Tercera semana.

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LUNES.
16:30.

Jimin estaba en plena clase de historia, esto significaba dos cosas; podía estar prestando atención dependiendo el tema la clase, que en este caso era sobre el holocausto, o podía estar completamente aburrido pensando sobre su dichosa vida que cualquier adolescente querría... Obviamente era la segunda opción.

Su aburrimiento estaba por las nubes, sumado que Seokjin no estaba sentado con él, el pelinegro estaba con otro pelinegro en la otra punta de la clase. No lo malinterpreten, no es que Jin no quisiera estar sentado con Jimin, no, todo lo contrario, ambos se sentaban juntos desde que se conocieron, pero hoy no pudieron sentarse juntos debido a su profesor de historia.

—¡Kim! ¿Disfrutando que no estás con el molesto de Park? —el profesor mira a Jin sonriendo falsamente, y el nombrado atina a responder con asintiendo lentitud, forzando la misma sonrisa que el profesor.

Viejo de mierda.

—Pero, profe, Jimin no es molesto —dice muy bajito. El hecho de que el profesor detestara a Jimin solo porque lo dejó con una imagen poco agradable con la mujer que pretendía, era algo personal y nada profesional.

—Yo conozco bien a mis alumnos, y se quien molesta a los que participan en clases, no se diga más, Kim —dando por finalizada la charla.

Yi cinizci biin i mis ilimnis.

La clase siguió, el profesor quedó embobado con su netbook, el rubio estaba indignado con el adulto responsable de la clase por haberlo llamado molesto.

No soy molesto, bueno, quizá molesto un poco, ¡Pero no soy molesto!

Además, los demás son demasiados sensibles, no es mi culpa que una bromita mía les afecte... O eso creo, no importa.

Park dirigió su vista a Jin que también estaba aburrido y no podía cambiarse de asiento, sin embargo, hablaba ánimadamente con su compañero de banco.

La traición, hermano.

Ni siquiera podía hacer lo mismo que su mejor amigo, ya que su compañero de banco estaba en el quinto sueño. Decidió navegar en las redes, como siempre hacía cuando se aburría.

La vieja confiable.

Entró en WhatsApp y vio sus chats, la mayoría sin responder ni ver. Tenía más de cien chats, y solo hablaba con menos de diez personas, irónico. Se fijó que hablaban en los grupos que estaba, usualmente contestaba, solo clavaba el visto, ya que sus compañeros hablaban de cualquier cosa, sea importante o no, y casi siempre eran sin importancia. Entró al chat donde había más de 450 mensajes.

Hace diez minutos me fui, y ya llueven mensajes. Cotorras.

Jimin esperó encontrarse con cualquier idiotez, y así fue, el grupo del curso hablaba sobre la histeria del profesor.

—Pero no saben lo que me enteré

—qué cosa

Yugyeom vamos, no te hagas desear

—qué te enteraste? —esta vez Jimin mandó mensaje, bien chismoso.

vaya, vaya, Jimin, el favorito del profesor —a partir de acá los compañeros del rubio empezaron a mandar los típicos "JAJAJAJA" por la ironía.

—ajá, el mismo, ahora, ladra el chisme, perra —mandó el mensaje sin ninguna gracia.

la perra no soy yo, la perra del Instituto es el chico del curso del final del pasillo —respondió Yugyeom.

WEEKS | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora