Ver y tocar

23 3 0
                                    

- Pero no me estoy yendo enojada, ni nada... Simplemente quiero que pienses en lo que te digo porque tu y yo sabemos que es así, que recuperaras tu vista y no me querrás, y lo que mas quiero es que recuperes tu vista, pero no se si quiero arriesgar mi corazón para terminar herida.

- Emma, no sabes la cantidad de cosas que me haces sentir, y quiero vivir eso, desde la ceguera no siento nada tan intenso como cuando estoy contigo...

- ¿De verdad?

Emma se acerca a mí, escucho sus pasitos y siento que esta parada frente a mi, que estoy sentado en la cama. Toma mis manos y las pone en su abdomen, las baja y las pasa por debajo de su blusa. Yo acaricio su cintura y subo hacia sus pechos y los acaricio, son algo grandes, puedo sentir como se eriza su piel y sus pezones. 

Ella se sienta sobre mi dándome la espalda y le beso el cuello, puedo sentir su perfume muy dulce y sigo acariciándola, su cuello, sus hombros, su abdomen, sus muslos...

- Dim, por favor...- dice Emma.

- ¿Qué ocurre? 

- Hay que parar- dice ella- Son las 4 de la tarde, alguien puede venir... La puerta no tiene llave.

- ¿Quieres parar?- digo masajeando sus senos.

- No es justo, lo haces a propósito- dice ella y se voltea para sentarse sobre mi, pero esta vez nuestras bocas se encuentran justo de frente.

- Hacia tantos intentos de imaginar como seria tu cuerpo, como se sentiría tocarte y sentirte... Y se siente mejor de lo que creía.

- ¿Quieres seguir? 

- Si...- contesto.

 - Bien- dice ella- Ya que no tienes la llave, voy a poner algo para trabar la puerta, espera. 

Emma corrió algo, y volvió conmigo. 

Volvió a sentarse sobre mi y me besó muy intensamente, realmente iba a hacerlo con ella, después de imaginarlo tantas noches. La ayudo a quitarse la blusa y ella se levanta un poco para bajar mi pantalón, cuando hace eso, escucho que tocan la puerta.

No solo tocan la puerta, sino que hacen ademán de abrirla, pero como esta obstruida no pueden, Emma y yo seguimos con lo nuestro pensando que iban a comprender que por algo estaba así, pero no:

- ¡Dimitri, Dimitri! - mi madre empieza a gritar y sigue tocando- Abre la puerta por favor, lo que sea que ocurra podemos solucionarlo, pero no hagas esto...- dice ella.

- ¡Mamá! Estoy bien- grito y no puedo evitar reírme sintiendo que Emma esta conteniendo una risa.

- Hijo, abre la puerta, hablemos, no tienes porque encerrarte.

- No va a dejarnos en paz ¿Verdad?- le susurro a Emma.

Ella se pone su blusa y me subo el pantalón y abro la puerta:

- ¿Qué ocurre mamá?

- Ay...-dice ella viendo a Emma- Lo siento, estoy interrumpiendo ¿No? Discúlpenme- dice riéndose- Pensé que estabas por hacer una locura, bueno... Si bueno, no es una locura mientras usen protección...

- ¡Mamá!- le digo- ¡Por favor!

- Lo siento, los dejo solos, lo siento.  

Ella cierra la puerta:

- Supongo que se arruinó el momento ¿No?- le pregunto.

- Creo que si- dice y se ríe- Yo me voy, ya tendremos oportunidad de repetirlo, supongo... 

- Si, lo siento, no quería que pasara esto... 

- Por lo menos había trabado la puerta, sino si hubiera sido muy vergonzoso- dice y se ríe.





Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El amor es ciegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora