- ¡¿Qué?! ¿¡Como que quemaron tu casa!?. Preguntó Raynard
- Si, cuando llegué, ya estaba totalmente incendiada, ni siquiera esperé a que lleguen los bomberos, vine directo hacia aquí. Dijo Agneta mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.
- Tranquila, ya lo solucionaremos. Acotó el joven mientras acogía a la muchacha entre sus brazos.
Raynard, cerró la puerta, justo en ese momento Adler bajó y dijo.
- ¿Que pasó aquí? Agneta... ¿que haces acá a estas horas de la noche?
- Quemaron su casa, padre. Respondió Raynard.
- Oh, quedate esta noche en casa, mañana arreglaremos todo esto. Hijo, dale una habitación a tu novia. Dijo Adler mientras volvia a su habitación para seguir durmiendo.
Agneta y Raynard subieron al segundo piso.
- Usa esta habitación, espero que te sientas comoda. Dijo Raynard mientras abría la puerta de una gran habitacion.
- Le pertenecía a mi hermana mayor, pasa, no tengas vergüenza. Yo ya me iré a dormir, estoy agotado. Acotó el joven.
Agneta entró a la habitación mientras Raynard iba hacia la suya; al llegar, el muchacho se quitó su camisa, su pantalón e inmediatamente se tiró a la cama. Pasó un tiempo, de repente la puerta de la habitación se abrió y una hermosa mujer en enaguas entró, aquella hermosa mujer era Agneta.
- Raynard, quiero dormir aquí contigo. Dijo la muchacha.
El joven sonrío hizo un espacio en la cama y dijo.
- Jajaja, estaba esperando que pase esto, ven, acuestate.
Al otro día, Raynard se levantó y no vió a Agneta en la cama, bajó al comedor y alli estaba ella.
- Buenos días, te preparé el desayuno. Dijo la joven.
- No tenías por qué hacerlo, para eso tenemos a Rahel, la mucama. Pero bueno, si lo hiciste tú no lo voy a rechazar. Respondió Raynard mientras se sentaba en la gigantesca mesa. Durante el desayuno, bajó Adler saludó y se sentó a tomar su café como todas las mañanas, mientras lo bebía miró a Agneta y preguntó
- ¿Que pasó anoche? ¿Que pasó con tu casa?
- La quemaron, cuando partí de aquí hacia mi casa, al llegar ya estaba totalmente incendiada. Respondió Agneta.
- Vayamos a ver el lugar, por ahi podamos hallar al culpable. Dijo Adler.
Al terminar el desayuno, Agneta los guió hacia su antigua casa, al llegar, encontraron la casa donde antiguamente se encontraba la resistencia judía que Raynard mandó a fusilar. Adler extrañado miró a la joven y le preguntó.
- ¿Esta era tu casa? Yo mandé a quemar esta casa por qué le pertenecia a unos judios ¿acaso tú te hospedabas con esos judios?
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Amor tras la guerra
Historical FictionEsta historia trata en 1933 cuando los nazis poco a poco iban tomando poder. Raynard, un joven alemán de 16 años hijo de un importante general del ejercito nazi, conoce una chica la cual pronto terminaría siendo su novia. Pero todo cambiará cuando c...