— Bueno díaaas.— Canturreo la pequeña amiga rojita de Marinette.
— Ah...— Habló con pesadez la chica de cabello azabache, que ahora estaba todo alborotado.— Cinco minutos más...— agarró el borde de la sabana y se cubrió toda.
La kwami rio por lo bajo.
— No lo creo Mari, hoy tienes una junta de trabajo y...— la kwami se acercó al teléfono y al encenderlo para que en la pantalla se mostrara la hora.— y creo que vas tarde.
Marinette se sentó de golpe en la cama y observó a Tikki.— ¿¡Qué hora es?!
— Faltan quince minutos para las siete de la mañana.
— ¿¡QUÉ?! — Se levantó para bajar las escaleras corriendo.— ¡No, no, no!— comenzó a vestirse apresuradamente. Había dormido con ropa del día anterior, ya que se había atrasado en los diseños y debía tenerlos listos para hoy.— ¡Si llego tarde no podre mostrarle los diseños a los patrocinadores y tampoco a nuestro gerente de publicidad!— Dejo la otra ropa regada por el suelo y se fue al baño para arreglar su maraña de cabellos y maquillarse.— ¡El Señor Agreste verá que soy un completo desastre, se arrepentirá de haberme dado una oportunidad de tenerme en su emporio y me despedirá!— lloriqueaba desde el baño, a lo que Tikki rodó los ojos, divertida. La misma exageración de siempre.— ¡Me echará a la calle y hablará mal de mí en todas las revistas para que nadie pueda contratarme o que compren cosas hechas por mí y...!— Salió del baño y se topó con la criaturita flotante que le impedía el paso.
—¡¡MARINETTE!!— La calló.— Te irá bien. Confía en ti tanto como yo.— le mostró una sonrisa a lo que la chica correspondió.
Dio un fuerte suspiro y cerró los ojos para abrirlos de nuevo mirando a Tikki.— Gracias.— le dio un besito en la cabeza, tomo su chaqueta, los diseños y se fue lista para la junta.
— Marinette...— dijo Tikki cuando la vio abrir la puerta que daba a las escaleras
— ¿Si Tikki?— la miro antes de bajar.
— No llevas zapatos.
— Oh... ¡Cierto!— se apresuró al armario y tomó los primeros tacones que vio, por suerte eran formales, al igual que su vestimenta.
Tikki se escondió en su bolso y Marinette, aún descalza, bajó las escaleras hasta llegar al local, que ya estaba abierto y recibiendo a los primeros clientes.
Mientras cruzaba por el mostrador y recorría todo el lugar colocándose el primer tacón, escucho una risa detrás suyo.
— ¿Tarde otra vez Mari? Me sorprende que sigas ahí.— dijo burlón Jim.
Ella solo se limitó a sacarle la lengua.
— Buen día, Marinette.— Dijo su Tío Sheng inclinándose adelante en señal de saludo y entregándole una bolsa con lo que era su almuerzo.
— Buen día, Tío Sheng.— Intento inclinarse de igual manera, pero lo hizo con cierta dificultad al solo estar sobre un pie.—¡Gracias!
Tomó el almuerzo con su mano que no estaba ocupada y se dirigió a la salida. Una vez en la calle, ya tenía puesto el tacón derecho, ahora solo faltaba el izquierdo, doblego esa pierna para que sus manos pudiesen alcanzar el pie y mientras seguía saltando sobre el pie derecho, el tacón de este se atoró en una grieta, provocando que perdiera el equilibrio y estuviera a punto de caer...
De no ser, por un par de manos que la sujetaban de la cintura. Marinette abrió los ojos y al reconocer los de su salvador, sonrió.
— Buenos días Mari. ¿Tarde otra vez? Por qué no estoy sorprendido.— Le mostró su blanca sonrisa.
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COME BACK ( +15) || 2da Temporada de DL || EN EDICIÓN
Fanfiction~ Leer DANGEROUS LOVE previamente ~ ||ADRINETTE /MARICHAT|| Dos años han pasado, y hasta ahora, todo va en calma; sin akumas, sin toque de queda, uno que otro bandido, pero lo más notorio, sin Chat Noir. Sin embargo, detrás de aquella calma, Marine...