Capítulo 3 Lo Que Alguien Hace Por Amor

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No se sabe a ciencia cierta si existe una relación prefecta, o si simplemente todo lo que pasa tiene un fin o razón definido, y es así como Sofia y Alex pasaron preguntándose el uno al otro si la persona que tenían al lado era la correcta.

Pero no fue hasta mayo de 1998 cuando realmente se dieron cuenta que se necesitaban incondicionalmente

Aquel ingeniero que simplemente usaba su carácter e inteligencia para sobresalir sobre los demás, y aquella arquitecta que buscaba la idea perfecta en el lugar perfecto con el color perfecto.

El día 6 de ese mes, Sofia visito la casa de Alex, el que para su sorpresa no se encontraba allí, por lo que entablo una conversación con los padres de su novio, ella los conocía muy bien, Alex le había contado muchas anécdotas que había tenido con su padre y le haba expresado lo mucho que amaba y valoraba a su madre. Como personas normales, hicieron tareas del hogar ese miércoles mientras que don Ernesto (el padre de Alex) leía la prensa del día anterior.

-El clima ha estado de la mierda estos días, ¿no? -propuso Sofia-

- ¡Es cierto querida! -exclamó María (madre de Alex)- no ha parado de llover la última semana

<! —hubo un silencio de más o menos diez segundos, lo que le provoco sentía inconformidad a Sofia, propuso romper el silencio incomodo diciendo -->

-Don Ernesto, ¿sabe usted a qué horas llegara Alex?

-No lo sé, ya te lo dije muchas veces -respondió un poco molesto- sin embargo, no debe demorar.

María, era una mujer muy bella, tenía 47 años pero llevaba una vida sana, salía a correr todos los días, llevaba una dieta estricta y se ocupaba de su hogar, había estudiado diseño gráfico pero nunca ejerció la profesión, tenía un pelo entre rubio y castaño estatura mediana, por el contrario, Ernesto era un hombre algo corpulento, por no decir gordo, con barba de perilla y peinado corto, vestía en esa ocasión un traje formal, pero sin corbata, la había arrojado en el sillón, al lado de esta, había una mochila grande, que Ernesto siempre llevaba para el trabajo.

- Ok, ¿qué les parece... -pensó María- si hacemos algo para cenar más tarde?

- Parece lo correcto -dijo Ernesto en tono burlón

- Podríamos hacer unas hamburguesas, o unas tortillas de huevo -intervino Sofia- son las favoritas de Alex.

- Hecho, haremos tortillas -dijo maría con entusiasmo

Ya eran las seis de la tarde, el sol estaba empezando a caer, entre penumbra, se oyó el timbre de la casa de los padres de Alex, Sofia corrió rápidamente a la puerta.

- ¡Hola! -Exclamo ella- ¿cómo te fue mi amor?

- Hola, no te esperaba hoy – dijo Alex

- Ya vez - dijo ella soltando una risita tierna - las cosas que uno hace por amor

Entraron a la casa, el saludo a sus padres con un abrazo a su padre y un beso en la frente a su madre.

- Alguien – dijo María dirigiéndose a Alex y mirando a Sofia – te preparo tortillas, te gustan ¿no es cierto?

- por supuesto, son mi platillo favorito- Alex respondió

Hubo cucharas y tenedores, habían servido vino para acompañar la comida, hablaron un rato y prosiguieron a cenar.

Aquella maleta le causaba mucha curiosidad a Sofia, Don Ernesto, era un hombre que trabajaba en una oficina de seguros, ¿porque llevaba una maleta así de estropeada, sucia y rota?

<! —Ella disimuladamente mira hacia el sofá, y al lado la maleta, se percató de que de la maleta salía un extraño líquido, parecía pintura, no alcanzo a apreciar el color bien -->

Terminaron de cenar, y Don Ernesto se había percatado de la curiosidad que tenía Sofia hacia aquella maleta, sin embargo, el no pronuncio ni una sola palabra.

<! —Eran aproximadamente las siete y media de la noche, ya estaba oscuro y como era costumbre, llovía. De pronto, un destello ilumino el cielo, y un estruendo de un trueno estremeció las ventanas de la casa, fue tan fuerte que a los pocos instantes hubo una falla eléctrica que duro tan solo unos 2 o 3 segundos -->

Don Ernesto al percatarse de esto, pego un salto para agarrar la maleta, y proteger la luz que emanaba de ella, al darse cuenta de ello, Sofia miro con curiosidad, puesto que era la única que estaba sentada en la parte de la mesa que dejaba ver el sofá y la maleta, vislumbro una luz que emanaba de los agujeros rotos de la maleta, era débil, pero existía, y raramente era verde y el color fosforescente, Sofia concluyo que la pintura era de ese color.

Mientras la luz estuvo apagada, se oyó otro estruendo, pero esta vez de un golpe seco, Ernesto se había golpeado con el televisor que estaba colgado a la pared.

Después de la confusión, procedieron a revisar los tacos de electricidad, con la des fortuna que María miro de reojo a Ernesto y vio que tenía una pequeña herida en su cabeza, la cual emanaba pequeñas cantidades de sangre.

- ¡Oh mi cielo! -Exclamo aterrorizada María- pero ¿Qué te pasó?

- Fue solo un golpe -Dijo Ernesto- No te preocupes

- Santo Dios, déjame ponerte hielo -dijo ella

Mientras tanto, los dos novios se miraron el uno al otro desconcertados, no sabían que decirse hizo un pequeño momento y Alex irrumpió diciendo

Amor, es mejor que te vallas, ya es tarde

Tiene razón -acepto Sofia- debo irme

Se despidió cordialmente de los dos familiares, le deseó a Don Ernesto que se recuperara y le dio un abrazo gigante a María, ella la quería como a su madre.

Al salir, Alex propuso acompañarla, pero ella se negó, estaba confundida demasiado por aquello que acababa de pasar...

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Javier odiaba el transporte público, pero era lo único que tenía disponible, de esa forma y pensativo se dirigió a su trabajo totalmente desconcertado estaba confundido por lo sucedido la noche anterior, era si más extraño demasiado sospechoso

El ambiente de trabajo de este hombre era pésimo este día, además, la mañana del 23 de marzo fue extremadamente fría, todos estaban preocupados por la muerte de Aisha, la secretaria de ayer.

Un día si más tedioso muy difícil para el trabajo, este hombre de pequeña estatura, con bigote, gafas de gran tamaño y pelo castaño no tenía otra opción que ponerse a pensar en su oficina que era todo esto y a que se debía

Luego de 4 horas de estrés continuo, procedió ir al baño que tenía, era solo para él. Desafortunadamente, cuando entro, el agua del inodoro era totalmente roja, se froto los ojos y el baño se descargó, sin sentido, el agua no volvió a subir, las ganas eran muchas por lo que fue al baño público de la estacion que estaba fuera de su oficina, todo el mundo lo veía y el observaba con una pálida cara a sus compañeros.

Entró al baño se vio al espejo, tenía ojeras gigantes, pero en su cara el miedo no se veía, de pronto vio la división del inodoro de atrás, (el espejo era muy grande y se podía ver el baño completo) en ella, se veía unos pies con unos tenis de marca converse, que tenían una pequeña mancha roja, reconoció que era su viejo amigo del equipo forense, se llamaba Manuel, estuvo a cargo de la situación del 21 de marzo, él lo llamo por el nombre y no contesto, le golpeo la puerta y nadie dijo nada, por lo que accedió entrar al baño, para su sorpresa, aquel hombre si era Manuel, pero carecía de cabeza, y de su ahora cuello brotaba el líquido verde como pintura, combinado con la sangre que ya no emanaba, el asustado, movió su cuerpo hasta que cayó, vio el inodoro y en él, flotaba en agua de color verde la cabeza de su amigo con los ojos abiertos, descargo el retrete y l ver la cabeza, se dio cuenta que en su frete estaba escrito con marcador rojo las frase "no mires atrás, si, ahí estoy"

ESE VERDE TE QUEDA BIENWhere stories live. Discover now