En espera ✎ChanBaek

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Estaba lleno de energía. Y cómo no, si la noche anterior Chanyeol se había comportado tan dulce con él que hasta le sorprendía. Aunque no tanto, debía admitirlo. Ya hacía un par de días que él se estaba comportando de esa manera con él, aunque no estuviera plenamente consciente de ello.

Se levantó de la cama con cuidado a pesar de su euforia mañanera, mirándose en el espejo del tocador, admirando solamente una carita bella con mejillas rojizas y sonrisa de princesa. Por primera vez en días, su apariencia le bastó lo suficiente como para quedarse así y salir de la habitación, buscando a un Chanyeol escapista, el cual había huido de un posible berrinche de hombre embarazado pidiendo y pidiendo cosas que tal vez no podía conseguir; aunque no había artículo difícil de conseguir para él, después de todo, él era Park Chanyeol, el más famoso CEO de toda Asia.

El tramo de las escaleras parecía realmente complicado para Baekhyun, pero entre movimientos lentos y más de quince minutos bajando, pudo lograrlo sin ningún rasguño. Aunque eso no implicaba que era peligroso para él. Aún así, no tenía más alternativa, puesto que no pensaba pasarse todos los días de su embarazo encerrado en el segundo piso de la mansión de un hombre que probablemente pueda perder los estribos alguna vez. Eso no sonaba para nada tentador.

Ya estando abajo del todo, recorrió toda la planta con totalidad, fallando en su misión de encontrar al tipo alto de actitud arrogante. Frunció el ceño. ¿Dónde jodidos se había metido? Baekhyun había pensado que luego de lo que le había pasado Park iba a estar más atento con él, sin embargo, veía tristemente que se equivocaba. Mas no fue lo suficiente para derribar su buen estado de ánimo.

―Junmyeon, ¿sabes dónde está Chanyeol? ―preguntó el chico rubio, viendo al hombre de cabellos castaños pulcramente acomodados limpiando la cocina. El mencionado se giró, encarando al chico. Sonrió de manera nerviosa.

―Señor, por favor llámeme Kim. ―Parecía fuera de sí, demasiado nervioso. Baekhyun frunció el ceño.

―¿Y por qué?

―Soy de la servidumbre, señor. No estoy a sus talones en el nivel económico ―contestó, honesto.

―Bueno, Junmyeon, no importa en qué nivel socioeconómico estés, tú tienes un nombre y necesita ser utilizado. ―Sonrió, intentando tranquilizar al hombre―. Eres tan importante como yo o como Chanyeol, así que te ruego que me llames "Baekhyun" en lugar de "señor" ―comentó, admirando cómo la expresión de estreñimiento del hombre pasaba a ser una feliz―. Ahora, ¿puedes decirme dónde está Chanyeol? Necesito hablar con él.

《Más bien estar con él.》

―.Oh, sí señ... Baekhyun ―se corrigió a tiempo―. Está en el jardín.

El adolescente alzó una ceja. ¿De verdad tenían un jardín? Vaya, no pensaba que tenía alguno, ya que nunca lo había visto y ésta era la primera vez que lo mencionaban.

―Vaya a la izquierda, luego a la derecha ―le explicó Junmyeon al ver que el chico ponía cara de no saber nada―. Hay una puerta corrediza al fondo. Sólo ábrala y va a estar en el jardín.

―Gracias.

El adolescente siguió las palabras del hombre castaño, dedicándole una honesta sonrisa antes de partir hacia su destino. Dobló el pasillo hacia la izquierda, tomándose su tiempo al ver las decoraciones modernas que poseía ese camino, tratando de no fascinarse más con la vivienda de su... lo que sea que fuera Chanyeol para él.

El camino hacia la derecha era menos largo, y es que al tan sólo doblar la esquina, podías ver lo que era una puerta corrediza transparente que dejaba admirar la belleza del extenso y gran jardín que se cernía sobre la propiedad Park. Baekhyun sonrió de repente, imaginándose a su bebé corriendo por ahí y siendo feliz, aunque sabía que eso nunca sería posible; no olvidaba el trato que había hecho con el magnate.