patataaaaaaa - y todos estallamos en una pequeña carcajada por la manera en la que dice Karry esta palabra.

Mientras dejábamos que la foto se viese ya que es una cámara instantánea y las fotos al salir tienen que estar un tiempo hasta que puedas ver la foto, fui al interior de mi casa con la foto en la mano para ir a cojer lo último que era el álbum de fotos para la instax que habíamos comprado hace poco. Al colocar la foto y cojer el álbum me dirijo al salón donde están todos nuestros padres y les digo que ya estamos listos. Veo a mi madre dialogando alegremente con las madres de Alec y Echo, mi padre está en una profunda conversación con los hombres excepto con el padre de Susana que está mirando el móvil y sin entender nada.

Al estar todos reunidos en el jardín de mi casa, donde está aparcada la furgoneta con ya todo el equipaje en el interior y en el que recientemente ha salido el camión de la mudanza. Comenzamos a abrazarnos cada  uno con sus padres y la próxima vez que les veríamos sería dentro de 2 semanas en nuestra nueva casa.

Ya estábamos listos para irnos, todos nos habíamos despedido y era hora de marcharnos. Entro en la furgoneta sin antes darles un último abrazo a mis padres que me han ayudado a hacer todo esto posible. Me siento en el asiento e inserto las lleves cuidadosamente de las que colgaban también las llaves de la nueva casa. Al oír el motor nos miramos todos y esta vez tengo a Echo a mi lado como co piloto que me mira y asiente, miro una última vez por el retrovisor y veo mi casa en la que llevo viviendo desde que tengo memoria y a todos nuestros padres con los brazos en el aire saludando e incluso alguna que otra madre a la que se le cae una lágrima. Echaré de menos esta casa, he vivido tantos momentos en ella, pero es hora de despedirme de ella y todo a su alrededor y prepararme para nuestra mueva vida en Madrid.

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