reja azul

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A todos nos llego el día en el que nos gustaba alguien fuera de nuestro “radar”.
Esas personas que están fuera de nuestro circulo social, que salen con personas de su circulo social, que follan con personas de su circuló social, etcétera.
A todos, o eso creo. Mejor dicho, me gusta creer.

Cuando eres alguien especial en el sentido de súper maja, que conoce a todo el mundo y todo el mundo la conoce, que le agrada a los profesores y tienes buenas notas eres una persona que no está dentro del radar de otras personas.

Cuando eres alguien que tiene buenas notas, los profesores tardan dos años de aprender tu nombre cuando solo son veinte compañeros los de tu clase, almuerza con un amigo de primaria y su mayor afición es leer Harry Potter es difícil entrar en el “radar” de alguien.

Eso es lo que muestran en las películas y esas películas pasan en la vida real, no es solo ficción. Aunque no pasa en todo el mundo pero si en su mayoría.
Si te paras a pensar sabes donde estas, en el “radares” te encuentras y quienes están en el tuyo.

En mi situación es difícil saber eso de los radares.
E intente investigar hasta que supe el porqué.

Eramos muy pocos en el colegio.
Unas cinco personas por año, unos 30 alumnos como mucho en la secundaria, y era imposible no saber el nombre de todos y que todos sepan el tuyo.

Por lo que saber quien está en tu radar es aún más difícil.

Podrías estarlo, tanto como no.

En ese momento comencé una investigación sobre que personas me consideraban su amiga y quienes no.

Todo esto era solo por una persona, una adolescente.
La conocí en el primer día de clases.

No sabía donde quedaba mi salón de clases y la encontré a ella escapando del colegio, trepando una enorme reja azul luego de haber tirado su mochila por encima de esta.

No me paré a pensar si estaba bien lo que ella hacia o si debía de preguntarle porqué dejaba las clases el primer día.
Le grite para que se voltease, ella volteo mientras seguía trepando y le pregunte si sabia donde quedaba mi aula.

No pensé que me haya escuchando ya que no escuché respuesta alguna así que le pregunte otra vez.
Llegué a pensar que era sorda por lo que me resigne cuando escucho un golpe seco en el suelo.

Volteé y ella estaba parada con su mochila apoyada en el suelo a su lado.
La observe agarrar su mochila y murmuro algo.

Y luego lo dijo casi gritando.
Me dijo donde quedaba mi clase.

Se fue antes de poder agradecerle y cuando la observaba irse pude ver sus rastas.

Traté de recordar su rostro pero se me hacia cada segundo más difícil.

Al día siguiente supe que estaba un año más delante que yo, un mes después me di cuenta de que escapaba todos los lunes en la primera hora para ir a andar en skate en la plaza que estaba justo delante de la reja azul por la que la vi saltar.

En ese año supe su nombre y apellido, edad y orientación sexual.
Ella sabía exactamente lo mismo de mi, así como de los 30 alumnos con los que compartíamos las mañanas.

Aunque sabía también que trabajaba a tres cuadras de acá atendiendo mesas en un café que casualmente era .mi lugar favorito de todo el mundo.

Sus amigos eran mis amigos a pesar de que nunca me escape de clases para ir a andar en skate.

Al año siguiente me hice su amiga también.

Seguía sin escaparme de clases.

A mitad de ese año dejó el colegio y el trabajo, se despidió de sus amigos y de mi prometiendo volver a visitarnos.
Empezó una carrera como YouTuber a pesar de que en ese tiempo era imposible pensar que eso se llegase a imaginar como carrera en sí.

One Shot's | YellowMellow Y Tu ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora