Kokkuri-San

Los tres principios del exorcista

Seis días pasaron desde que Yuu convive con el don de Kokkuri, o mas bien con su maldición  y los cambios dentro de su vida se han hecho notar: frecuentemente encuentra sombras que se mueven y toman formas inhumanas, a comenzado a evitar ciertos lugares, como por ejemplo el paso a nivel donde se encontró con Kashima Reiko y se generó dentro de se corazón un profundo miedo a la noche y a la oscuridad en si, después de todo los espectros tienden a ser mas activos por esas horas y en lugares donde la iluminación escasea.

A pesar del constante acoso de las sombras Yuu volvió a poder conciliar el sueño y no a tenido contacto directo con ningún Yokai que atente contra su vida, aunque sea con miedo, el puede llevar una vida medianamente normal la mayor parte del tiempo. Sin contacto directo con la tierra de los muertos, ni sabiendo absolutamente nada de otros exorcistas, Yuu, puso todo su esmero en investigar sobre el juego de Kokkuri-San. En busca de nuevos encuentros intento jugar una y otra vez, mas Kokkuri nunca se presenta. Producto de que el espíritu no vuelva a aparecer el joven supuso que el ''juego'' del que hablaba era un tipo de escondidas, el se esconde y Yuu lo busca para que le quiten su maldición, o por lo menos esa es su esperanza.

Hace poco descubrió que tanto la moneda como el tablero de un juego ya utilizados se vuelven una conexión con el espectro, por lo tanto el tablero debía ser quemado y la moneda gastada para evitar la mala suerte, pero conociendo lo imprudente que podía ser Rin a veces el confía en que todavía tenga alguno de ellos en su poder. En un receso antes de la próxima clase Yuu se acerca a Rin, la cual parece mas interesada en una siesta sobre su pupitre que en el resto del mundo.

-Despierta Rin -dice yuu mientras le da una leve sacudida a cuerpo casi inerte de su amiga.

-¿Que pasa? -pregunta Rin con voz somnolienta y un hilo de saliva seca saliendo de su boca.

Ignorando el ferviente pensamiento sobre como su amiga debe aprender a dormir con la boca cerrada Yuu va directo al grano y hace sus preguntas- ¿Te acuerdas de cuando jugamos al Kokkuri-san? ¿Todavía conservas la moneda o la hoja?

-¿Por qué preguntas?

-Por nada en particular, curiosidad.

-Es algo extraño, pero así eres tu -Rin bosteza y mira a Yuu con su rostro vuelto una mueca extraña, acaba de recordar algo- Sinceramente no se como explicarlo, pero la hoja y la moneda desaparecieron.

Una voz desconocida suelta una risilla que solo Yuu puede escuchar, este se estremece y busca en todos lados por su origen, pero no encuentra absolutamente nada. 

-¿Pasa algo? -pregunta Rin confundida por las acciones de su amigo.

Yuu se da cuenta de que esta comenzando a parecer un bicho raro y vuelve a enfocarse en su pregunta- ¿Como que desaparecieron?

-Desaparecieron, las metí en mi mochila antes de volver a casa, pero cuando volví a abrirla ya no estaban.

-Que raro, bueno, gracias por ayudarme.

Yuu vuelve a su pupitre y comienza a pensar en ese suceso, lo mas posible es que haya sido culpa de Kokkuri, el espíritu limpió su rastro sabiendo que iba a ser perseguido para que quite su maldición, cada vez la teoría de ''las escondidas'' toma mas sentido y deja de ser solo una esperanza vacía.

Sin nada mas que hacer Yuu decide seguir con el día de clases como uno normal.

Al volver a casa Yuu comienza con sus rituales para mantenerse seguro: enciende absolutamente cada luz en la casa, cierra ventanas y puertas con llave y confirma que cada una de sus cosas sigue en su lugar ya que sabe por sus investigaciones de espectros que tienden a robar pertenencias, todo esta en orden.

Con todo controlado, o por lo menos creyendo que es así, Yuu decide tomar su grabadora y comenzar con su bitácora- Bitácora del capitán Yuu, año 2017 día 29 mes 4. Sexto día de mi convivencia con la maldición. Cada vez estoy mas seguro de que Kokkuri se esta escondiendo de mi, después de todo se deshizo de las únicas pistas que tenía para encontrarla. Todavía no tengo idea de lo que pasara si la encuentro, pero espero que ese por lo menos sea el primer paso para que mi vida vuelva a la normalidad. Capitán Yuu fuera.

Después de terminar con la bitácora Yuu decide subir a su habitación para estudiar. La época de exámenes se acerca y lo ultimo que quiere es ser tomado desprevenido por un aluvión de reprobados. Al no ser un genio natural, como sus profesores esperan de cada uno de sus alumnos, debe estudiar demasiado para dar la talla. 

Pasa una cantidad módica de tiempo con Yuu consumiendo su cerebro en resúmenes y libros de historia antes de que comience a notar un sonido extraño proveniente de su ventana, pequeños golpes. Temblando levanta su mirada solo para encontrarse con un gato, negro como el carbón y sus ojos verdes como esmeraldas enormes; sin pensárselo se acerca a el y abre la ventana para que el minino entre de un salto.

-Hola, pequeño -saluda al animal mientras busca en su collar alguna dirección o nombre, no las encuentra- ¿te escapaste de casa? ¿estas perdido?

-Hola sacerdote de Kokkuri, un gusto en conocerte -responde el pequeño animal con una voz  masculina, madura y suave.

Con los ojos como platos y sudor frío corriendo por su cienes Yuu se queda estupefacto sin saber que hacer. Lentamente, la puerta de su habitación se cierra y la ventana es cubierta por su persiana.

-Nadie debe verme, o podrías correr peligro - dice el animal antes de pararse en dos patas y comenzar a mover su cola como si fuese una serpiente. Lentamente, su cola se bifurca hasta separarse en dos partes desde la punta y el animal termina con dos colas- perdóname por no mostrarte mi verdadera forma desde un principio, para un sacerdote esa es una falta de respeto.

-¿Qué eres? -responde Yuu mientras se calma, es criatura le provoca un revoltijo de emociones extrañas, pero entre ellas no está el miedo.

-Soy un Nekomata, he vivido tantos años que mi cola se dividió en dos y obtuve poderes sobrenaturales, aprendí a hablar y se todo lo que se tiene que saber sobre exorcismos -los ojos del gato se iluminan en una luz verde y como por arte de magia aparecen tres grandes espejos que flotan en el aire.

-¿Que son estos? -Ingenuamente, Yuu intenta tocar uno de los espejos que, en respuesta, evita su mano como si tuviese mente propia.

-Son imágenes de tus maestros. Presta atención, porque, estas a punto de aprender sobre ''los tres principios del exorcista''

Uno de los espejos comienza a temblar como si fuese agua en movimiento. Yuu lo observa detenidamente y comienza a divisar una imagen siendo reflejada: es de noche en un templo abandonado, tres hombres armados con bats de baseball se acercan a un joven monje que, inocentemente, le da forma a su karesansui (jardín seco) con un rastrillo, sin darse cuenta del peligro que corre.