Décimo Tercer Paso

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Leed la nota al final del capítulo. Gracias.

~●~

Frías brisas en sus rostros chocaban, sus cabellos alborotaban y una garganta empeoraba. Al notar esto, el pelirrojo apresura el paso para llegar antes a la casa del moreno. No quería que este se sintiera peor, y para ello casi se lo lleva arrastrando.
Fueron al menos 30 minutos de viaje a pie, hasta que llegaron a una casa de una sola planta, con sus paredes externas pintadas en azul y sus marcos en blanco. El moreno sacó sus llaves y las ingresó en la cerradura para darle un par de vueltas y abrirla, dejandoles pasar.

Dentro todo estaba ordenado, limpio, moderno, que no rompía la barrera de sus colores azules, celestes y blancos con leves tonos verdes o morados. Era simlemente hermoso.

-¿Eres tú, Jonathan? -se escuchó una voz femenina más adentro del domicilio

-sí -contestó el mencionado mientras avanzaba de donde provenía la voz: la cocina.

Y Sherwin le siguió un par de pasos detrás

-¡que bien! -se escuchó con sarcasmo cuando el moreno entró a la cocina- ¿¡ahora me dices cómo diablos se te ocurre salir con esa infección!? -reprochó, molesta

-te dije que saldría

-¡pensé que solo pasarías en el patio pero salise por más de una hora! ¿sabes? ¡las medicinas mejor ni te las pagaré!

-controlate, por favor -habló, sintiendo como Sherwin estaba a pasos de la cocina y como este escuchaba la conversación

-¿¡controlarme!? ¿¡Cómo se te ocu-!? -calló cuando vio al pelirrojo asomarse tímidamente por el umbral de la puerta, y su expresión cambió- ¡oh! ¡hola! -sonrió dulcemente, acercándose al pelirrojo, tendiendole la mano con algo de harina

El pecoso, al principio dudoso, se la estrechó a la mujer de oscuros cabellos risados, piel morena y ojos azules claro, y musitó un débil:

-me-e llamo She-erwin

-un placer -sonrió- soy Michel

-¿y eres...?

-mi hermana mayor -se apresuró a decir- nuestros padres no están ahora, solo nosotros

-oh -fue lo único que logró musitar

-¡pudiste decirme que traerías a tu amigo! -le reclamó Michel, luego de darse la vuelta y encarar a su hermano

-disculpa, fue mi error -suspiró

-bien -dijo la chica- tú, ve y colócate ropa más cómoda -habló, señalando al moreno- y Sherwin, sientete cómodo. Nuestra casa es tu casa -le sonrió

-no le espantes, por favor -le pidió el moreno mientras salía de la habitación

-¿así como tú "NO" espantaste a Brad? -le gritó, recordandole un incidente familiar que terminó involcrando a su ex

No recibió respuesta, pero se logró escuchar su ronsa risa por el pasillo

El pelirrojo se acercó, tímidamente, a la isla de la cocina y en uno de los altos bancos se sentó, quedando frente al área de tabajo de la morena. Tenía masa por aquí, el horno encendido, veía chocolate, chispas... ¡vaya! ¡un verdadero desastre!

-así que... Sherwin -llamó Michel, comenzando a limpiar la mesa con un trapo

-¿di-iga?

-vaya, así que tú eres ESE Sherwin -rió, siguiendo con la limpieza

Paso A Paso [In A Heartbeat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora