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Los padres primerizos, pasaron gritando y buscando a aquel pequeño en el enorme centro comercial, al no poder encontrarlo llamaron a la familia primero.

—¿Bueno?— respondió de inmediato el rubio del que se habían despedido horas antes.

—Perdí a Suho, perdí a mi bebé.—Exclamó Heechul y el contrario sonrió un poco al creer que era una broma.

—No es divertido.— Se quejo el rubio.

—No es una broma.— Le gritó Heechul con seriedad.

—¿Qué?— Pregunto rubio, llamando la atención de mas de uno en aquella sala, ante lo que reflejaba su rostro.

—Se perdió, Siwon lo soltó solo un minuto y no está, ya lo busqué y no sé que hacer— Gritó angustiado.

—Tú sigue buscando, llamaré a la policía e iremos ahora.— Ordenó el rubio, poniéndose de pie y colgó para explicarle a los demás.

—Se perdió Suho.— Susurró y comenzó el caos.

Teuk se quedo en casa junto a su pequeño y Kangin por si alguien llamaba.

Mientras que todos los demás salieron rápidamente de la mansión.

Se suponía que la policía no buscaría hasta después de 36 horas perdido pero esto era especial y comenzaron a hacerlo inmediatamente.

Revisaron de pies a cabeza cada local, pero no lo encontraron.

—Las cámaras debieron haberlo visto.— Exclamó Donghae.

Y efectivamente aquellas cámaras grabaron dicho momento, se observaba al pequeño frente al oso hasta que alguien con la cara cubierta con una mascarilla y una gorra negra, se lo llevo mientras le entregaba un oso de peluche pequeño.

—Se lo robaron.— Habló llorando Heechul, sin poder creer lo que sus ojos veían en aquella grabación.

—¡Oficial quiero a mi nieto en 24 horas!— Exigió el señor Kim

—Yo quiero la cabeza de ese hombre en mis manos.— Dijo Hannie furioso, siendo el único involucrado ilegalmente en cuestiones con el oficial.

—¡Hagan algo!— Gritó Hyuk a todos los oficiales, desesperado de no saber nada del menor.

—Mi bebé.— Susurraba el pelinegro sin aun creer lo que ocurría.

—Estará bien.— Siwon pronunciaba bajo, intentando creerlo él mismo, abrazando a su esposo aunque él mismo, estaba sumamente preocupado.

—Es pequeño y esta solo.— Dijo sin dejar de llorar.

—Lo mejor es que vuelvan a casa ahora, nosotros lo buscaremos sin descanso alguno, si alguien lo robo, lo mas probable es que pidan algo a cambio.— Murmuro el oficial.

—Daré el dinero que sea, solo encuentren a mi hijo.— Pidió Heechul.

—Vamos a casa.— Ordenó el señor Kim.

—Papá.— Heechul se abrazó a él.

—Ellos lo encontrarán.— Susurró con confianza el Señor Kim.

—Eso espero papá.—Pronuncio con viz entre cortada, aferrándose a su brazo.

«Era curioso, en el pasado no lo quería y ahora daría todo por tenerle de regreso.»

Le estaba matando no tener a su pequeño en sus brazos.

La familia estaba alterada en esa gran mansión, solo el sonido del reloj se escuchaba en aquella mansión.

Los minutos, horas, segundos, seguían pasando y ninguno cedía a separarse de aquel teléfono.

Pero ese no sonó aquel día, ni el día siguiente...

La policía seguía buscando incansablemente, no podían defraudar al señor Kim.

Un oficial visitó al tercer día aquella mansión y pidió hablar con ellos.

—Siento decir que hemos buscado hasta debajo de las piedras en está ciudad y la alterna, pero no existe señal alguna de su pequeño heredero.— Dijo bajando la mirada.

—¡Sigan buscando!— Exclamó sacudiendo al oficial por los hombros, levemente.

—Heechul calma.— Pidió Siwon.

—¡No me pidas que me calme cuando es mi bebé el que está perdido!— Gritó.

—¡También es mi hijo!— Gritó Siwon.

—Continuaremos buscando al menor, pero necesitamos los datos de este y una fotografía reciente para llenar las calles con anuncios y encontrarlo. —

Hyuk fue quién entrego una foto del menor que éste había tomado un día anterior al de la tragedia y fue quien dió los datos del menor, dado que Heechul no estaba bien, joder, nadie lo estaba.

—Su nombre es Kim Suho, tiene tres años y medio, es castaño y levemente rizado, ojos cafés, es pequeño y sumamente tierno, tiene la piel pálida.— Describió mientras las lágrimas escurrían por sus mejillas; —Coloque este número y  ponga que se dará lo que sea a cambio de su paradero, rápido.— Dijo apretando sus ojos, entregando  más fotos del menor.

«Aquel día, la luz en esa casa se había extinguido.»

Heechul se recostó en su cama y se negó a salir de ella, hasta no tener a su hijo.

Siwon se culpaba así mismo por lo que ayudaba día y noche a la policía para encontrar a su pequeño.

Ryeowook y Sungmin lloraban casi todo el día, viendo cada rincón de aquella mansión con un recuerdo del menor.

Hyuk se la pasaba viendo aquel carrito de remoto con el que siempre jugaba el menor.

Hae se mantenía atendiendo a los oficiales.

El señor Kim y el resto de sus hijos no habían parado de buscarlo por su cuenta, pero nada parecía funcionar.

Calle a calle estaba repleta por fotos del menor y sin duda fueron varias las personas que decían haberlo visto pero siempre eran falsas.

Pasaron tres años de aquello y los oficiales finalmente dieron bandera blanca de rendición, simplemente habían dado al menor por desaparecido y otros por muerto

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Pasaron tres años de aquello y los oficiales finalmente dieron bandera blanca de rendición, simplemente habían dado al menor por desaparecido y otros por muerto.

Aquel día al dar esa noticia, acabaron con la esperanza de todos, pero no de Heechul, este siguió buscando y su familia no se negó a seguirlo ayudando.

Aquella mansión que antes brillaba, ahora era opaca y todo se había marchitado.

Ya no había rostros alegres sino herederos amargados, llantos en la noche y poco a poco la esperanza se iba.

La gran familia Kim, no pudo usar su dinero para encontrarlo.

El gran Kim Heechul estaba en el piso, día a día llorando.

El gran Hyuk se había vuelto serio y amargado.

El señor Kim no aguanto el dolor y años después murió dejando como heredero a Heechul.

El pequeño Suho se había convertido en uno más en aquel montón de casos perdidos, desde hace ya catorce años.

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