Capitulo 2: Desconocidos

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-Buenas, señorita... -dice un señor sentado en la silla del blanco escritorio que preside la sala mirando la pantalla del ordenador sin prestar demasiada atención a lo que pasa a su alrededor.

El señor Larson no es para nada como Olivia se lo imaginaba, se trata de  hombre de unos cincuenta años bastante bien llevados, con pelo canoso, ojos azules y trajeado. Está sentado en una bonita mesa grande y blanca a juego de todo lo demás.

-Bell, Olivia Bell. Encantada de conocerle señor Larson. -dice cerrando la puerta tras ella dirigiendo una ultima mirada hacia el chico que le ha cedido el puesto, quien la mira con una gran sonrisa y los pulgares hacia arriba.

-Igualmente. Bueno, cuénteme -dice mirándola con una sonrisa señalando la silla para invitarla a sentarse frente a él.

-Pues estoy aquí por el puesto de becaria. Llevo mucho tiempo trabajando duro con la esperanza de poder encontrar una oportunidad así. He estudiado periodismo en la Universidad de Brown, hice un curso en Vogue que me ayudó muchísimo a pulir lo que había aprendido, me ofrecieron un puesto allí, pero por motivos personales lo rechacé y opté por trabajar un tiempo en una editorial. Allí me trataron muy bien y me ayudó a mejorar muchas cosas y aprendí mucho, pero si tengo la oportunidad de entrar en una empresa como esta, sin duda no dejaré pasar  la oportunidad. Le voy a ser sincera, no llegué a tiempo y cuando la secretaria me dijo que no podía entrar se me vino el mundo encima, pero ese chico tan amable me ha hecho el gran favor de cederme su puesto.

-Vaya. Veo que de verdad le gusta lo que hace y tiene bastante claro lo que quiere. Como se ha respondido sola a las preguntas que había planeado, le haré una ultima pregunta.

-Siento si he hablado mucho, es que estoy muy nerviosa. Dígame la pregunta.

-¿Qué puesto le gustaría ocupar en algunos años si se le presentara la oportunidad? Es decir, ¿cuál sería su trabajo ideal?

-¿ Dentro de su empresa?

-Si.

-Pues la verdad es que es un campo tan amplio que no sabría elegir.  Imagino que algún cargo alto, como cualquiera diría. Pero no se, algo que me gustara.

-Vale, me han gustado bastante sus respuestas. La llamaremos en unos días y le diremos el veredicto.

-Vale, muchas gracias por dejarme entrar pasado mi turno.

-No me las de a mi.

-Bueno, hasta pronto señor Larson, espero.

-Adiós señorita Bell.

Olivia sale del despacho algo confusa por la duracion de la entrevista pero con una gran sonrisa, está muy orgullosa de la entrevista que ha hecho y bastante segura de que la elegirá a ella. Cuando sale, ve al chico que la ha dejado entrar, aun no puede creerse el favor que le ha hecho sin ni siquiera conocerla. Y entonces cae en que no le ha preguntado su nombre, se dirige hacia él pero está hablando por teléfono y se aleja un poco para no parecer cotilla, pero casi sin quererlo escucha algo de su conversación. 

-Ya lo se... Es una reunión, no puedo hacer nada... Ya sabes como es... Ya hemos hablado de eso varias veces... Adiós.

Cuelga el telefono bastante enfadado y se dirige hacia Olivia. En cuanto ve que ella lo mira, le cambia la cara y le sonríe.

-¿Qué tal? 

-La verdad es que me ha ido bastante bien.

-Me alegro.

-¿Y tu? No parecia una conversación agradable.

-Ah, ¿lo has oido? -dice frunciendo un poco el ceño.

-No era mi intención, pero algo he oido. Si quieres podemos cancelar lo de comer.

-No, que va. Para nada, no hay nada que me apetezca mas ahora mismo.

-Vale, como quieras. Voy a avisar a mi novio, que no se piense que me han raptado ni nada por el estilo. -dice con una pequeña risa.

-Vale, pero ¿por qué no vamos bajando ya? -dice aun con el ceño fruncido.

-Vale, ahora en la calle lo llamo. ¿Donde vamos a comer?

-En un restaurante que me gusta mucho, es un italiano, ¿te gusta?

-Me encanta.

-Perfecto.

Los dos se dirigen hacia el ascensor y bajan a la primera planta. Olivia se queda bastante asombrada cuando ve que casi todo el mundo lo conoce. Pero no dice nada por no parecer entrometida. 

Cuando llegan a la calle llama a su novio rápidamente.

-¡Hola Ruben!

-Hola cielo, ¿dónde estas? Me he levantado esta mañana y no te he visto.

-Tenía la entrevista, me he quedado dormida y he llegado un poco tarde, pero un chico muy agradable me ha cedido su puesto.

-Ay, lo siento, no me acordaba de la entrevista. ¿Qué tal te ha ido?

-No pasa nada. Me ha ido bastante mejor de lo que esperaba.

-Me alegro. Yo acabo de quedar con Rick y los demás para irnos a comer.

-Justo por eso te llamaba, yo me voy a comer con Liz.

-¿Ah si?

-Si, me ha llamado antes y como sabía que tu te ibas...

-Vale, te espero luego en casa.

-Adiós.

-¿Se te olvida algo?

-Te quiero.

-Y yo.

Olivia cuelga y mira al chico, en ese momento recuerda que no le ha preguntado aún como se llama.

-¿Como te llamas?

-¿No te lo he dicho?

-No.

-Me llamo Dean.

-Encantada Dean- dice sonriente.

-Encantado Olivia.

Los dos se miran intensamente a los ojos, pero Olivia aparta la mirada rápidamente haciendo como si algo se le hubiese caído al suelo pero él se da cuenta de que ha sido forzado y sonríe.

-No se si debería de haber aceptado.

-¿Tiene eso algo que ver con que hayas mentido a tu novio diciéndole que comías con Liz?

-¿Has escuchado mi conversación?

-Tu escuchaste la mía. 

Olivia se sonroja y sonríe a modo de disculpa mientras se aparta algunos mechones de su ya casi inexistente flequillo de la cara.

-Tranquila, no pasa nada. Respeto que no se lo digas, pero no creo que sea lo mejor. Puede imaginarse lo que no es si llega a enterarse, lo digo por experiencia. -dice en tono bastante serio, algo que la sorprende.

"Si él supiera..." piensa Olivia.

-Te aseguro que es mejor así. Y si era una especie de indirecta, tranquilo que se que es solo una comida.

-No, para nada era una indirecta, al contrario, podría ser algo más. -responde con el mismo tono serio de antes, pero no puede evitar que una sonrisa pícara aparezca en su rostro.

Olivia se sonroja.

-Tengo novio, Dean. Y no te conozco. Solo he aceptado estar en esta comida por educación a modo de agradecimiento, pero si vas por ese camino aun estoy a tiempo de largarme. -dice seria.

-No, no. Perdona. Es aqui. -dice señalando una puerta negra.

Olivia mira donde han parado. Es un pequeño restaurante con la fachada roja y el interior de madera que parece bastante acogedor.

-¿Entramos? - dice Olivia mirando la puerta de entrada.

-Después de ti.

OliviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora