capitulo 1.

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Eyes make their peace in difficulties, With wounded lips and salted cheeks And finally we step to leave

 Ellie Goulding comienza a sonar, avisándome que otro día acaba de comenzar, con un gruñido intento coger mi móvil para silenciarlo pero mi brazo izquierdo se cae tan fácil como una pluma y tan fuerte como un lápiz que ha probado que hay gravedad.

Suspiro y meto mi cabeza debajo de mi almohada, pasa unos segundos más para que la canción termine. En mi cara se me dibuja una sonrisa somnolienta. Silencio. Nunca me había gustado tanto sentirlo, incluso puedo convertirme en una poeta al…

Toc-toc

-toc-toc.

-toc-toc

Adiós paz.

Hago de verdad un esfuerzo para no poder escuchar, cierro los ojos y pretendo estar en otro lugar, en una playa donde solo pueda escuchar las olas, el roce de las hojas de las palmeras contra otras, pero no puedo, y no me puedo creer que tenido los poder que tengo no pueda hacer nada para no oír los toques de una puerta, de una simple y corriente puerta.

-Juliette, es hora de levantarse –dice una voz con un toque de diversión al otro lado de la puerta –sé que estáis ahí.

Me levanto con un gruñido, quedándome sentada en la cama, cogiéndome con las manos la cabeza, es como si hubiera estado de fiesta y ahora tuviera una resaca de siglos, pero la cruda verdad  es que he estado entrenando con Zacharel más de dos horas, dejándome molido todo el cuerpo.

Poco a poco me arrastro hasta llegar a la puerta y la abro para encontrarme con una sonrisa burlona de Stefan Salvatore.

-no digas nada –le advierto señalándole con el dedo índice, mientras le dejo pasar.

Cierro la puerta y me giro para ver que Stefan se ha sentado en la cama mirándome, ladeando la cabeza pensativo.

-suéltalo Stefan, tengo intensiones de seguir durmiendo –me quejo.

Sonríe dulcemente hacia mi dirección, una cosa que me hace darme cuenta que no es el Stefan que llegué a conocer mientras pasé un tiempo en Mystills Falls, su memoria se ha ido con todo sus antiguos sentimientos, porque ¿Cómo hubiera abandonado todo solo por acompañarme?

-¿te has olvidado de la excursión? –dice Stefan, trayéndome de nuevo al presente.

Sacudo la cabeza, ¿excursión? ¿Es que estamos todavía en el instituto?

-no y no tengo intenciones de ir, ahora si no te importa…-ladeo la cabeza en dirección de la puerta intencionadamente.

En respuesta Stefan se deja caer en la cama, un poco pequeña para su tamaño pero no puedo apartar las comparaciones que se me viene de este vampiro relajado y juguetón al otro que era más tirando a melancólico. Su cabeza se gira en mi dirección, y por un minuto me quedo mirando su rostro, ese que no ha cambiado, es el tipo de atractivo de alguien que ha visto el lado más doloroso del amor y ha quedado marcado para siempre.

-eres mi amiga, ¿enserio me vas a dejar ir solo? –arquea una ceja.

-es tu problema, llevamos más de cuatro meses fuera y ni siquiera te has interesado en hablar con alguien, no es mi culpa que todavía sigas siguiendo anti social –sonrió con dulzura.

-como si fuera fácil –suelta un bufido burlón -¿Qué les digo? Hola soy un joven universitario que lleva más de 200 años vivo, antes solía ser un destripador pero ¡eh! tranquilos he perdido la memoria así que ¿podemos ser amigos?  Os prometo que solo os drenaré la sangre cuando estéis dormidos. –para rematar comienza a reír. Una risa más mordaz que divertida.

-no tienes que utilizar la ironía –le acuso mandándole una mirada asesina- solo tienes que omitir unos cuantos detalles como lo hacemos todo los seres sobrenaturales. Es simple.

Stefan se acomoda un poco en la cama, mirándome pensativo otra vez, lo hace constantemente, su mirada se queda fija en mí, pero a la vez no, es como si estuviera en otro mundo completamente diferente, donde se esconden todos sus pensamientos. Sacude la cabeza para traerse otra vez y se me queda mirando.

-¿vendrás? Si no vas me quedaré contigo… aquí –dice mirando mi pobre y pequeña habitación de residencia con tristeza fingida.

Suspiro, otra batalla perdida.

-¿Dónde vamos? –digo caminando hacia mi armario, dándole la espalda a Stefan.

-New Orleans.

No puedo lograr localizar que es lo que pasa a continuación con mi cuerpo, me quedo parada, como una estatua en medio camino del armario, una sensación rara pero a la vez familiar viaja por mi cuerpo, produciéndome un escalofrío. Lo he tenido  antes, es como si pronto pasará algo. Y no puedo localizar si es malo o no.

Les agradecería sus comentarios, soy nueva aquí  

mi peor error tiene nombre: Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora