Clases

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Dimitri POV: 

Desde el accidente no pude volver a ver a ninguno de mis amigos, ni a tener contacto con nadie más en realidad. Me sentía avergonzado por lo que me había ocurrido, no podía dejar que me viesen de esta manera, así, ciego. Me habían quedado algunas quemaduras en la piel alrededor de los ojos y abrirlos me dolía un poco todavía. 

Con el tiempo dejarían de doler, pero no iba a recuperar la vista cuando lo hiciera.

Mi profesora era una señora muy amable, Louisa, venía a mi casa todos los días a enseñarme después de dar clases en una escuela especial. Ella me había enseñado a leer en Braille, y se me hacía más fácil de lo que yo creí que sería. 

Filosofía se me hacía un poco más complicada, por lo que Louisa me asignó una compañera para que me ayudara. Yo no quería, le había rogado que no lo hiciera, pero ella me había hecho un discurso sobre que lo necesitaba porque sino no aprobaría... 

No tenía problemas en tener compañeros antes, pero ahora, he pasado mucho tiempo sin ver a chicos de mi edad y además, estoy ciego.

Muy a mi pesar, Louisa había llamado a la chica, y vendría al día siguiente.

Yo de verdad no quería una compañera de estudio, asique haría que se fuera.

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora