Espérame

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Jensen podría quedarse dormido de pie, o sentado en una piedra. No durante mucho tiempo pero podría, ya que últimamente tenía mucha falta de sueño debido al insomnio por los nervios y las dichosas pesadillas. Así que no era de extrañar que se durmiera en el cine, con las luces apagadas, una cómoda butaca, una película tranquila y la mano de su amigo sujetando la suya. (Su mano) ;)

Después del cine se fueron a pasar el rato a un bar de copas. Jugaron al billar, ganando el larguirucho con mucha ventaja, pero al llegar a los dardos Jensen no se lo podía creer. Jamás en su vida había visto a nadie con tan mala puntería. Era raro que los dardos tocasen siquiera la diana. Cuando le tocaba lanzar, Jensen despejaba toda la zona, y gritaba: ¡todos a cubierto! y él mismo se ponía a salvo ocultándose detrás de Jared, agarrándose a sus hombros. A Jared no le quedaba otra que reírse un poco avergonzado, pero realmente estaba disfrutando de cómo el pecoso se reía de él.
Cuando ya estaban más cansados y más bebidos, se sentaron a charlar tranquilamente.
Hablaron de muchas cosas, sobre todo de anécdotas graciosas que ocurrieron en sus vidas. Todo en un ambiente distendido y relajado. Jared está encantado de ver a su amigo tan risueño. Se queda absorto mirándole aquellos ojos tan verdes casi hipnóticos, esos hoyuelos que se forman cuando aprieta los labios, y esas pequitas a corta distancia. Es todo un espectáculo que Jared no está dispuesto a perderse. Sí, realmente está coladito por ese tío.
Su mirada turbia por el alcohol, claramente Jared lo asimila mejor porque habiendo bebido lo mismo, está mucho más despejado. El rubio estaba más hablador que nunca, incluso hablando de cosas personales, lo cuál era bastante inusual en él, estaba claro que cuanto más alcohol ingería más se desinhibía. Así que Jared aprovechó esta oportunidad para llevar a cabo un plan, decidió probar algo.

-Jen... ¿sabes? te dormiste en el cine.

Le gusta como suena el diminutivo de su nombre en su boca, le ha hecho sentir mariposas en el estómago y ya no quiere que lo llame de otra forma.

-Sí...-resopla una risa floja- ¡bueno es que la película me resultaba taaan interesante!
-Ya, pero... murmurabas algo... parecía un mal sueño.

Jensen deja de respirar. Una mueca de incomodidad pasa rápidamente por su rostro antes de que pudiera ocultarlo, y su mirada de repente parece enfocar de nuevo.

-¿Quieres hablar de ello?
-Pues mira... No.
-Sabes, hablar ayuda y...
-¡Dije NO!

-¿No? ¿Y ya está? Por... ¿por qué no, Jensen? Dime, ¿qué soy para ti? Sé que algo te está pasando. No soy ciego ni tonto. Sea lo que sea, puedes decírmelo...

-¡Basta Jared! de verdad. Déjalo. Estoy muy cansado y muy borracho para tener esta conversación ahora, no voy a contarte una mierda ¿ok? No es nada.

-No vas a contarme una mierda y no es nada, ¿te das cuenta de que eso es contradictorio?
-Ya te he dicho que estoy muy borracho.
Jensen da un largo trago a su bebida. Mira hacia abajo e intenta pensar en otra cosa, porque esto es arena movediza.

Jared chasquea la lengua y piensa: A la mierda mi plan, para hacer que este tío hable de ello haría falta que estuviera colocado con el suero de la verdad.

-¿Por qué eres así tío, por qué eres tan...
-Sí, soy así de impresionante. -Jared resopla notando el sutil cambio de atmósfera que Jensen intenta.
-Dean, ¿podría hablar con Jensen por favor? Tío, canalizas mucho a tu personaje.
-No, Dean está bien, pero él me canaliza a mí, yo soy el impresionante-. Una dubitativa sonrisa aparece en su cara.
-Sí, eso tiene sentido.
Sabe que sólo pretendía bromear, pero no puede evitar el pensamiento de que lo que ha dicho esconde algo de verdad. Y eso es triste.

-Vamos, te reto a otra partida de dardos, te voy a dar otra paliza. -Bromeó Jared, aunque su tono carecía de entusiasmo.
Pero Jensen no sonríe, ni siquiera parece haberle oído. El desaliento en su rostro le dice que está perdido en sus pensamientos. Pensamientos demasiado profundos y oscuros.

-¿Algo interesante en ese vaso? Qué te pasa, amigo.
No suena interrogativo, sino más bien apesadumbrado.

Dejó entonces de mirar atentamente su vaso y miró a Jared. Se dispuso a decirle "no es nada", pero cuando Jared levanta sus ojos, su mirada está suplicando. Y en ese instante tuvo unas ganas inmensas de abrir sus entrañas, dejar salir todo, sangrar toda la basura interior que le consume, solo para complacer la curiosidad de Jared. Pero no puede, no quiere. Está demasiado atormentado por un horror que no se atreve a compartir. De repente, Jensen suelta una risa que suena más bien a histeria, una risa que podría soltar incluso si hubiera lágrimas por sus mejillas. No quiere romper a llorar, y tiene la esperanza de que si ríe, sus propias emociones captarán la indirecta. Jared le estudia con los ojos entrecerrados llenos de sospecha, pareciéndose inquietantemente a Sam Winchester.

-¿Por qué te ríes, Jensen?

El uso de su nombre completo hace que tenga ganas de golpear algo. Su cara vuelve poco a poco a tornarse seria mientras piensa: joder porque me estás acojonando.

-Está bien. Es sólo este maldito guión. Me... Me tiene bastante jodido. -Y es un alivio porque no le miente.
-¿El guión? No sé si te entiendo pero si es lo que pienso..., tío, lo tuyo es grave. Tienes que dejar de involucrarte tanto con el trabajo, colega. No es bueno para tu salud mental.

¡Ja! mi salud mental, llegas tarde, amigo.

-Sí, es verdad, lo intento pero... No sé si voy a poder hacer esto sin meter la pata y... -Jensen niega con la cabeza, sabiendo que no estaba emocionalmente preparado para soportar el dolor de su personaje y salir indemne.
-¡Bah! no me hagas caso.

-¿Pero por qué? no lo entiendo... ¿Por qué te afecta tanto? ¿Qué hay detrás de todo esto?-
Jensen le mira a los ojos y de repente se siente incómodo, no le puede sostener la mirada. Engañar y ocultarle cosas a ese chico le hace sentirse sucio, pero no ve que tenga otra alternativa. Está a punto de decir algo, pero sólo puede inclinar la cabeza mientras niega levemente. Se siente atrapado.
Jared lo nota, oye el enganche de su aliento, su amigo estaba sufriendo e intentando ocultarlo, pero joder, él no puede hacer más. Le pasa los dedos entre el cabello corto y suave y le mira con ojos compasivos y cansados. Sabe que hay algo pero no quiere presionarle a hablar por miedo a que salga corriendo. Por eso se acerca despacio y le besa en los labios. Jensen después de una pequeña duda, abre su boca invitándole a entrar.
Se besan apasionadamente hasta que Jensen lo corta.

-Joder, cómo te expresas.
-Que tal si seguimos con esto en otro sitio un poco más íntimo, ¿te parece? -Pregunta Jared con una sonrisa seductora.

Se fueron al tráiler de Jensen, al día siguiente rodaban el capítulo que éste tanto temía, y la verdad es que no quería estar sólo las horas previas.

-¿Por dónde íbamos? -Pregunta Jared en tono juguetón. Luego se quedó unos segundos mirando sus labios.
-No es justo ¿sabes?
-¿El qué?
-Que tengas esos labios tan... tan...

No terminó de decir lo que quería porque el hambre por besarlo no se lo permitió. Un beso que empezó dulce, cálido y suave, pero que se fue haciendo fuerte, desesperado, lleno de necesidad y deseos reprimidos que poco a poco se iban liberando. Besándolo con toda la pasión que besa un amante. Besos húmedos, lenguas que exploran y luchan entre ellas por la dominación. Caricias por el cuello y el pecho de Jensen, las enormes manos de Jared bajan hasta la cintura y agarra la camiseta para subirla. En ese instante Jensen se tensa y con sus manos le detiene de inmediato. Jadea frente a su boca y le mira con enormes ojos asustados, cortando así de raíz el creciente deseo de ambos.

-Espera, lo... lo siento Jared, no puedo-. Él es un hombre, de aspecto varonil, para nada afeminado, por eso se avergüenza de esta reacción de adolescente virginal pero, ¿qué otra cosa puede hacer?
Sus manos tiemblan y Jared puede notarlo. Su mirada implora perdón. Quería hacerlo, quería intentarlo, pero no siempre querer es poder.

-De acuerdo, tranquilo, no pasa nada, tal vez... más adelante.
Jared confuso se separa inmediatamente y Jensen se siente extrañamente desamparado.

-Sí, más adelante.

Y por el tono de estas palabras Jared oyó lo que no dijo: un alto y claro "espérame"

Y Jared esperaría.

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora