Parte 2

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Querido diario,

¿Dónde estará? ¿Dónde ha ido? ¿Piensa volver? Por favor, que regrese pronto, necesito explicarle, tiene que saber, no puede creer lo que dije, yo misma no creo que lo dijese, era mi vanidad la que hablaba, y esa maldita Neli no me mandó callar a tiempo. Oh, Dios, tengo el corazón acelerado desde entonces, me ahoga el aire que respiro aquí dentro, quiero salir a buscarlo y me da miedo encontrarlo muerto en una roca. No me sorprendería que hiciese cualquier tontería, como la que acaba de hacer. Escapar en medio de la noche, qué locura, qué poco freno tiene este potro salvaje, qué poco considera cómo me puede dañar su huida, qué egoísta puede llegar a ser. Y sin embargo... sin embargo, ¿no he sido yo menos egoísta al escoger a Edgar antes que a él? Dios mío, ¿acaso tengo perdón? ¿Acaso tengo elección? ¿Soy mala por querer vivir en la Granja? Busco mi bien, ¿acaso eso es pecado? Él debería hacer lo mismo y pensar en mi bien por encima del suyo, ya que no es capaz de mejorar en la vida. Vete, maldito, me has hecho llorar y no te lo voy a perdonar. Estoy enfermando por tu culpa, no dormí por si volvías, y de haber dormido se hubiese repetido la pesadilla de estar en el cielo y llorar por volver a los páramos. Sí, que se vaya, ¡mejor así! ¡Que se vaya! ¡Adiós, Heathcliff! Espero que te vaya bien y que tú también puedas ser feliz con alguien que llegue hasta lo más oscuro de tu alma, con alguien como... como yo.

Retorno a Cumbres BorrascosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora