¡Hola a todos! Siento muchísimo la tardanza. Ni os imagináis los problemas que he tenido (familiares principalmente) entre hospitales y viajes. Aun así he seguido pendiente de cualquier actividad, muchas gracias a los que seguíais esperando a que pueda actualizar. Os quiero ♥
Un gran agradecimiento a todos los que habéis leído y votado la historia, eso me motiva a no olvidarla. Y un saludo especial aquellos que se animaron a comentar: Khrysocolla y Chirs_Khyrs, cuyos charlas entre comentarios me hacen mucha gracia XD También a DarkstarSlayer y amigas22 que siempre me leen y se animan y a las nuevas lectoras maribellizeth y user80117230.
Gracias a todos por animarme y esperar, ¡aquí os dejo la continuación!
~Yugi~
Con pesar, mis párpados peleaban contra la aburrida clase que impartía el profesor empeñado en hacer pasar a todos sus alumnos por el sueño eterno de por vida. Para distraerme, ya que el paisaje desde mi asiento lo tenía memorizado y todo de las veces que lo había visto, dibujaba figuras en el contorno de mis cuadernos. Tenía gran variedad artística: a veces eran siluetas aleatorias, a veces objetos interactuando con las parrafadas impresas en el libro, otras un simple animal o incluso alguna que otra caracterización.
Por una vez, estaba tranquilo. Bueno, no del todo. Tuve un encuentro raro esta mañana con Yami, me amenazó con molestarme y amargarme la existencia... pero ahora mismo no estaba en su asiento. ¿Habría ido a prepararse una jugarreta? Esperaba que no fuese tan retorcido o al final acabaría enfadándome.
Lo bueno de todo era que no debía aguantar su mirada intensa.
Distraía mi mente en miles de eventos y pensamientos diferentes, ¿por qué todo acababa siempre en él? Debía admitirlo, tenía miedo. Y algo de asquito también, digo yo... ¿no le dio un aire al nacer y se quedaría loco? Porque no veía normal amenazar así como si fuese lo más lógico del mundo sin que le temblase el pulso.
Escuchaba el suave tintineo de las campanillas que estaban colgadas en uno de los adornos que decoraban el aula, de una ventana medio abierta se colaba una ráfaga de aire muy débil que provocaba el sonido de las mismas al chocarse constantemente. La melodía me sacó una sonrisa, a pesar de que mis navidades no eran las mejores... tenía ganas de que llegase el día. En parte porque no tenía que venir aquí a soportar a Yami, en parte porque podría ver a mis padres reunidos. Apenas pasaba tiempo con ellos, la casa nueva les traía cuesta abajo y el trabajo a mi padre todavía más.
El tema era peliagudo, en las noticias pude verificar ayer mismo un caso particular de asesinato en serie que se daba alrededor de la ciudad. Al parecer, por las afueras, se está siguiendo un camino que no parece marcar a la víctima sino al lugar de la muerte.
Agité la cabeza, ¡no quería pensar algo tan lúgubre en fechas tan señaladas! Se acercaban días bonitos... había que pensar en positivo. Por si acaso, me había informado de este lugar y, parece ser, que no es un lugar seguro. Se han dado durante muchos años casos así que no han trascendido a algo pues han pillado siempre al culpable, era cuestión de tiempo que llamasen a mi padre para cumplir una vacante.
El timbre sonó liberándonos de esta prisión de palabras, nunca pensé que algunos temas dentro de una misma materia pudieran ser tan contrarios. Algunos me apasionaban y otros me enzarzaban en una lucha contra el sueño por mantener la concentración. ¿Cómo era posible?
─Yugi. ─Tristán llamó mi atención, venía sonriente hacia mí─. ¿Qué tal estás?
─Me siento bien, gracias. ¿Y esa felicidad?
─Hoy me he levantado de humor. ¿Ya tienes planes para navidad?
─De momento intentar juntar a la familia, arduo trabajo.
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Espejismo de un amor (Puzzleshipping)
Romance¿Qué sentimiento merece escuchar tu corazón latir por una persona diferente a lo que creías? ¿Qué puede hallarse tras el velo de una mentira? ¿Tras el dolor de una derrota? Con el viento a su favor, Yugi Muto comienza una nueva vida donde todos sus...