De una patada rompo el piano,
Golpeo con fuerza las teclas,
Destrozándolas.
Es el fin.
El violin desafinado
mueve mis piernas,
mis brazos,
Mi corazón.
Explosión de emociones,
Mis pupilas dilatan
A ritmo del tambor,
Grito.
Pero nadie escucha.
Hoy no habrá espectadores,
nadie que en lugar de aplaudir
Suba al escenario y se rompa los huesos
Bailando conmigo.
Una melodía sin compás,
sin ritmo.
Llena de dolor y rencor,
que rompe los cristales de cualquier
Corazón que albergue algo de esperanza.
Esta no es tu canción,
Puedes irte.
Y no vuelvas.
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Charcos De Seda
Thơ caTodos nosotros sabemos muy bien qué se siente cuando no nos queda ni el recuerdo de lo que fuimos antaño. Este es el resultado de años nadando contracorriente, cuando el único salvavidas era una hoja de papel y un bloc de notas. Cuando las promesas...
