Conoces a mi hermano [Boku No Hero Academia]

4. Estúpida escoria.

Terminaron todas las pruebas y Aizawa anotaba en lo que flaqueaba cada alumno. Tendría el plazo de unos días para dividir a los alumnos en varios grupos en función de lo que necesitaran mejorar. Los aspirsntes a héroe comentaban las pruebas mientras Aizawa analizaba los resultados.

Jiro: Uff, la prueba de fuerza estuvo difícil.

Ochaco: ¿La de fuerza? Mi resultado en lanzamiento pasó de ser infinito a unos míseros 36 metros... (se entristecía)

Tooru: Pues yo creía que tendría los mismos resultados de la otra vez, ¡pero la verdad es que parece que he mejorado mi forma física!

Aizawa se marchó después de dar por finalizadas las clases y los alumnos se dispersaron. Estaban a miércoles, por lo que los alumnos podían elegir entre volver a sus casas o quedarse en sus habitaciones en el campus.

Momo: ¿Volverás a casa, Mina?

Mina: ¡Ya me gustaría! Me he quedado atrás estudiando Historia y tengo que adelantar temario... (decía fastidiada) Así que me quedaré aquí y estudiaré en la biblioteca.

Jiro: Entonces nosotras nos vamos, ¿alguien más?

Ochaco: ¿Vuelves a casa, Mei-chan?

Mei: No, no. Me quedaré aquí hasta el viernes. (movía las manos mientras le caía una gota de sudor)

Ochaco: ¡Pues hasta mañana compis! (Uraraka se despidió sonriente moviendo el brazo)

Momo, Jiro y Ochaco se dirigieron a los vestuarios a cambiarse para irse a casa. De repente una voz amenazante se escuchó.

Bakugo: ¡Tú, maldita mierda! ¡¿A qué te crees que juegas?!

Bakugo gritaba desde el centro de la pista apuntando a Mei con su dedo índice. Esta última intentaba mantener la calma.

Bakugo: Es imposible que una chica me supere sin usar ningún kosei. Puede que engañaras a Aizawa-sensei, pero no te creas tan lista como para engañarme a mí.

Mei: No te entiendo... (intentaba parecer serena y calmada pero en el fondo estaba temblando de miedo)

Bakugo: ¡Que dejes de fingir, mierda!

Todos se sorprendieron al ver a Bakugo tan violento y amenazante. Normalmente solo ocurría cuando se enfrentaba con Izuku, pero en ese momento estaba gritándole a una compañera nueva, que no tenía kosei, y que además era una chica.

Iida: ¡Katsuki Bakugo! ¡No le hables así a tu compañera!

Bakugo: ¡Cállate! ¿Acaso no lo veís? ¡Nos está engañando a todos! ¡Esos resultados son imposibles sin la ayuda de un kosei!

Kaminari: Oi cálmate Bakugo, no puedes ponerte así solo porque haya tenido mejores resultados que tú.

Kirishima: Hay que dar lo mejor de cada uno, viejo. No te deben importar los resultados de los demás.

Bakugo: ¡No voy a tolerar que se rían de mí en mi cara!

Mei seguía paralizada de miedo, aún con su expresión seria para ocultarlo. Bakugo dio dos pasos al frente y retó a Mei.

Bakugo: Tú y yo, aquí y ahora. Pelea conmigo, así veremos quién es más fuerte.

Todos se sorprendieron y manifestaron sus opiniones. Aquello era una locura, no podían formar una pelea.

Mei: No quiero pelear contigo.

Todos se callaron de golpe al oir las palabras de Mei, todos menos Bakugo. (Claramente).

Bakugo: Estúpida escoria... (agachó momentáneamente la cabeza pero rápidamente la levantó y se lanzó hacia delante) ¡No te dejaré otra opción!

Todos se llevaron las manos a la cabeza al ver cómo Bakugo había lanzado un derechazo contra su nueva compañera. Pero fue más grande su sorpresa cuando la chica se apartó grácilmente, agarró su muñeca y aprovechando el impulso que éste traía giró sobre sí misma para llevarlo al suelo y una vez allí, colocar la rodilla en su espalda para inmovilizarlo.

Mei: No voy a pelear contigo.

Mei soltó el agarre y se levantó. Con la cabeza agachada se dirigió hacia la Academia mientras Kirishima y Kaminari levantaban a Bakugo, pero el sonido de unas explosiones hicieron que se girara.

Bakugo: ¡MALDITAA!

El rubio volvió a saltar hacia su compañera lanzando una explosión con su mano izquierda. Una gran nube de humo cubrió parte de la pista y un gran retumbo se escuchó en todo el patio. Los compañeros se tapaban los ojos y la boca ante el humo.

Kirishima: Bakugo, viejo ¡Déjalo de una vez!

Tooru: ¡¿Y Mei?! ¿Podéis ver algo?

Izuku: ¡¿Estará bien?!

Cuando el humo se disipó pudieron ver a la chica, que esta vez no se movió, llena de quemaduras y heridas. Había recibido de lleno el ataque de Bakugo. El atacante se sorprendió al verla exactamente en el mismo sitio donde se encontraba y en la misma postura, de pie inmóvil, pero sonriendo.

Mei: Te lo dije. No pienso pelear contigo.

Dicho esto la chica calló de rodillas quejándose por las heridas. La explosión había alertado a varios profesores, que aparecieron corriendo hacia la zona. Los compañeros también corrieron, algunos para sermonear a Bakugo y otros en la ayuda de Mei.

Trece: ¡Hay que llevarla a la enfermería!

Iida: Yo lo haré.

El delegado rebosante de responsabilidad cargó a Mei y se dirigió camino a la enfermería no sin antes lanzar una mirada de enfado hacia Bakugo. Éste por su parte seguía sorprendido por la reacción de Mei. Joder, le había explotado la cara y le respondió sonriendo. A esta chica le falta un tornillo.
Los profesores sermonearon a Bakugo y decidieron reunirse para discutir las consecuencias más tarde. Ordenaron a todos los alumnos presentes que nadie se marchara hasta que todos hubieran ido de uno en uno a la oficina del director a escuchar su versión de lo ocurrido. Mei por su parte estaba siendo llevada por Iida a la enfermería.

Mei: Tenya-kun, no es necesario. Puedo andar yo sola.

Iida: No voy a dejar que camines con todas esas heridas. Lo primero es tratarte.

Las mejillas de la chica se sonrojaron. Ella apartó la mirada y se cubrió ligeramente la cara con las manos para ocultarlo.

Mei: Gracias, Tenya-kun... (dijo en voz baja)

Iida: Llámame Iida, Kanae-chan.

Mei: Llámame Mei, Iida-kun.

Ambos se sonrieron mientras Iida daba media vuelta para abrir empujando con la espalda la puerta de la enfermería.

Iida: ¡Disculpe por entrar sin llamar a la puerta¡ ¿Podría atender a mi compañera?

FIN

¡Muchísimas gracias a todos por leer! 💞
Creo que Bakugo se ha puesto muy violento, pero no importa, le queremos igual <3 y sobre todo a nuestro Iida caballeroso y protector...

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¡Pronto el próximo capítulo!