Reí hasta cansarme mirando a Charlie bailar con ambos ya ebrios, bebi un poco de la quinta o sexta cerveza que habia pedido unos minutos atras.
A quién engaño, he bebido demasiadas.
Miré a las personas a mi alrededor, parejas, amigos del trabajo, turistas.
Todos en su propia burbuja, viviendo su vida de diferentes maneras, algunos buenas, otras malas y luego yo, que reflexiono en un bar mientras mi amiga tiene casi un trío en la pista con sus amigos.
Debería pararla, pero me divierte el saber que mañana tendra una resaca y estara apenada de haber hecho todo lo que hace ahora.
Mire la hora de nuevo "3:30" es hora de irme.
Me levante de la silla tomando mi bolso sacando un poco de dinero dejandolo en la mesa pagando la cuenta de mi cerveza y una nota para Charlie.
Camine a la salida ignorando el lugar donde se encontraba ella resaltandome al sentir a alguien tomarme del brazo.
-¿Dónde planeabas irte sin mí? -preguntó Charlie entrecerrando los ojos, reí mirandola.- ¡Planeabas escapar! Espérame, iré por mi sueter y nos vamos juntas.
Asenti sentandome en una silla de las de la barra.- Te esperaré, ve y despidete de ellos.
Charlie asintió sentándose en la mesa de ellos, por otro lado yo aburrida de esperar decidí salir del bar a tomar un poco de aire fresco para sentirme un poco mas sobria.
Suspire al sentir el aire frío llegar hasta mis huesos cruzando mis brazos mire el cielo nublado ignorando los gritos de una madrugada demasiado intensa para algunos.
Volví a fijarme en mi teléfono la hora y ya se hicieron veinte minutos desde que la dejé que se despida de sus amigos.
"Despide a tus amigos de mi parte, por favor quédate con ellos" envié el mensaje caminando por las calles poco transitadas.
Mire al frente quedándome pasmada al verlo, era él... mi gran amor adolescente y parte adulta.
Tambaleandose a punto de caer de bruces al suelo, sentía todo mi cuerpo como una gelatina, me acerqué a él rogando por que me prestase atención, quedé frente a él a unos cuantos pasos, por otro lado él miraba el suelo balbuceando una que otra maldición, hasta que levantó su rostro mirándome.
Esbozó una sonrisa como pudo.- ¿Y tú quién eres? -balbuceó moviéndose a los lados por lo ebrio que estaba.
Exacto, él estaba ebrio.
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D R U N K 》 T.H.《
Fiksi Penggemar-Thomas, deja de beber. -No, vete a la mierda. -¿Qué me dijiste? -DIje, no Max, tal vez mañana si mis huevos quieren.