Capítulo 2

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POV Astrid
Semanas despues...
Tormenta, mi guacamaya, me despertó como hace cada vez que hay escuela.

-Hola nena-dije medio adormilada mientras la acariciaba-¿No crees que es muy temprano?

Ella sólo siguió haciendo ruido hasta que me levante. Me arregle y baje para desayunar, ahí estaba mi tio, corriendo como cada vez que iniciaba un año escolar.

-Hola cariño-dijo rebuscando en su maletin-¿Lista para volver a la escuela?

-Tan lista como se pueda estar-dije con un poco de ironía.

-Ya que. Come rápido que Heather debe llegar pronto

Heather era mi mejor amiga, desde que estabamos en primaria, y siempre hacemos todo juntas.

Cuando termine de comer tocaron el timbre, de forma ligeramente exagerada, y sólo había una persona que haría eso sin pena ni temor.

Me despedí de mi tio y salí con Heather para la escuela.

Hablamos mucho durante el camino, la mitad eran cosas sin sentido  y la otra mitad de lo que hubieramos hecho en las vacaciones. Obviamente desconte lo del acantilado, no era de incumbencia de nadie más que de las dos personas que escuche (por cierto, me sigo sintiendo fatal por haberlos escuchado).

Apenas entramos al salón, una pelirroja que se estaba valanceando entre las mesas salió corriendo como loca a abrazarnos.

-¡Chicas!- gritó mientras nos quitaba nuestro sumnistro de oxígeno con su abrazo. En definitiva, a esa chica le falta un tornillo.

-Nos asfixias Merida-se quejó Heather. Cuando volvimos a respirar le devolvió el abrazo-. Hacia falta vernos.

-Pero mejor vernos fuera que dentro del colegio, ¡Yo ni quería venir!

-Pareces una bebé-se quejó Heather-, al menos nos tienes a nosotras para soportar a la...

-¡Clase!-gritó el profesor al entrar al salón-,vallan a sus puestos y saquen sus cosas. Hoy tenemos un nuevo alumno-revisó su lista-, Hipo Haddock, hablanos un poco de ti.

Un chico castaño, que estaba sentado al fondo de la clase, se paró. Cuando levantó la vista pude ver que tenía unos hermosos ojos verdes.

-No tengo mucho que decir, la verdad-inició. Su voz se me hacía familiar-, me gusta montar a caballo y antes estudiaba por internet.

El profesor siguió haciendo unas preguntas a las que el nuevo respondía sin mucho entuciasmo, y terminó con la típica frase de que el curso será su segundo hogar, que puede confiar en ellos, bla bla bla... luego continuo con la clase.

POV Hipo
¿Cómo es que no les duele la mano a los demás despues de tantos dictados?¡Apenas era el primer día! Además a nadie le importan los logros e indicadores.

Me esta muriendo del aburrimiento, al menos en casa podía escuchar música.

Mientras el profesor explicaba algo que ya había visto, me puse a dibujar. A papá le molestaba que hiciera eso, porque sigue siendo arte, así que tenía que aprovechar que él no estaba aquí. Además, personificaba mis cuadernos.

Cuando la clase acabó había terminado al "Furia Nocturna", un dragón que había visto en TV cuando era niño.

El verdadero martirio comenzó en el descanzo. Si son de los asociales, me entenderan. Nunca fui bueno hablando y casi no salgo de casa, por lo que las únicas personas que conocía era por las carreras.

Mientras que otros se reunian con sus amigos para hablar o jugar fútbol, yo saqué mis audífonos y mi libreta de dibujos, me dirigí a un rincón solitario y espera que el día terminara pronto.

                                             ◆    ◆    ◆

Llegue a casa he inicie con las tareas, otra raźon por lo que prefiero la escuela por internet. En serio, apenas era el primer día y ya tenía que investigar 500 cosas.

Papá llegó unas horas despues.

-Hola hijo-dijo al entrar-¿Cómo te fue?¿Ves que es mejor que gastar tu tiempo en otras cosas?

-¿Al menos me dejas responder?-murmure, por más que ya sabía la respuesta.

-Que bien-dijo ignorandome, como siempre-. No me interrumpas, voy a trabajar.

Entró a su estudio, dejandome solo, otra vez.

A veces me pregunto que hice mal, o si al menos se a preocupado por mi en algún momento realmente. Me presta la misma atención que a una pared, y cuando escucha lo hace con un aire de decepción, como si le dieran poca carne en su sandwich.

Supongo que mientras no sea lo que él quiere, jamás se sentira orgulloso de mi.

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