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Actualización por el cumpleaños del gigantón más guapo de todos, Chanyeol.

Baekhyun comenzó a rodar sobre la cama en la que se encontraba recostado. Su mente divagaba en sueños irracionales, todos teniendo algo que ver con el magnate Park Chanyeol. Parecía estar en un estado de coma ya que, por más que quería despertar, su cuerpo se negaba a obedecerle. Y, cuando menos se lo esperó, se vio despertando en una habitación que le resultaba extraña e irreconocible, o al menos no después de algunos segundos, cuando pudo recordar en donde se encontraba en realidad.

Como si se tratara de una maldición o algún conjuro, el dueño de aquella gran casa se hizo presente en la habitación, portando entre sus manos una bandeja plateada. Baekhyun nunca pensó ver al gran señor Park con una sonrisa amable pintada en su varonil rostro. Por un momento pensó que así era como generalmente trataba a las prostitutas que le chupaban el pene, pero cambió su parecer cuando vio que situaba una mesa alta en donde estaba él sentado, para después poner la bandeja plateada que llevaba en sus brazos en la superficie sólida de la mesa. Alzó una ceja en su dirección.

―¿A qué debo este trato tan especial, señor Park? ―preguntó, colando un tono burlón en su voz. Chanyeol posó su mirada llena de diversión en el menor.

―¿Me llamas así después de que gritaste mi nombre como una perra en celo ayer? ―le siguió el juego.

―Tal vez la 'perra en celo' deberías ser tú, ya que casi me desgarrabas el ano literalmente ―se acomodó mejor, a modo que su torso tocaba el filo de la mesa pequeña―. Y no has respondido a mi pregunta.

El castaño se sentó en el filo de la cama, percibiendo la mirada curiosa del contrario sobre él; podía percatarse de cierto interés por el tema.

―Porque no creo que seas cualquiera, y ya sabes a lo que me refiero ―aquello le pareció muy dulce al adolescente, mas sabía que la gran bocota de Chanyeol arruinaría el hermoso momento―. Además, eres el primero que me hace sentir genial durante el sexo. Tal vez sea ese estrecho ano o tus gemidos de animal en celo los que me hacen ponerme mucho más cachondo.

En ese momento Baek le quiso dar un puñetazo en el hombro, sin embargo, el castaño estaba muy fuera de su rango de ataque, por lo que sólo se decidió por darle una mirada fulminante.

―Te traje langosta y vino blanco ―rumió el alto, descubriendo el platillo que yacía sobre la bandeja de plata. Se encogió de hombros ante la mirada indulgente que el bajito le daba―. Supuse que te gustaría, ya sabes, porque los dos somos de familia rica y éste platillo se frecuenta mucho entre nuestras familias.

El rubio asintió, sin saber ciertamente qué decir al respecto. Con la mirada de Chanyeol posada sobre sí fue como el adolescente empezó a comer el caro plato que el mayor le había servido, saboreando el exquisito sabor de la langosta en su boca.

―Chanyeol, no puedo tomar vino ―el alto le volteó a ver.

―¿Por qué no?

―Soy menor de edad.

―Se supone que tampoco puedes tener sexo antes de cumplir la mayoría de edad ―se encogió de hombros―. No creo que te afecte en nada. Además, no creo que le vayas contando a todo el mundo que Park Chanyeol te folló y te ofreció vino blanco.

Baekhyun alzó las cejas, sugerente.

―¿Cómo sabes?

―Porque, si no es así, podría ser que rechace el trato de tu padre... y no queremos eso, ¿verdad? ―ese sí que era el Park Chanyeol cínico que conocía. Su sonrisa cínica quedaba muy bien con su rostro.

El bajito se dispuso a terminar el caro platillo que le habían servido, degustando a la fuerza el fuerte sabor que poseía. La habitación se había sumergido en un silencio incómodo, resultándoles de verdad abrumador. Como no queriendo la cosa, Chanyeol comenzó a hablar, todo para deshacerse del silencio en que se habían visto envueltos. El rubio apenas contestaba, y es que sentía su estómago revolverse, como si estuviera a punto de vomitar. Sentía sus tripas moverse como si fueran serpientes, mas no dijo nada al respecto, ya que no quería 'preocupar' al castaño. Aunque ésto le resultó ciertamente imposible, ya que sintió que todo se le venía por la boca, por lo que se paró con prisa y corrió lo más rápido que pudo a lo que pensó que era el baño, descargándose unos segundos después de que se doblegara por la mitad mientras vaciaba su estómago.

Escuchó los pasos apresurados de Park detrás de él, entrando en el baño mientras él todavía se encontraba regurgitando todo lo que había comido hasta aquel punto. Sentía su garganta ardiendo, y es que purgar un vino blanco no era tan fácil como espero que fuera.

―¿Estás bien, Baekhyun? ―preguntó el hombre, agachándose a su lado una vez que el contrario hubo terminado de expulsar todo de su estómago.

―S-sí... ―tosió. El sabor del vino blanco le dejaba un deje amargo y asqueroso.

Su piel estaba más pálida de lo habitual, y a Chanyeol le fue imposible retener los pensamientos fe que tal vez el vino estuvo demasiado fuerte o que el caviar estaba pasado. Era imposible, ya que él tenía a los mejores cocineros de Seúl trabajando para él, pero, como cualquier persona, pudieron haber cometido algún error; no le gustaba admitir que sus cocineros se equivocaron.

Cargó al bajito, ejerciendo fuerza para poder levantarlo y llevarlo a su cómoda cama, recostándolo con delicadeza.

De verdad que nada podía ir peor, ¿o sí?

***

―¿Dónde estuviste, Baekhyun? ¡Estuvimos muy preocupados por ti! ―exclamó su padre al verle pasar por la sala de su casa―. ¡Ni tampoco te presentaste a clase! ¡¿Qué cosas cruzaban por tu cabeza cuando decidiste hacer eso?!

―Park Chanyeol va a aceptar tu trato, padre ―dijo como si su padre no hubiese dicho nada. Los ojos de su padre se abrieron con totalidad en deje de sorpresa.

―¿Qué...? ¿Pero cómo...?

―Hice que aceptara ―se encogió de hombros, como si él tuviera el poder de persuadir a las personas―. Creo que soy muy persuasivo, ¿no, padre?

Después de haber dicho eso, se vio envuelto en un abrazo. Su familia no era así de cariñosa, por lo que no sabía cómo reaccionar ante aquello.

Luego de haber vomitado en el baño de Chanyeol, el chico se vio obligado a quedarse en cama, como si el magnate Park fuera su padre o algo así, aunque no quita que después de eso Chanyeol y él tuvieron sexo por segunda vez. "Un rapidito", como dijo Park Chanyeol. No le molestó, sin embargo, luego de tanta acción, sus caderas le dolían y ciertamente su ano le dolía; Chanyeol no tenía el tamaño promedio de un hombre de Corea del Sur, no, al contrario, parecía que era del promedio del Congo, si es que no más que eso. Aún sentía el enorme pene de Chanyeol penetrándole hasta el fondo.

Subió escaleras arriba, encerrándose minutos después en su habitación al escuchar a su padre y a su madre gritar de inminente alegría. Se sentía devastado, y no necesariamente por el miembro de Chanyeol, y lo único que quería era dormir... o bueno, también comer.

Esperaba que aquello valiera la pena, porque de verdad que estaba cansado, y no pensaba que aquello terminara bien.

Ahora sí viene lo shido

En espera ✎ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora