No vuelvas a dejarme. [EADMP#2]

Capitulo 2

No se cuantos minutos habian pasado, 3, 10, 15 quizás? No podía dejar de admirarla, estaba tan diferente pero a la vez tan ella, la niña que habia conocido hacia 8 años seguia en sus rasgos, es tan bella.

Su cabello corto hacia verla mayor, y lo estaba.

Paul seguia abrazado a ella.

El chico con él que ella entró, de quien yo no me había percatado se me acercó.

-Eres su tío?. - Preguntó genuinamente.

Se me cruzaron muchas cosas para responder pero solo me limite a mirarlo y a responder un simple..

-Si.

-Encantado, soy Joey. -Alargó la mano para que pueda tomarla y lo hice.

-James. -Dije secamente.- Y tu eres un amigo?.

-Jajaja, su prometido. -Dijo orgulloso mostrando cada diente de su boca.-Es un placer poder conocer la familia de Ori.

-Si supieras. -Se me escapo de los labios.

-Disculpa?. -Juntó su entrecejo y me miró.

-Disculpa aceptada.

Toque su hombro y me fui corriendo escaleras arriba en busca de mi abrigo.

Prometido??? Agh! Me lo hacia con algún propósito?, como podía desaparecer 7 malditos años y luego reaparecer comprometida.

Volvi a correr las escaleras pero hacia abajo y abrigado, tome las llames y salí al sol cálido que me daba la ciudad hoy.

-A donde vas?. -La voz chillona de Han llegó a mis oídos.

-Por unas cosas al mercado, ya sabes. -Levante mis hombros con aire despreocupado.- Parece que tenemos visita.

-Lo siento James.-Pude sentir en su tono de voz por que lo dijo.

-Lo se.-Le dedique una sonrisa y le abrí la puerta del copiloto para que pueda acompañarme.-Vienes?.

Todo este tiempo lo único que yo anhelaba era verla, y ahora que la tengo tan cerca, esta tan lejos de mi.

Han era demasiado rencorosa, supe que no la perdonaría tan fácil y no se quedaría a sus pies a penas apareciera, sufrió, mucho y la entendía, como ella a mi y eso era increíble, teníamos construida una amistad incomparable.

Al llegar al supermercado Han salió disparada a las golosinas.

-Puedes por un segundo pensar en algo que no sea azúcar?. -La mire con cara de padre enfadado.

No porque este gorda, esta hermosa, su figura seguia intacta.

-Si. -Dijo con brillos en los ojos mirando los distintos tipos de chocolate. -Luego vamos por lo otro.

Bueno, parece que esto sera largo.

Oriana

Ambos se fueron sin decir nada, me refugie en los brazos de mi padre, esos brazos que extrañaba tanto.

No sabía que iba a pasar, que iba a sentir, pero todo aquello que había olvidado, cayó sobre mi como una pesada bolsa de piedras.

Era tan hermoso, como si quiera se me ocurrió olvidarme de él.

No volví con aquellas intenciones, volví con una pareja a mi lado, una vida ya echa y pude notar que él lo entendía.

La cara que me había tirado Han reflejaba como la había decepcionado, irme así sin más la dejó destrozada.

Ahora estaban bien, y volvía yo, como si nada.
No sabía que hacer.

-Cuanto tiempo piensan quedarse?. -Pregunto mi padre que estaba entretenido preparando cafe.

-Yo me iré en una semana. -Contestó Joey dejandome confundida.

-No me lo habías dicho.

-Es que quiero que te relajes y disfrutes con tu familia, igual si tu necesitas que me quede, lo haré amor.

Así era el de comprensivo, lo amaba con todas mis fuerzas.

-Te amo.. -Formule con mis labios, haciendo que mi prometido me lance una sonrisa.

La puerta principal se abrió de golpe dejando ver a un James rodeado de bolsas y Han a las carcajadas.

-Su locura nunca desaparece. -Sonreí mirando la escena divertida.

-Es por eso que estoy con ella. -Mi padre la miro satisfecho. -Nunca falta alegría en la casa gracias a ella..

Tenia que admitirlo me dio una pizca muy grande de celos, ver como dos hombres importantes en mi vida amaban tanto a Han.

Y yo fui olvidada, me lo merecía, pero venia para quedarme, los añoraba tanto que no quería volver a dejarlos jamás.

-Tienen la habitación de huéspedes. -Dijo mi padre cerrando la puerta, la tuya Ori se la a quedado James, lo siento.

-Lo entiendo. -Sonreí forzada. -Al fin y al cabo este ya no es mi hogar, ni mucho menos mi habitación.

James y Han seguían riéndose divertidos al ver la panza, de esta última, moverse.

-Este siempre sera tu hogar. -Me miró con expresión que no pude descifrar. -Solo que bueno, algunas cosas cambiaron.

Su cara, la cara de la que fue mi amiga me destrozaba.

Creo que no durará mucho mi estadía aquí.

Me dispuse a subir las maletas junto con Joey.
En fin ellos me los paso por cualquier lado menos el corazón. Iba a aprovechar mis días aqui para que mi prometido conozca donde crecí, y además hacer feliz a mi padre.

Que les den si no me quieren ver aquí, si me tienen rencor, no me iba a arrastrar como un cachorro a sus pies.

Que se traguen sus malditas caras.

Estaba enojada y se los haría saber.