Dominante

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-Te amo tanto... que duele.

Y Jared está tan sorprendido de lo que acaba de oír que no puede evitar que su mandíbula se descuelgue. Cuando parece que ha recuperado la capacidad del habla, se dispone a decir algo, pero no le da tiempo porque Jensen le sorprende nuevamente con un suave y dulce beso en los labios.
En seguida nota la indudable aceptación y decide profundizarlo. Quieren decirse muchas cosas pero ellos no necesitan más palabras. Por ahora todo está en ese beso, ese beso es suficiente.

Finalmente sus labios se separan con un fuerte jadeo de Jared.
-Tengo que respirar Jen.
-Nimiedades. Ok, tienes 2 segundos.

Jared acaricia los carnosos labios con el dedo pulgar mientras los mira con lujuria.

-Tu boca... ¡dios Jen tu boca!
-¿Te tiene obsesionado, no?
-Todo tú me tiene obsesionado.

Mordisquea su labio inferior y seguidamente pasea su lengua por el mismo sitio. La boca semiabierta le invita a deslizar su lengua suavemente hacia la calidez interior.

El siguiente beso está cargado de necesidad y violencia. Sus bocas hambrientas se abren cada vez más, se muerden, se lamen, se devoran.
La mano de Jared viaja debajo de la camiseta por el pecho y el abdomen, evita tocarle la espalda, no quiere arriesgarse a estropear el momento. Caricias por todo el cuerpo y la respiración se acelera.

Sus cuerpos se frotan salvajes, buscando cada vez más roce, más contacto, más placer. La cara de Jensen se transforma, se llena de seguridad, confianza, control... esa es la palabra, control.
Jared empieza a gemir y Jensen gruñe en respuesta. Le agarra por el largo cabello y tira hacia atrás con fuerza, dejando expuesto y a su entera disposición, el musculoso y largo cuello de Jared. Lo ve como a una presa, le dan ganas de morderle la nuez, pero se contiene. Sin duda eso le proporcionaría un enorme placer a él, pero no cree que sea igual para el otro. Así que sólo lo lame y le mordisquea. Se separa un poco para contemplar su reacción mientras se relame sus propios labios, saboreando, deleitándose en el delicioso sabor salado de su piel.
Lo empuja violentamente contra la pared y aprieta su cuerpo contra el otro. Jensen se restriega sobre él como un animal en celo. Están los 2 completamente duros, mientras las manos del mayor desabrochan con prisa la camisa, casi arrancando los botones. Tiene necesidad de sentir su calor, necesidad de tocar su pecho sólido y duro bajo sus manos, bajo su cuerpo. Jared está sorprendido ante su actitud pero no piensa quejarse. Se dispone a hacer lo mismo, pero cuando agarra la camiseta para subirla, mira a sus ojos pidiéndole permiso con la mirada. Jensen duda un instante, pero luego asiente levemente. Es precisamente él quien decide dar un paso más deslizando una mano por su pecho... estómago y... directo a su erección.

Jared ya no puede disimular su sorpresa y recula un poco hacia atrás, pero la pared se lo impide. Ambos se muestran confundidos, aunque por causas diferentes.

-¿Ocurre algo?

-¡NO, que va, solo que... vaya! nunca dejas de sorprenderme, no conocía esta faceta tuya, tan seguro y dominante. Creo que me gusta.

-Por algo soy mayor que tú, apuesto a que tengo más experiencia. ¡Ah! y aún no has visto nada!

-Mira él que chulo. -Rie con intención de calmar el ambiente.
-No bromeo, Jared. 

En ese momento, solo podía ver a Dean en los ojos de Jensen. En su tono duro y seco, y esto le hizo dudar seriamente. Realmente no conocía nada de él en ese terreno. Siempre era tímido, discreto, y en cuanto a sexo jamás le oyó pronunciarse. Jared supuso que Jensen era novato ¿verdad? De repente su cabeza se llenó de dudas.

¿Y si resulta que es un puto vicioso al que le va el sado o alguna de esas cosas raras?
Esta posibilidad le asustó y le excitó a partes iguales.

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