Capítulo 1: Figura entre la tormenta

2K 85 76
                                    



Buenos días a todos, estoy emocionado pues hoy mismo acabo de hacerme esta cuenta para subir la historia que llevaba tiempo intentando hacer. Me ha motivado mucho las maravillosas historias que encontré aquí sobre esta pareja, así que me dije: yo también quiero aportar algo. Muchas gracias a todos los que os animastéis a publicar algo.

No quiero estirarme mucho, ningún personaje me pertenece, esta es una historia que busca el entretenimiento. Espero que disfrutéis mucho, ahora sí, un gran abrazo a todos.

~Yugi~

La ciudad se extendía a mis ojos violetas, apoyé la pesadez de mi cabeza contra mi mano demacrada por las horas de espera dentro del coche que llevaba. La madre naturaleza vertía toda su furia contra el suelo asfaltado que el ser humano creó, mostrando así ira y rabia hacia el mismo. En el cristal, gotas de agua competían entre sí para llegar antes abajo o, en su defecto, aliarse con otras y estancarse en algún reguero dejado por las anteriores.

Para entretenerme, hacía apuestas entre las gotas, intentando desconectar del mundo que me rodeaba. Me divertía con muy poco y todo acababa siendo un juego dado mi actitud infantil, no obstante, la vida que había llevado me separó de personas y demás integrantes que completaban el día a día al que estaba acostumbrado.

Suspiré para apartarme uno de mis mechones dorados que a mis ojos torturaba, gruñí frustrado al ver que, tras hacer un movimiento de victoria, volvió a su lugar para molestar más que antes. ¿Cómo lo harían las personas con flequillo? Yo odiaba el mío. Observé mi reflejo en la ventana, la imagen se difuminaba con el paso de la lluvia. El día de hoy, sentía en mi mirada violeta una sombra de tristeza.

¿Sería por lo mismo de todos los años? Volvimos a cambiarnos de ciudad. Papá era un gran inspector, solían reclamarlo allá donde se necesitaba y él, repetidas veces, sostenía que la familia debía estar unida. Así que, agarraba las maletas, arrastraba a sus familiares con él y nos metía en el coche. El que no quería, iba al maletero.

Sonreí ante la imagen mental de escuchar a mi madre gritando por la calle porque no quería dejar la casa sin limpiar, mientras papá sujetaba en el hombro a su mujer, llevaba en cada mano una maleta, en la boca sujetaba las llaves del coche y yo tenía que ir enroscado en una pierna pues tampoco me gustaba nada la idea de empezar de cero a cada trabajo que le mandaban.

Curiosamente, esa imagen, pasó. Agradecí marcharme del vecindario pues el ridículo que se hizo aquel día fue galáctico. No me extrañaría buscar en un diccionario dicha palabra y que aparezca la foto de mi familia.

Peiné con una mano mi cabello, estaba harto de él, poseía la extraña cualidad de quedarse tieso apuntando a cada lado como si se creyera una antena parabólica o algo por el estilo. Cualquiera que me viera pensaría que mi deporte favorito era meter los dedos en un enchufe a cada mañana para obtener este peinado tan característico. En el color ya ni me metía, tenía más matices que capas tiene una cebolla.

Vislumbré desde la ventana una pila de edificios seguidos, sospechaba haber entrado por fin en la civilización y dejado atrás todo ese descampado desierto que daba la sensación de escupirte una manada de búfalos locos dispuestos a volcarte el coche.

─Yugi, ¿estás emocionado? ─desvié la vista, mi padre me observaba desde el retrovisor.

Personalmente, aún tenía una extraña sensación de ser adoptado pues no me parecía en nada a mi familia: él tiene el pelo dorado, mientras que mamá compone los últimos colores de los que presume mi caballera, ojos marrones y una gran altura. Su piel es bronceada mientras que la mía es todo lo contrario, posee una tupida barba y mi cara parece el culo de un bebé. Sinceramente, siempre creí que los genes de mamá y papá, en vez de haber interactuado juntos para tenerme a mí, se machacaron mutuamente dentro del estómago de mi madre hasta convertirse en una bola de fusión que me escupió a mí. ¡Tenía un poco de todo! Mi pelo era la clave de ello.

Espejismo de un amor (Puzzleshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora