"Soy buena, pero no un ángel. Cometo pecados, pero no soy el demonio" M.M.
Los primeros minutos de viaje en el auto me los he pasado reteniendo las lágrimas que amenazan con salir. A lo largo de mi vida he sido humillada, menospreciada y ultrajada por el trabajo que escogí llevar.
Pero nada había llegado tan lejos como lo que está pasando.
El hombre que se hace llamar mi progenitor, me tiro a los brazos de estos hombres sin suponer en qué condiciones me tendrán. Me cedió sin importarle un minino mi integridad como persona.
No quiero imaginar qué clase de tratos turbios hizo con estos hombres.
Ser bailarina de cabaret trajo muchas consecuencias a mi vida. Hombres queriéndose propasar por el hecho de estar sobre una tarima, ofreciendo su dinero para acostarse conmigo, mujeres tachándome de mujerzuela por trabajar como bailarina; y otras cientos de cosas he escuchado por el simple hecho de bailar.
Mi mente comienza a jugar en mi contra, imaginando cientos de escenarios donde estos tipos me tendrán, siendo uno muchísimo peor que el otro.
El tiempo parece no avanzar al cabo de un rato. No sé cuánto tiempo llevamos de viaje y mucho menos hacia dónde nos dirigimos.
Mi cabeza es una maraña de pensamientos inconsistentes y aterradores. No puedo controlar los temblores que empiezan a surgir, la respiración se me pone irregular y siento que en cualquier momento tendré un ataque de pánico.
«Debes calmarte, Diamond. Debes mantener la calma.» Me mentalizo, dándome ánimos internos.
Los párpados se me ponen pesados y no los quiero cerrar, pero el agotamiento es tanto, que, sin poder controlarlo, mi cuerpo se esfuerza por hacerme descansar.
💎💎💎Unas manos grandes empiezan a sacudirme despacio, y con el ceño fruncido abro los ojos desorientada al no saber dónde me encuentro.
Cuando por fin enfoco bien donde estoy, me doy cuenta que sigo en el auto con esos tipos mirándome curiosos y... ¿ansiosos?
«Así que no ha sido una tormentosa pesadilla.»
—Estamos por llegar —anuncia uno de ellos, el de ojos tan azules como el cielo oscuro.
No le respondo, pero puedo sentir como su profunda y varonil voz cala dentro de mi ser. Opto por mirar por la ventana, imaginando una vez más a qué clase de lugar me piensan llevar estos desconocidos.
No tengo idea alguna de cuanto pudo durar el viaje. Solo sé con exactitud que llevamos muchas horas lejos de Pensilvania. Lejos de mi hogar y de personas que me necesitan. El auto sigue en movimiento acercándose a una zona escasa de casas, solo se puede observar la vegetación y un camino recto que nos conduce a una imponente reja negra.
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Four Babies ©
Romance❝Eres la fantasía que todo hombre desea y solo te queremos para nosotros cuatro.❞ Está expresamente prohibido copiar, transmitir, retransmitir, transcribir, almacenar, alterar o reproducir por cualquier medio electrónico o mecánico el contenido de e...