Los chicos no se encontraban en casa, todos ellos habían salido a un conocido centro comercial en el epicentro de Seúl.
Así Min _____ y Jungkook podían tener un tiempo libre, un tiempo solo para ellos, como los primeros días cuando no eran nada pero pasaban tranquilos y sin ruido en casa. Todo eso cambió con la llegada de los chicos, primero con la llegada de su hermano y cuñado y por último con la llegada de los chicos, hace dos meses.
—¡Kookie... ah! —dijo la chica mientras el de orejas de gato besaba su cuello y acariciaba su cintura delicadamente.
—Diga mi nombre, nonna —murmuró con una sonrisa lasciva en su rostro, tal vez no tenía experiencia en el tema, pero aprendería y sería el mejor.
—Eres un gato pervertido mi lindo Kookie —susurró ella mientras acariciaba suavemente su cabello y lo jalaba en los suaves mordiscos en su cuello.
—Lo se muy bien nonna, usted es mía me pertenece —Mordisqueó su cuello y descendió, llegando a los senos de esta.
—Oh no Kookie... ¡Ah! —El de cabello negro mordió un pezón sin nada de suavidad—. ¡Ah! ¡Carajo!
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