Confianza

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Emma comenzó a venir todos los días durante dos semanas, y nos habíamos vuelto más cercanos... Aún peleábamos aveces por mis comentarios superficiales, pero había cedido, ella me estaba ayudando y no se merecía que la tratara mal. 

Además, ella era buena... Su voz es tan dulce y sofisticada. Me he pasado mucho tiempo por las noches imaginando como será ella, me llena de curiosidad como será su cabello, de que color serán sus ojos, cómo será su cuerpo: 

- Cuéntame algo de ti- digo.

- ¿Qué quieres saber?

- Tu familia...

- Mamá soltera, dos hermanos menores... ¿La tuya?

- Padres separados, mi padre y mi hermana viven lejos...

- ¿Los extrañas?

- Aveces...

- La distancia está hecha para poner a prueba cuanto quieres a alguien... Eso dicen.

- Puede que sea cierto... Los amo, no quiero dejar de hacerlo.

- Sientes con el corazón, no con el cuerpo... Puedes seguir amándolos aún cuando no los ves.

- Oye estás muy filosófica el día de hoy...

- Siempre, sólo que nunca me estás escuchando. 

- Si te oigo- digo.

- Ese es el problema, oyes, pero no escuchas.

- ¿Acaso no son lo mismo?

- Para nada, si escuchas estás usando otros sentidos para entender... Si oyes, sólo estás percibiendo sonido.

- Eres muy inteligente

- Gracias, es un gran cumplido.

- ¿Te parece un cumplido?

- El mejor de todos... Ya te lo había dicho, creo que es más importante la inteligencia que la belleza.

- Hace unos días creía que esas cosas eran estupideces, pero ahora lo entiendo.

- ¿Ahora?

- Sí, me gusta tu cerebro.

- Muchas gracias, es lindo de tu parte Dimitri.

- Dime Dim, es mejor...

- Claro Dim.


El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora