Kokkuri-San

Hoy fue un día muy cansado en la vida de Yuu Akagami, a pesar de no pertenecer a ningún club por simple falta de interés, los estudios lo agobian. 

Cuando está por salir del salón Haruto, uno de sus mejores amigos, le grita- ¡Yuu-Kun ven un momento!

-¿Qué pasa? Ya todos se fueron y estoy cansado -Dice Yuu antes de que lo hagan tomar asiento casi que por la fuerza.

-Mira, mira lo que tenemos aquí -Dice Rin, su mejor amiga, mientras señala una hoja de papel en el escritorio frente a ella.

-Una hoja de papel -Menciona Yuu con voz cansada y sin mucho interés.

-Tonto Yuu esto es mucho más -Rin levanta la hoja y por centímetros no la restriega en el rostro de Yuu- Léelo.

Yuu lee sin cambiar su gesto de desinterés, lo que se ve no es impresionante en absoluto. Las palabras si y no separadas por lo que parece ser el dibujo de un torii, debajo de esto una hilera de números y después el alfabeto de la A hasta la Z.

-¿Se supone que tengo que saber que es todo esto? 

-¡Hoy jugaremos al Kokkuri-San! -Exclama Haruto antes de sentarse también.

Con los tres sentados rodeando un simple escritorio Rin saca una moneda de 5 yenes y la coloca sobre el dibujo malogrado del torii.

-Repito ¿Se supone que tengo que saber que es todo esto? -Yuu no entiende en absoluto lo que sucede y empieza a pensar en lo bien que estaría en casa.

-¿Nunca jugaste al Kokkuri-San? -Yuu lo único que hace es hacer un movimiento con los hombros- Supongo que no, mira es como la versión japonesa de la ouija, tu pon tu dedo índice en la moneda y entenderás.

Yuu nunca creyó en fantasmas ni demonios, por eso hace caso omiso y coloca su dedo en la moneda. ''Seguro me harán una de sus bromas de mal gusto'' es lo único que piensa.

-Repite junto a nosotros a la cuenta de tres -Una brisa fría entras por la ventana, un escalofrío sube por la columna de los tres, una posible señal del destino- Uno... Dos... ¡Tres! Kokkuri-san, Kokkuri-san, si estás aquí, por favor, mueve esta moneda.

Muy mala idea...

El juego comenzó

Preguntas van  y vienen, Kokkuri-San tiene la capacidad de ver el futuro de las personas y responde a gran velocidad, todas las preguntas son respondidas, excepto las hechas por Yuu. Cuando él pregunta el juego responde de la misma manera siempre ''No lo se''

Ya cansados del juego y con la noche empezando deciden terminar con el juego.

- Kokkuri-san, Kokkuri-san, por favor, vuelve a casa -En respuesta la moneda se mueve al ''Si''  y después al torii.

-Bien vamos a casa juntos Yuu, Haruto -Rin se levanta y estira los músculos.

-Ya voy Rin -Haruto se levanta y se dirige a la puerta- Hey Yuu ¿No te querías ir más que nadie? -Rin y Haruto quedan con la boca abierta al ver que que su amigo está dormido encima de la mesa.

-¿No sería una buena broma dejarlo dormido aquí? -La chica insinúa mientras le da codazos inofensivos al chico.

-¿No crees que sería muy cruel?

-Será una simple broma -Rin lo arrastra fuera del salón y se va.

Un terrible error

Dejar a un amigo a merced de un dios

Yuu despierta en el salón, no hay nadie alrededor ''Me dejaron solo esos idiotas'' piensa mientras se levanta, mira la hoja y susurra- Pero que farsa, era un dios muy aburrido si consiguió dormirme -Apenas dice eso, la puerta y las ventanas son cerradas de golpe, un escalofrió recorre su columna como antes. Corre desesperado y trata de abrir la puerta, no hay resultado, las ventanas, no hay resultado. Está completamente encerrado.

-¿Qué diablos sucede aquí? Rin, Haruto, estoy apurado abran -Yuu exclama en voz alta como si  se tratase de una simple broma de sus simples amigos.

-Las palabra mágicas son: Kokkuri-San, Kokkuri-San abre la salida, por favor -Una voz femenina resuena por todo el salón.

Sudor  frío cae por el rostro de Yuu, siente como la sangre fluye por su cuerpo y adrenalina es su respuesta hacia la voz. 

-¿Quien eres?

-Perdí la cuenta de veces que mencionaron mi nombre, no puedo creer que aun no te lo aprendas- La voz responde de manera burlona.

-No puede ser ¡No eres real!

-Ya te encerré aquí, te estoy hablando ¿Qué otra prueba quieres? Los humanos son demasiado tercos... ¡Tengo una idea! -Los muros y el piso empiezan a tambalearse hasta que caen, dejando a Yuu flotando en medio de un negro absoluto.

Los gritos de terror de Yuu parecen desaparecer en la oscuridad, nadie escuchará nada de lo que diga. Por fin entiende que esta a merced de un verdadero dios.

-¿Qué me harás?

-No te dejare salir de aquí, creo que tienes algo muy importante que hacer, algo tan importante como para mentirle a tus amigos sobre tu estado, tienes que irte ¿Verdad?

''Papa...''

-¿Por qué? ¿Que es lo que quieres?

-Porque puedo. Pero creo que tienes algo que en verdad quiero, si me lo das te dejare salir.

Una chispa de esperanza se prende en el corazón de Yuu -Dime que es lo que quieres, te lo daré si me dejas ir.

-Quiero emoción un juego divertido para pasar el tiempo, por eso hagamos un trato, si me dices tu nombre yo te daré un regalo, a cambio lo utilizaras para mi divertimento.

-Eso es demasiado simple, mi nombre es Akagami Yuu, ahora déjame ir.

-Eres demasiado simple.

-Pero la manera de irme de aquí también lo es, por favor déjame ir.

Una pequeña risa se escucha- Los mortales son tan interesantes, mi nombre es Hanazaki Kokkuri. Ahora nuestro trato esta hecho nos veremos la próxima vez.

Kokkuri-San es un espíritu animal, una mezcla entre un zorro, un perro y un mapache. Cada uno de estos animales aporta sus características a Kokkuri-san: como zorro puede ser un buen maestro, pero también un embaucador; como perro es leal y protector; y como mapache, puede ser muy travieso, pero también trae buena suerte. Todo esto es Kokkuri.  

¿Esta bien confiar en un dios con fama de embaucador y bromista?

Kokkuri-San, Kokkuri-San ¿Qué juego es el que tienes preparado para Yuu?