Hace mucho tiempo existió una joven hermosa que era pretendida por decenas de hombres, de esas decenas sobresalió un hombre en especial, un samurai, honrado, fuerte, adinerado y orgulloso.
Esa pareja se casó y llevaron una vida feliz hasta que el samurai tuvo que partir para luchar una guerra.
Sola y desolada, la mujer lo esperó durante años y años, pero el nunca volvió y las noticias sobre el tampoco. Entristecida, buscó consuelo en los brazos de cada uno de los pretendientes que llegaban e insistían de forma incesante a ella.
Con el tiempo, y las aventuras con cada hombre, la mujer tomó cierta fama. Los hombres comenzaron a verla como un desafío a la hombría y su confianza en si mismos, yendo a pretenderla para poder presumirlo después.
El samurai, que había desaparecido hasta entonces, un día escuchó cierta historia en sus viajes de vuelta a casa.
Esa mujer es hermosa, la mas hermosa que hayas visto o soñado, una diosa en verdad, los hombres que logran acostarse con ella lo presumen como un placer divino y un desafío.
Orgulloso el, fue por la mujer sin dudarlo apenas llego a su pueblo, después de una noche de tragos encaró por un camino que se la hacia bastante conocido, pero el estado de alcoholemia lo tenia lo suficientemente lerdo para no darse cuenta de adonde iba hasta llegar a la puerta de un lugar muy conocido para el, su propia casa.
Con su katana desenvainada irrumpió en su ya no tan hogareño lugar y terminó por encontrar a esa persona ya no tan querida con un sujeto del que no tenía idea. La mujer sufrió una especia de alegría mezclada con miedo al ver a su querido y tan extrañado marido atravesando el costado de su pareja de una sola noche y sacando su espada cubierta de sangre para apuntarla hacia su rostro.
Ella paralizada no supo que hacer o decir hasta que soltó un horrendo alarido mientras su boca era cortada de un costado a otro por la espada de su tan extrañado marido mientras el gritaba con furia— ¿Piensas que eres hermosas?
Una historia malentendida sobre una mujer que esperó hasta que no pudo mas, y una vez su hombre volvió con la perfecta intención de engañarla decidió matarla de manera cruel por una deshonra a su honor.
Un alma en pena que baga por el mundo con el corazón roto por los errores cometidos en vida, tan perdida que hasta se olvida de quien es.
Cuando Yuu vuelve a abrir los ojos todavía se encuentra abrazando a la joven sollozante.
—Tu que cometiste errores, tu que ahora pagas por ellos, tu que fuiste asesinada de manera injusta y que te volviste un alma en pena, hoy te recuerdo tu nombre, se libre y vuela como los pétalos de tu hermosa flor, yo perdono tus pecados Sakura.
De entre sus brazos comienzan a brotar pétalos rosas que son llevados por el viento, poco a poco la joven se convierte en estas pequeñas bailarinas y es llevada también, por primera vez antes de desvanecerse la chica deja de llorar y sonríe conmovida.
Yuu se da la vuelta para encarar a Harato que conmovido miraba la escena.
—Parece que aprendiste sobre la marcha -dice el con una sonrisa de oreja a oreja.
—No se que acabo de hacer, pero duele demasiado aquí -Yuu trata de tocarse el pecho pero tantea un objeto punzante que lo atraviesa, una especie de daga negra que poco a poco se adentra en su pecho y desaparece en el.
Sufriendo de forma horrible Yuu cae al suelo con sus manos en su corazón.
—Los exorcistas se ven obligados a absorber todo el sufrimiento de las alma en pena que perdonan, imagina que lo que sientes ahora es lo que ella iba a sentir una eternidad si nadie la ayudaba, ahora es libre, pero su sufrimiento debe morir en algún sitio, ese sitio eres tu.
Después de a lo sumo veinte minutos llorando y retorciéndose en el suelo el joven exorcista recupera la compostura y se levanta poco a poco.
—¿Todos los Yokai sufren de esta forma? -pregunta Yuu con sus manos aun en su pecho.
—Casi todos, otros están aquí porque su maldad en vida fue imperdonable y ahora están en la tierra esperando a alguien que les de el castigo que se merecen -Harato suspira y mira hacia el cielo como si en el buscase algo mas que decir— Los espíritus pueden ser tanto malos como buenos, se nota que antes fueron personas.
—Espectros malos o espectros buenos, necesitan ser exorcizados de igual forma para que todo este en su sitio y el mundo sea un lugar pacífica para todos —comenzando con su despedida, Harato le da la espalda a Yuu y camina en la dirección exacta para salir de los suburbios.— Los exorcistas existimos por esa razón, y si un espíritu o dios te convierte en su sacerdote, estarás obligado ser cazado por estas criaturas toda la vida.
—Yo...
—Tu no tienes elección, ahora eres un exorcista y deberás comportarte como tal —junto a su caminata Harato da un veredicto final— Intenta que no te maten.
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Kokkuri-San
ParanormalYuu Akagami es un joven japonés común y corriente que vive una vida común y corriente. Un día es convencido de jugar al Kokkuri-San por sus dos mejores amigos, pero en la sesión del juego algo sale mal y Yuu termina encerrado entre dos mundos, el de...