Daniel
Ninguno de los chicos me respondía a las llamadas, habíamos quedado en que me recogerían para ir al club, pero ninguno estaba allí, sin embargo, el coche de Sebastián estaba aparcado. Choque la palma de mi mano con mi cabeza, a veces era estúpido, obviamente habrían subido a ver a Miguel. Íbamos a llegar tarde a nuestra cita, así que no me quedo más remedio que correr y por alguna razón el ascensor no bajaba. Maldije al hijo de puta que no lo soltaba y me dispuse a subir las escaleras corrigiendo, llegué a la puerta de la habitación con la respiración agitada, a pesar de estar en buena condición física subir tantas plantas de sopetón no lo soportaba nadie.
Mi pecho subía y bajaba como si acabara de follar o al menos creo que así sería cuando lo hiciese. Entré con prisas, sin mirar, y debido a eso la enfermera se chocó conmigo aunque no dijo nada, se quedó mirándome, callada sin mediar palabra.
—Ten más cuidado enfermera. —La bordee y me adentre en la habitación.
—Tengo nombre tonto, estúpido de barrio bajo...—Deje de escucharla. Simplemente la ignore, era tarde y la verdad no me importaba lo que digiese de mí.
—Te has pasado. —Dijo Joel, el siempre tan justiciero. A pesar de ser un poco más bajo que yo, siempre nos miraba por encima del hombro, pareciese que siempre fuese justo, y la verdad es que muchas veces era así.
—Vamos a llegar tarde, tenemos que salir ya. —Les enseñé la hora en el móvil.
—Cálmate Daniel, ya hablamos con él y cambiamos la hora. —Respiré tranquilo, odiaba llegar tarde, y más cuando la cita era con mi entrenador. Sebastián me palmeo la espalda después de decir aquello. —Ella trajo eso. —Su dedo índice señalaba un sofá. —Miguel le dijo como dormíais y quiso ayudar, nos la encontramos por el camino y la ayudamos a traerlo. —Acto seguido se tiró en el sofá dejando sus pies por fuera y su pelo marrón chocando con el otro extremo.
—Trátala bien, hasta ahora ella nos ha tratado bien. —Bufó mi querido hermano, postrado en la dichosa cama.
—No mira por dónde camina. —Rechiste yo, no sentía remordimiento por cómo le hable, en realidad no dije nada malo, solo le hable algo borde. Nos quedamos allí todos, hablando de lo que habíamos hecho estos últimos días que no nos vimos, reímos a carcajadas. No pude evitar pensar en la suerte que tenía, de tenerlos a todos juntos en una sala, riendo junto a mí.
Fran estaba más callado de lo normal, no paraba de mirar su móvil, a pesar de tener los mismos años que yo-veintiuno- era el más bajo de todos, esa era su inseguridad y objeto de burla para nosotros.
Lucas estaba tumbado al lado de Miguel, mientras lo miraba incrédulo a causa de la historia que le contaba Joel. Mientras Joel contaba su relato se hacía un moño, me sorprendía lo largo que tenía el pelo. La última vez que le diagnosticaron cáncer a Miguel decidió dejárselo crecer para donarlo, él decía que así aportaría su granito de arena.
—¿En qué piensas Sebastián? —Estaba ensimismado, sin prestarle atención a nada ni a nadie.
—Es que ya es la hora de irnos, ya ha anochecido, deberíamos ir al club. —Nunca se le dio bien mentir, pero sus razones tendrían para hacerlo. Asentí y me levante, todos me imitaron, me despedí de Miguel acariciando suavemente su mejilla, me acerque y le susurré "te quiero", su respuesta fue la de siempre, "y yo".
No tardamos en llegar al coche, el club se encontraba en el mismo barrio donde estos cuatro vivían, Sebastián conducía y fue el encargado de aparcar el coche mientras nosotros entrabamos en el local.
—Me cago en mis muertos Daniel. —Pedro estaba muy enfadado. —Hemos retrasado la puta hora. —La vena de su cuello estaba hinchada, tanto que conectaba con la que recorría el lateral de su frente. —Vete al camerino y prepárate, sales en cinco minutos al ring. —Limpio el sudor de su frente con su mano, y camino hasta el ring. Sebastián llegó hasta nosotros pronto, todos entramos en el camerino y me ayudaron a prepararme.
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Que empiece el juego
Teen FictionEn la vibrante ciudad de Barcelona, donde la brisa marina se mezcla con el aroma del Mediterráneo, dos mundos se encuentran en un apasionado combate: el del boxeo y el de la alta sociedad. Daniel, un joven boxeador de familia adinerada, está a punto...