No es tu culpa, que mi tristeza sea tan evidente para tí, porque no puedo ser feliz viéndola a ella como te sonríe. Que te tiene a tí; de todos esos chicos que andan tras de ella sufriendo al igual que yo porque te eligió a tí. Cuando te abraza, y te dice que te quiere, es como clavarme un cuchillo en el corazón, todo el tiempo.
Me preguntaste porque estaba triste.
Y te mire a los ojos, te mentí tan descaradamente y no me creíste, pero fingiste que era cierto. Porque eres tan cobarde para no admitir saber que te quiero, porque eso implicaría rechazarme y me quieres (no tanto como yo, es justamente lo necesario para ser tu amigo), y lo niegas, -rotundamente, al menos dentro de tu cabeza- para no rechazarme con palabras.
No me quieres, no me quieres y no es tu culpa. Me fije en alguien que jamás me correspondería. Me fije en alguien que era adicto a caras bonitas con corazones tan vacíos. Me fije en alguien que solo ama a personas con dagas en sus manos, dispuestos a lastimarte cuando se aburran de tí y de tu sonrisa de tigre. No es tu culpa; yo también me enamore de alguien con dagas en sus manos, dispuesto a lastimarme cuando se lo proponga. ¿Lo peor? Yo le di esa arma, solo para destruirme cuando sea necesario.Luego me volviste a preguntar
«¿Que tienes? ¿Discutiste con alguien? Verdad, por eso estas así, ¿Con quien?»
«Edgar»
«¿Quien es?»
«Un amigo, discutimos»
Me diste toda la fuerza para enfrentar mi problema con Edgar, me aconsejaste que arreglara las cosas. Que dijera todo lo que siento, que yo podría contar con tu apoyo ¿Cual apoyo?, me miras cada vez que le das un beso a ella, diciéndome lo siento, eso no es apoyo es lástima. No confundas cariño, no confundas.
Edgar, pobre Edgar. Discutí contigo, te dije todas esas cosas feas y te suplico que me perdones por hablarte así. Pero no puedo sentirme culpable porque te invente a tí como excusa. No existes. Estas solo en mi cabeza. Invente todos esos problemas para no darte explicaciones Josh. Edgar es solo una metáfora que no entendiste al principio. No te diría la verdad, ni aunque pusieras esa daga en mi garganta. Y me amenazaras con quitarme mi aliento. Lo que no sabes es que, cuando me sonríes de vuelta me quitas mi respiración, detienes mis latidos y mi cerebro se apaga como la luz del sol en la noche; sin embargo no todo esta perdido, así como el sol se apaga por las noches, existe la luna, y después, a la mañana siguiente, el sol vuelve a levantarse de entre las montañas para darnos el nuevo resplandor de un nuevo día. En pocas palabras, me matas y me revives para volverme a matar en un ciclo que solo Dios sabe cuando se terminará. Mi mente es el sol y tu sonrisa es la oscura noche. Oh, querido, querido Josh. No es tu culpa.
Si te mentí, ¿Porque?, porque no quiero que te sientas culpable, porque te quiero de una forma que tu jamás podrás, solo dime que lo sientes, que no me amas, te juro que lo entiendo, te juro que entiendo que no puedas amar mi silencio que provocó cuando no se que responderte, entiendo que no puedas amar la frialdad de mis manos; pero tu silencio me confunde. ¿Me amas? ¿No me amas? Solo me sonríes por cortesía, solo me abrazas porque soy tu amigo, solo me miras porqué tengo algo de raro en mi rostro, solo me sonríes porque mis chistes son graciosos. Entonces ¿Todo esta en mi cabeza? Sí, de lo contrario, ¿Porque estarías con esa chica de ojos cafés, cabello oscuro de princesa, sonrisa hecha por las hadas? Que tonto soy al pensar que tengo oportunidad, que tonto soy por pensar que me quieres casi igual como yo a ti. No es tu culpa, Josh, no es tu culpa.
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not your fault; joshler
FanfictionTyler no es atractivo, interesante, social, divertido, o tan siquiera una buena persona. Es en realidad alguien con manos tan frías que puede apagar el fuego con ellas sin sentir dolor. Pero Josh, el chico del camión, quien lo acompaña a la escuela...