Capitulo 1

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—Ethan es hora de que des una oportunidad a otras chicas— habló mi padre ingresando al cuarto.

—Padre ya sabes que ninguna es mi mate, yo quiero estar con esa persona especial. Si cuando ella llega me ve con otra ¿Qué pensará?. No— negué con la cabeza— No puedo hacerle eso.

—Hijo— tragó fuerte —No puedes gobernar solo, necesitas de una compañera.

—Lo siento padre, no está a discusión —tome fuerte el pomo de la puerta, ví su rostro preocupado y di un portazo.

Yo sé que ella está ahí, Luna  ¿Por qué no vienes a hacerme compañía? ¿Acaso no ves todos estos problemas que surgen? ¿Quieres que esté con otra?

Sé que por más que pregunte no responderás, solo me queda ahogarme en lágrimas todas las noches en mi cuarto. Es que verte me da tanta nostalgia, impotencia, tristeza ¿Vendrás a mí?  No me dejes solo toda mi vida, te lo suplico.

—¿Ethan? —Miranda me saco de mis pensamientos.

Miranda era mi amiga de la infancia, obviamente no sabía de mi amor a la Luna, pero en secreto sé que ella está enamorada de mi.

—¡Miranda! Me sorprendiste— sonreí nervioso.

—¿En qué pensabas?

—Nada importante— Reí.

—Venia a preguntarte si querías ir a la ciudad a ver una película.

—¿Mezclarnos con los humanos?

—Anda Ethan no seas tan cerrado

—Sabes que tenemos cazadores que buscan matar a los de nuestra especie, ¡Es una locura ir a la ciudad!

—Solo está ves ¿Si?

Después de meditarlo por unos minutos accedí. Realmente necesitaba una distracción. 

Miranda me tomo de la mano y me sonrió con inocencia. Comenzamos a adentrarnos en el bosque para cruzarlo y llegar a la ciudad.

Al llegar ella eligió una comedia romántica.

—Miranda sabes que odio este tipo de películas —me queje y le solté la mano.

—¡Espera Ethan! —me tomó del brazo —Acompáñame ¿Si? Quiero verla desde que se estrenó —me puso ojitos tiernos y junto sus manos en forma de súplica.

—Ahj, de acuerdo — odio que me suplique.

Compramos unos pochoclos eh ingresamos a la sala.

Miranda se sentó emocionad, apagaron las luces y se prendió la pantalla.

—Ya empieza— río por lo bajo

—¡Si! Qué felicidad— demostré que no estaba contento.

Nos miramos con desagrado y comenzó la película.

*—Henry, no nacimos para estar unidos, tú eres -zollozos- tu... -llanto incontrolable-
—Oh María, no llores María yo te amo eres la lechuga de mi ensalada, María no me dejes * 

—¿Lechuga?— le pregunte indignado a Miranda.

—Shhh... Cállate.

Rebolee los ojos y miré hacia un costado.

Me sorprendió ver cómo ese hombre nos obserbaba.

—Miranda— susurré.

—Shh

—¡Miranda!— volví a susurrar

—¿Qué? —me miró molesta.

—No te alarmes, pero creo que un cazador ya nos notó.

Cry WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora