Capitulo 1: Inicio

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-Mierda, me he dormido. ¿Qué hora es?

Olivia mira el reloj medio dormida. Son las 8:30.

-Mierda, la entrevista es a las 10. 

Olivia se levanta rápidamente de la cama intentando no despertar a Ruben, su novio desde hace tres años, se pone sus zapatillas de estar por casa y se dirige hacia el tocador, se pone un poco de maquillaje y los labios color nude. Después va hacia el  armario, el cual no es muy grande, así que se pone lo primero que ve, unos tejanos claros y una blusa de flores. Se suelta el pelo de la coleta que se había hecho para dormir y se pone unos botines a juego del bolso. Se dirige hacia la cama y le da un beso a Rubén para despedirse, ya son las 9:15, así que coge la chaqueta y un pañuelo de colores y se va.

Es primavera en Nueva York y refresca bastante por las horas que son, Olivia se acerca mas el pañuelo para taparse hasta la nariz y empieza su camino hacia las oficinas Larson. El edificio está algo lejos, pero para que el camino se le haga mas ameno llama a Liz.

-¡Hola Liz!  ¿Qué haces?

-Hola Liv. Pues justo ahora acabo de salir de la oficina, a Emma le apetecía un café y yo necesito su carta de recomendación, asi que como buena empleada que soy voy a por su café. Ojalá un día de estos se le caiga encima de todos los borradores y no tenga mas remedio que coger mi novela.

-¿Esa novela que deberías haber empezado el año pasado y aun no has empezado a escribir?

-Si, pero estoy cogiendo inspiración.

-Claro, claro.

-¿Y tu que haces? ¿No tenias hoy la entrevista con el señor Larson?

- Pues si. Me he quedado dormida, pero estoy de camino. La entrevista es a las 10, pero me da tiempo, supongo que habrá retraso.

-Si tu lo dices... Date prisa, llevas mucho tiempo esperando esta oportunidad y ahora que la tienes no la eches a perder.

-Si, ya estoy casi en la puerta, te cuelgo.

-Vale. Suerte

-Igualmente, luego te llamo.

Olivia entra por la puerta casi corriendo cuando se da cuenta de que ya son las 10:05. La entrada del edificio es super bonita, esta toda decorada en blanco y gris con cristaleras gigantes por las que se ve la ciudad. 

Olivia se acerca al mostrador a preguntar donde esta el despacho del señor Larson, una chica joven con una sonrisa radiante le atiende.

-¿Para que quiere saberlo? -dice algo antipática.

-Tengo una entrevista.

-¿Como se llama?

-Mire señorita, llego tarde y llevo mucho tiempo trabajando duro para llegar hasta aquí y conseguir esta oportunidad, así que haga el favor de decirme donde está el despacho.

-Séptima planta a la derecha.

-Muchas gracias y que tenga un buen día.

Olivia se aleja del mostrador con una sonrisa y se mete en el ascensor a poco tiempo de que se cierren las puertas. Hay tres personas dentro, dos chicas y un chico, van todos bastante arreglados, por lo que Olivia espera que no vayan a la misma entrevista que ella. Cuando se abren las puertas las chicas se dirigen hacia la izquierda y Olivia suelta un suspiro, pero el chico sigue el mismo camino que ella. Llegan a una pequeña sala con alguna sillas y una planta bastante grande junto a una puerta en la que pone en grande "Sr. Larson". Los dos se sientan, cada uno en una punta de la sala y poco tiempo después, una chica, la secretaria, se acerca a ellos preguntando que hacían allí.

-He venido a una entrevista, mi nombre es Olivia Bell. 

-Imposible. El señor Larson ya ha terminado con las entrevistas de trabajo.

-No, yo tenía cita a las diez, lo que pasa es que he tenido un pequeño problema y no encontraba el despacho.

-Lo siento, pero el señor Larson está muy ocupado.

-Vale. 

La secretaria se marcha, y casi sin quererlo, algunas lágrimas recorren las mejillas de Olivia. Pero rápidamente, se las seca. 

-¿Estás bien?

La pregunta pilla de imprevisto a Olivia, que se gira varias veces para asegurarse de que le habla a ella antes de contestar.

-Bueno...

El chico se acerca a Olivia. Ella lo mira detenidamente, lleva un esmoquin negro precioso y parece bastante caro, es bastante alto, con el pelo claro y los ojos de un azul muy brillante.

-Te he visto llorar, ¿qué te pasa?

-Esta entrevista era muy importante para mí, llevo mucho tiempo preparándola y me ha costado mucho conseguirla. Me quedé durmiendo esta mañana y aun así me daba tiempo a llegar, pero la chica de recepción me hizo perder el tiempo y no me ha dado tiempo. Se que ha sido culpa mía, pero me hacia tanta ilusión... Aunque a ti te debe de dar igual, incluso es mejor para ti, un rival menos. -dice sin darse cuenta de que se está desahogando con un extraño.

-¿Un rival menos?

-Vienes a hacer la entrevista, ¿verdad?

Él la mira algo con una cara algo extraña, pero después asiente.

-Ah, claro. Pero si tanta ilusión te hace, te cedo mi puesto. Ahora cuando me toque entro y se lo digo.

-No puedo hacer eso.

-¿Por qué?

-Es tu oportunidad. Y además, no me conoces de nada. ¿Por qué ibas a hacer esto?

-Por ayudar a alguien que lo necesita y por una comida. Después de la entrevista, para celebrarlo, ya que estoy seguro de que te darán el puesto.

Olivia se rie pensando que le toma el pelo. Pero cuando ve que el no se ríe se pone seria otra vez.

-Miraa, no quiero ser borde, pero no te conozco. ¿Qué te hace pensar que iría a comer con un desconocido?

-Bueno, yo a ti tampoco. Yo te doy mi entrevista a cambio de que comas conmigo. Es una buena oferta, lo tomas o lo dejas.

-No se...

-Tranquila que pagamos a medias. No te pido que me invites.- dice con una sonrisa blanca y perfecta.

-¿Estás seguro de que quieres echar a perder la oportunidad?

-No la echo a perder. La verdad es que a mi no me ilusiona tanto como he visto que te ilusionaba a ti.

"No me puedo creer que vaya a hacer esto." piensa Olivia.

-De acuerdo. Como contigo. Muchas gracias. -dice dándole un abrazo repentinamente bajo la impactada mirada de él.

Entonces piensa en lo que ha hecho y se da cuenta de que acaba de abrazar a un extraño.

-Lo siento, lo siento. A veces soy muy impulsiva y me he puesto muy contenta...no quería invadir tu espacio personal ni nada de eso.

-No pasa nada, -dice riéndose- no hay de qué.

Entonces se abre la puerta y el chico entra al despacho. Después de unos minutos, sale y con una sonrisa le dice a Olivia que puede entrar, y ella sin pensarlo dos veces lo hace.

El despacho es enorme. Esta todo decorado en blanco, negro y gris, y hay una gran cristalera a través de la cual se ve todo el skyline de Nueva York. 

OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora